Entrevista a Pedro R. Tinoco, hijo
“Pedro R. Tinoco, hijo, a los 38 años, es el ideólogo de las llamadas “fuerzas vivas” de Venezuela. Él es autor de la Carta de Mérida, y de la tesis de la Planificación Democrática.
En una entrevista muy completa publicada en la revista “Élite” de 1966, el banquero y dirigente de Acción Venezolana Independiente (AVI) habla de política y de economía. Está por el amplio frente que reemplace a AD en el gobierno. Dice que hay que revisar la política petrolera de concesiones, planteamiento que Fedecámaras hará en Valencia en su próxima convención. La reforma tributaria, el desempleo, todo es analizado por el hombre de empresa que no acepta el calificativo de neo liberal: “Más bien soy pragmático” – afirma.
Pedro R. Tinoco, hijo, es un abogado y economista cuyas tesis siempre están en discusión. Él fue el redactor del programa de desarrollo aprobado por Fedecámaras y que se conoce como “Carta Económica de Mérida”. Tinoco es el que ha lanzado la tesis de la Planificación Democrática, de la cual Alirio Ugarte Pelayo se ha mostrado partidario.
Tinoco es también un banquero. Por 3 años, hasta marzo de 1965, fue presidente de la Asociación Bancaria Nacional. Ahora es consejero permanente de esta Asociación; presidente del Instituto de Capacitación Bancaria y miembro activo de la Cámara de Comercio de Caracas. Es también vicepresidente de la Junta Directiva del Banco Mercantil y Agrícola y director de varias compañías nacionales. “No se las voy a mencionar para no hacerles propaganda”, sonrió Tinoco la tarde que lo entrevistamos en su despacho.
Tinoco no es alto, pero sí un poco gordo y un poco calvo. Le gusta vestir combinaciones y usar mocasines con suela de goma gruesa. Desde su fundación es miembro del comité central de AVI. Presidiendo su escritorio hay un retrato de un hombre de cara delgada y enérgico y con una perla en la corbata. Tinoco hijo también usa la perla en la corbata. “Ese es el retrato de mi padre, el doctor Pedro R. Tinoco, quien fundó este escritorio en 1914 y a todos nos ayudó con sus consejos y con su experiencia en los problemas más difíciles que se nos presentan”, dice Tinoco.
A los economistas les gusta ser precisos. Y Tinoco se ha convertido en el teórico de las “fuerzas vivas” que se agrupan en Fedecámaras. Cuando le manifestamos nuestro propósito de entrevistarlo, él prefirió que le asomaran las preguntas para contestarlas a un magnetófono, en su casa. Después, sólo discutiríamos lo que faltara, lo que no estuviera claro, pero la semana pasada, cuando fuimos a las 3 y media de la tarde a ver qué tenía, no había hecho nada. Llegó puntual a su oficina con Carmen Josefina Montilla, su esposa. Ella dijo que quería asistir a la entrevista para ver cómo se realizaba, porque le gusta el periodismo. Su marido, después de explicar a quién pertenece el retrato que tiene en su escritorio, salió un instante y volvió con su taquígrafa.
–Para que vayamos rápido, ella tomará todo lo que conversemos, –dijo.
Desde ese momento, Pedro R. Tinoco hijo estuvo casi dos horas respondiendo preguntas.
Entró un peluquero y le cortó el pelo en dos minutos, y él le rogó que no dejara de volver la próxima semana a la misma hora. Mientras duró la entrevista bebimos un café. Su esposa se aburrió un poco. Bostezó. Tinoco dijo, me olvidaba decirles, hablo muy bajito. Estas son sus respuestas:
Su padre y formación
–¿Cuáles son las principales lecciones que aprendió usted de su padre?
–Mi formación espiritual se la debo en gran parte a mi padre. Siempre hemos sido muy unidos y él se preocupó desde mi infancia en impartirme algunos principios básicos que me sirvieran de orientación en la vida. Entre éstos puedo mencionar la dedicación al trabajo en forma sistemática y organizada, como el medio más eficaz de alcanzar metas constructivas. Mi padre ha sido siempre opuesto a confiar en la improvisación, por brillante que ello sea, o en la buena suerte. Me enseñó a ser perseverante y metódico en cualquier actividad a que me dedicara. También le debo el sentido que tengo de responsabilidad social. Se opuso siempre a toda actividad exclusivamente egoísta y me señaló en forma clara los deberes que tiene todo hombre hacia sus semejantes y la comunidad social a que pertenece. De inclinación filosófica hacia el socialcristianismo, considera a la caridad, entendida en su amplio sentido de amor y deber de ayudar al prójimo, como la virtud fundamental y a diario nos mostró a todos sus hijos cómo practicarla. Luego me transmitió parte de su vocación para los asuntos públicos y me estimuló a expresar mis ideas en relación a los problemas nacionales.
–Muy bien, ahora me gustaría que me hablara de usted. . .
–Tengo 38 años. Nací en Caracas el 4 de octubre de 1927. No hice estudios formales de economía. Me gradué en la carrera de Derecho en la Universidad Central de Venezuela en 1949. Después de graduado me especialicé en Derecho Fiscal, que es la parte del Derecho más vinculada con la Economía. Comencé a interesarme por los problemas económicos y a estudiar un poco de la teoría que los explica, para poder comprenderla mejor.
–¿Ha hecho Ud. estudios especiales en alguna Universidad venezolana o extranjera, o se califica Ud. de autodidacta de la economía?
Soy autodidacta en Economía en el sentido de que no he asistido a cursos regulares en ninguna Universidad. Sin embargo, he leído y estudiado muchos textos contentivos de cursos generales de teoría económica y en especial de aquella parte de la economía que se relaciona con los problemas monetarios y fiscales. A esto me obligó en cierta forma el haber dictado durante varios años las cátedras de Hacienda Pública y Economía Política en la Escuela de Derecho de la Universidad Central.
–Doctor Tinoco: el hecho de que usted haya sido, tal vez, más un hombre de empresa que un político profesional, ¿se debe a circunstancias o alguna planificación?
–En realidad, más que a esas dos cosas, soy un profesional que ejerce una profesión liberal. La mayor parte de mi tiempo lo dedico a mi escritorio de abogados.
–El que usted haya aparecido en 1963, como uno de los dirigentes de AVI, da la sensación de que se hubiera decidido a participar más efectivamente en la política venezolana.
–Creo una necesidad para el país la de que todos los sectores se vayan incorporando activamente al quehacer político. Una de las fallas de nuestra democracia es que actualmente los partidos no son reflejo de la realidad total del país. Por razones históricas, complementadas con la rápida revolución que ha tenido nuestra economía, la mayor parte de los hombres de empresa, de quienes ejercen funciones ejecutivas o gerenciales, y de quienes ejercen de forma independiente una profesión liberal, no se han afiliado a los partidos y sólo intervienen en la vida política como electores en el momento de una contienda electoral.
Tinoco fue el autor de la tesis de los sectores empresariales para el desarrollo económico conocida como Carta Económica de Mérida, elaborada en 1962
El AVI no es conservador
–Doctor, por favor, hablemos de AVI (Acción Venezolana Independiente) En Venezuela, lo que se llama sector económico y en política “derecho económico”, “reacción” y oligarquía, se ha dicho que nunca tuvo necesidad de cohesionarse en una organización política. Y que después de muchos temblores, mientras el país lucha por su estabilidad, el AVI sería la base para que la derecha económica y política se organice. El AVI, se dice, vendría siendo una especie de partido conservador que n o quiere llamarse así. ¿Qué piensa usted de eso?
–La aspiración del AVI nunca fue ni es la de convertirse en un núcleo precursor de un movimiento político conservador. En su pregunta menciona Ud. varias palabras, muy utilizadas en el lenguaje político actual, que bien merecen ser analizadas. Una de estas es la palabra “reacción” y otra es “oligarquía” y otra “derecho económico”. Con todos ellos se trata de señalar un sector o estamento de la sociedad que ocupa posición privilegiada y que tiene por solo objetivo conservar esa posición.
Los sectores empresariales venezolanos no tienen las características sociológicas, ideológicas ni políticas de un movimiento conservador. Si algo ha caracterizado a nuestros sectores empresariales, ha sido el ser los abanderados de una política de cambio fecundo hacia mayor desarrollo y mayor progreso social. Creo que por definición debe entenderse como reacción la oposición a la acción. Mal puede entonces calificarse de reaccionarios a quienes piden y reclaman, insistente y coherentemente, más acción positiva, más progreso y la creación de todo un clima que estimule y aliente el esfuerzo positivo. Los reaccionarios son los que frenan el desarrollo, los que impiden el progreso y los que no han permitido que el país alcance el grado de bienestar que podría tener. Para mí, la política de no concesiones es una política reaccionaria, porque es una política de freno a la acción. Para mí lo que ha ocurrido en el campo de la petroquímica, donde el Estado se ha reservado el derecho a la acción para no ejercerlo y dejar estancado ese sector tan vital de nuestra economía, es una política reaccionaria. Para mí el decreto que impide que muchas de las tierras públicas más fértiles del país puedan ser objeto de explotación por empresarios privados, es también una política reaccionaria porque implica frenos e impedimentos a la acción.
Aquí no hay oligarquías
–Hablar en Venezuela de oligarquías es desconocer nuestra evolución social y la situación actual que vive el país. Aquí hay actualmente tantas oligarquías que nadie puede sentirse legítimamente oligarca. Hay una oligarquía política muy importante, en su mayor parte integrada por los dirigentes políticos de la llamada generación del 28, quienes han venido constituyendo una verdadera valla hacia el ascenso a posiciones políticas de primera magnitud de una nueva y brillante generación de políticos. En nuestro mundo sindical se observa también la creación de una oligarquía que desde hace tiempo viene ocupando con exclusividad las más altas posiciones. En el mundo empresarial hay también múltiples oligarquías. No hay ninguna persona y ni siquiera ningún grupo que por sí solo sea lo suficientemente importante para influir de manera decisiva en los planteamientos y la evolución de nuestro mundo económico privado. Para observar eso basta con analizar a Fedecámaras, donde a cada rato los llamados oligarcas de Caracas salen derrotados en las contiendas electorales por los nuevos oligarcas, si quiere dárseles ese nombre, del interior. Esa proliferación de oligarquías no permite que pueda hablarse con seriedad de una clase oligárquica en Venezuela, o sea, de un grupo reducido de personas que concentre en sus manos el poder económico y el poder político.
La derecha económica, salvo muy contadas excepciones de fuertes individualidades, tampoco existe. La tendencia general de nuestros empresarios es hacia una posición de centro que acepte las realidades de nuestra vida moderna, comprenda que su destino está ligado a poder comprobar en todo momento que son socialmente útiles y que la mejor defensa de la empresa privada es demostrar que es el instrumento más eficaz de la producción. Lo más positivo que ha adquirido nuestro sector empresarial ha sido un claro concepto de su responsabilidad social y el comprender que a lo largo su prosperidad depende del bienestar general del país.
Con todas estas explicaciones, quizá un poco largas, le concluyo que AVI no es el germen de un partido de derecha. Lo que aspira a ser AVI es un factor de orientación de la opinión de quienes no siguen consignas de partido para un gran esfuerzo nacional de entendimiento, de convivencia y de desarrollo integral.
Empresarios y gobierno
–Dr. Tinoco, ¿Ud. cree que el sector empresarial venezolano está en desventaja con respecto al Gobierno cuando éste ejecuta obras y trabajos que en otras ocasiones han estado en manos de particulares?
–Creo que cuando el sector empresarial tiene que competir con empresas que realizan actividades económicas similares del Gobierno, lo ha logrado hacer con mayor eficiencia. Tenemos claros ejemplos de la materia. “Avensa” ha podido competir en el campo del transporte aéreo con la Línea Aeropostal Venezolana con resultados infinitamente mejores. Mientras la LAV es una carga para el fisco, la Avensa, además de prestar mejor servicio, paga impuestos sobre sus beneficios y contribuye a aumentar los recursos fiscales. Otro ejemplo que merece citarse es el de los centrales azucareros privados que pagan en impuesto al año más o menos lo que pierden los centrales azucareros que controla el Estado.
–Usted ha tocado fondo, hablando de la eficiencia de la empresa privada y la ineficiencia de la pública. Yo no quiero ser abogado del diablo ni del Gobierno, pero tengo entendido que los empresarios siempre buscan cómo ganar más, y el Gobierno, aunque mal comerciante, muchas veces trata de prestar servicios públicos que los particulares no prestarían. Usted citó como ejemplo a la LAV. Esta línea toca una serie de zonas que para la Avensa no son comerciales. Y ahí está el punto. A la hora de tocar las ganancias, el servicio social se pasa por alto. Con esto no quiero justificar las fallas de las empresas administradas por el gobierno.
–Lo que Ud. dice puede ser cierto en algunos casos. Sin embargo, una consideración objetiva de la experiencia venezolana demuestra que la empresa privada ha sido más eficiente y ha logrado prestar el mismo servicio a menor costo. Refiriéndonos concretamente al caso de la LAV, cuando esta empresa estatal operaba su ruta internacional, sufría en ella cuantiosas pérdidas. En cambio, al constituirse Viasa, empresa mixta, pero bajo administración privada, y darle a ésta las rutas internacionales, ahora produce beneficios y el Fisco recibe no solamente su participación en los mismos como accionista, sino también por pago de impuestos. El argumento citado por Ud. no es aplicable a los centrales azucareros. Podríamos citar también el caso del Instituto Municipal de Transporte del Distrito Federal, que ocasiona cuantiosas pérdidas. Cuando el servicio de transporte municipal en la zona metropolitana de Caracas era prestado por líneas privadas, todas ellas arrojaban buenos beneficios sin que pueda decirse ahora que se están cubriendo puntos o áreas no comerciales.
Una cosa que convendría hacer para aclarar la situación en la materia, sería la de llevar la contabilidad de las empresas del Estado en forma clara. Presentar un estado contable, que refleje los resultados de la verdadera operación empresarial. Todas aquellas actividades que no correspondan a una actividad legítimamente empresarial deben ser catalogados bajo un rubro de subsidios. Tanto en la empresa privada como en la empresa pública, el factor fundamental debe ser la eficiencia, la prestación del mejor servicio al menor costo y la falta de este factor es tan criticable dentro de uno como dentro de otro.
La planificación democrática
Ha llegado el momento de que hablemos de una cosa que pudiera ser lo principal de la entrevista, o sea, la Planificación Democrática, de la cual Alirio Ugarte Pelayo, político de moda, se ha hecho eco en sus entrevistas de prensa y de televisión. Quiero preguntarle si no es demagógica la Planificación Democrática, al pedir que se pongan de acuerdo gobierno y empresa privada cuando los puntos por conseguir son distintos. Por ejemplo, si el gobierno quiere darle luz a todo el país, de acuerdo con la Planificación Democrática, tengo entendido, qué tendría que preguntarle a la empresa privada, tomarla en cuenta para esa planificación. Sin embargo, la empresa privada, más que interesada en prestar servicios, está interesada en obtener ganancias al prestar el servicio. Lo que yo quiero saber es: ¿cómo se puede conciliar esos intereses que, aunque no se quiera, son diferentes?
–La tesis de la planificación democrática parte del principio de que puede y debe haber una coincidencia de objetivos entre el sector público y el sector privado del país. No vemos base racional para esa división antagónica que a menudo se plantea entre ambos sectores mencionados. La verdad es otra, sector público y sector privado no son más que expresiones distintas de un mismo tono, que es la nación en su conjunto. Así, al sector público no lo vemos nunca como un ente aparte, separado y distinto del país con fines e intereses propios, sino como un órgano de la colectividad para lograr fines esenciales a la colectividad. Por ello, a cada sector le corresponde realizar tareas complementarias, todas esenciales para el progreso social, actuando respectivamente cada una en el campo donde sea más eficiente y teniendo como norma el mejor aprovechamiento racional de todos los recursos del país.
La Planificación Democrática no implica en forma alguna pretender usurpar el poder de decisión que corresponde a quienes representan la soberanía popular, pero tampoco involucra la renuncia al deber de criticar en forma objetiva y severa a todas las actuaciones del poder público que se consideren contrarias a lo que debe ser ese esfuerzo común de desarrollo.
En el caso concreto que Ud. plantea, si se desea planificar en forma democrática un programa de electrificación del país, esto implicaría elaborar una serie de alternativas, tomando en consideración las características de cada zona, y luego las ventajas operacionales de una visión de conjunto, para en definitiva resolver cuáles fases podría realizar eficientemente el sector privado y cuáles fases más eficientemente el sector público. Este estudio inicial no va a ser realizado por el Estado en su nivel político y por el sector privado a nivel de empresa. Debe ser realizado por ambos sectores, a nivel técnico, teniendo como norma orientadora la más eficiente utilización de los recursos y la aplicación de los principios de la más sana administración. Es bueno recordar que los fundamentos básicos de la buena administración son iguales tanto para la actividad pública como para la actividad privada.
–¿En qué países la Planificación Democrática ha dado mejores resultados?
–El país donde existe un sistema institucionalizado de Planificación Democrática, que mejores resultados ha dado, es Francia. El plan de la Nación en ese país es elaborado por el sector público en estrecha colaboración con el sector privado a través de un sistema que ellos denominan “de planificación concertada o indicativa” para significar que es producto del consenso y de que no constituye un intento de dirigismo totalitario. En el mundo moderno, la Planificación es una necesidad. No puede negársele la utilidad del aporte que pueden darle a la misma quienes tienen experiencia valiosa en todos los quehaceres de la vida económica y que están en constante contacto con la realidad. Es interesante notar que, en América Latina, Venezuela es el primer país donde se ha planteado la tesis de Planificación Democrática y donde ésta ha tenido favorable acogida en el gobierno. En forma parcial, la Planificación Democrática viene funcionando desde hace tiempo entre nosotros. La comisión nacional para la ALALC, con su secretariado técnico integrado por representantes del sector público y del sector privado, es una manifestación concreta de Planificación Democrática. Así como lo son las Juntas de Producción que con buenos métodos han venido funcionando en el Ministerio de Agricultura y Cría.
Tinoco fue profesor de la catedra Hacienda Pública y Economía Política en la Escuela de Derecho de la UCV
La construcción: ¿un ejemplo?
–Dr. Tinoco, en la construcción de Venezuela tal vez se ha dado de forma incoherente el resultado de lo que podría ser la Planificación Democrática. El Gobierno ha hablado de construir viviendas e incluso por intermedio de la Alianza para el Progreso, ha conseguido dinero, y es el sector privado el que ha manejado gran parte de ese dinero y ha pasado un caso que le voy a plantear como interrogación.
¿Hasta dónde pueden la empresa pública y la privada dejar satisfecho al país? Resulta que con el dinero prestado al país y en nombre de resolver problemas de la América Latina, en Venezuela los empresarios cobran sumas exorbitantes por cada metro cuadrado de lo que construyen. Eso puede ser un ejemplo a lo que puede conducir la Planificación Democrática. ¿O cree Ud. lo contrario?
–Los precios actuales de la vivienda no pueden atribuirse exclusivamente al hecho de que el Estado, con fondos propios o provenientes de fuentes externas, ha contribuido en parte al financiamiento de nueva vivienda. La explicación es un poco más compleja, y responde a la acción de factores diversos. Aquí se creó una crisis en la industria de la construcción en los años 1960 y 1961 que frenó el desarrollo de ese sector. El problema lo originó una política punitiva que tuvo el propósito expresado y confeso de frenar lo que se consideraba un desarrollo desmedido y una excesiva prosperidad en esa rama de la actividad económica. Se dictó una Ley de Alquileres que rebajó las tasas de rendimiento de los inmuebles arrendados y que fijó topes máximos para los nuevos que se construyeran. Es un hecho cierto y fácilmente comprobable que después de esa crisis, cuyos efectos se vieron acentuados por los de la Ley de Alquileres, se frenó la construcción de edificios para ser arrendados. Cuando se trató de revitalizar la industria de la construcción, ésta se dirigió hacia la venta de propiedad horizontal para escapar así de las limitaciones de la Ley de Alquileres. Como se había creado, al frenar el desarrollo durante muchos años, una gran escasez, los precios de mercado subieron considerablemente. Todo esto demuestra los problemas que causa la ausencia de una verdadera Planificación Democrática. Si se hubiera estudiado el problema, desde un principio, con un criterio objetivo, no se hubiera frenado el desarrollo de la industria de la construcción, ni se hubiera creado la escasez artificial de vivienda a que antes he hecho referencia. Lo que hubiera podido hacerse es orientar mejor el desarrollo vigoroso de esa industria y al haber abundancia de vivienda, disminuidos los costos tanto de la que se vende en propiedad horizontal, como de las que hoy en día se dedican a arrendamiento. No se daría el caso de que el que quiera arrendar un apartamento tenga que pagar una crecida prima al arrendatario anterior ni se estaría vendiendo la propiedad horizontal a tasas tan altas como las actuales.
Hay otro factor en la materia que es necesario mencionar y es el del alza habida en los costos de construcción. No debemos olvidar que Venezuela sufrió una devaluación del 40% en el valor de su signo monetario y que esto se ha ido reflejando gradualmente en el costo de muchos de los elementos fundamentales que se requieren para la construcción de un edificio.
Fórmulas contra el desempleo
–Dr. Tinoco, Venezuela, que es uno de los países más ricos de la América Latina, tiene proporcionalmente uno de los más altos porcentajes de desempleo. A menudo, sobre todo en vísperas electorales, se habla de 300.000 y a veces de 500.000 desempleados. ¿Cómo podría ponerse fin al desempleo?
–La solución práctica del problema del desempleo responde a dos factores fundamentales. El primero y principal es el desarrollo. El incremento de la actividad económica y generar empleo. Esto requiere que se estimule la inversión. Debemos recordar que en promedio la creación de un empleo industrial, en industria liviana o mediana, requiere una inversión de más o menos Bs. 40.000 por empleo y en industria pesada pasa de Bs. 200.000 por empleo. Esto implica la necesidad de tener una política clara de atracción de capitales tanto nacionales como foráneos. Sin una inversión amplia y constante no se logra crear empleo.
El otro factor lo constituye la capacitación de la población para poder realizar las labores que requiere la industria moderna. Más bien tenemos una cantidad de desempleo que se debe a insuficiente capacitación. En este sentido está realizando una meritoria y eficaz labor el Instituto Nacional de Cooperación Educativa INCE, que se ha dedicado a capacitar la mano de obra no calificada para que pueda ser empleada dentro de las actividades económicas que se vayan desarrollando en el país. Junto con el INCE, en la Banca creamos el Instituto de Capacitación Bancaria, del cual soy presidente desde su fundación. A través de ese instituto hemos venido realizando una labor de capacitación de personas, unas empleadas de los bancos que desean adquirir los conocimientos y facultades para ocupar cargos más elevados y otros sin empleo que desean poder obtener el mínimo de conocimientos para poder emplearse en un banco. La dinámica económica va creando empleo, pero simultáneamente hay que ir capacitando a la población para poder aprovechar las oportunidades que se le abren.
La reforma tributaria
–En relación con la reforma tributaria, ¿por qué los sectores de producción venezolanos no están en capacidad de pagar nuevos impuestos cuando los de Venezuela, en comparación con los de otros países, no son los más altos?
–El problema de la reforma tributaria no reside exclusivamente en determinar si algunos sectores pueden resistir unas alzas en sus niveles de contribución al Fisco Nacional. Todos los sectores responsables del país reconocen que es indispensable realizar revisiones periódicas de nuestro régimen de impuestos. Estos, sin embargo, no pueden estar dirigidos exclusivamente a suplir ingresos adicionales que por razones circunstanciales requiere el Tesoro Nacional. Ellas deben formar parte integrante de la política social y del estímulo al desarrollo integral del país que tantas veces ha proclamado haber adoptado el Gobierno Nacional. Personalmente considero que es conveniente llevar a cabo, con la participación activa de todos los sectores calificados, un análisis a fondo de nuestro régimen impositivo y determinar las reformas que requiera a fin de convertirlo en un factor más eficaz del desarrollo. Lo que no le conviene a Venezuela es que vayamos a incurrir otra vez en una reforma apresurada e inconsulta del sistema fiscal, con el solo propósito de cubrir un déficit presupuestario inminente que no solucionaría, sino a muy corto plazo, el problema presupuestario y vendría a constituir un freno más a la actividad creadora.
La capacidad de inversión del país es una. Parte de ella, muy importante, por cierto, ya que es el Estado quien percibe el producto de nuestra mayor fuente de riqueza, la administra el Gobierno. La otra parte la administra la empresa privada. La simple elevación de los niveles de tributación, o sea, el alza de los impuestos, lo que implica en definitiva es una traslación de la capacidad de inversión del sector privado al sector público. Vemos entonces planteada una de las contradicciones que precisamente debe tratar de corregir el sistema racional de planificación. Por un lado, el Estado, a través de la Corporación Venezolana de Fomento, del Banco Agrícola y Pecuario, del Sistema de Ahorro y Préstamo, y de varios otros canales, dedica parte de su capacidad de inversión al otorgamiento de créditos al sector privado para estimular su desarrollo. Y luego, plantea la conveniencia de quitarle recursos de inversión a ese mismo sector, a través de un incremento de los niveles de imposición. Todo esto revela la necesidad de darle un estudio sereno y objetivo a esta materia. Fijar de manera clara cuáles son los propósitos que se desean lograr y entonces determinar cuáles son los factores requeridos para lograr esos propósitos. Solo así es que podrán alcanzarse los mejores resultados para la colectividad.
El frente nacional
–Dr. Tinoco, ¿podemos hablar del Frente Nacional? Aunque faltan 30 meses para las próximas elecciones de acuerdo al calendario venezolano, en estos días se ha hablado por todos lados de cambios, y particularmente de un Frente Nacional, incluso ésta apareció en las páginas de las publicaciones de la Cadena. En esos artículos, incluso, entre los posibles candidatos a la presidencia tengo entendido que se dio su nombre. Quiero que usted me hable del Frente Nacional. Cómo cree Ud. que debe ser ese Frente. Incluso, sin falta de modestia, cómo se siente Ud. con respecto a ser un posible candidato de entendimiento.
–Hay muchas cosas que decir y aclarar sobre el Frente Nacional. Tengo que comenzar, para evitar cualquier duda al respecto, por expresar que todo lo que voy a decir en la materia es simplemente mi punto de vista personal y no compromete en nada la decisión definitiva que pueda tomar al respecto AVI. Esta materia no ha sido analizada por el Comité Delegado Central y no hay una posición de la organización al respecto. Al fijarse ésta pueden estar seguros de que la acataré como miembro disciplinado de un movimiento. Para poder comprender mejor el planteamiento del Amplio Frente Nacional, hay que hacer un breve análisis de lo que ha estado ocurriendo en nuestro mundo político. Estamos presenciando una etapa de reestructuración de nuestras fuerzas políticas. Ya no hay ninguna fuerza política que sea mayoritaria en el país. Aún las más poderosas no son más que importantes minorías. En las últimas elecciones la fuerza política que sacó más votos, sólo obtuvo el 32 por ciento, y la segunda fuerza sólo alcanzó al 20 por ciento del electorado ha habido procesos de división y fraccionamiento en muchas de nuestras fuerzas políticas. El reajuste o la restructuración comienza por una etapa de disgregación. A esta afortunadamente corresponde correlativamente un deseo, una búsqueda, una aspiración nacional hacia fórmulas de reintegración. A esta inquietud AVI respondió desde su fundación con el planteamiento de la tesis del entendimiento. Buscamos un ideal de unidad que pudiera agrupar a todos los venezolanos de buena voluntad, en una labor eficaz de progreso. Las Publicaciones Capriles reflejaron ese sentimiento colectivo en el planteamiento del Amplio Frente Nacional. Los frentes políticos no son nada nuevo en nuestra América. En lo que va de este año, candidatos frentistas han triunfado en las elecciones de Costa Rica y de Colombia. La ventaja de los frentes es que permite conjugar la lealtad al pequeño grupo, al caudillo de la facción con el sentir nacional de buscar un denominador común. Dentro del frente cada grupo siente que conserva su individualidad y que no está renunciando a los lazos personales que lo unen a su tradicional caudillo, pero a la vez se logra el grado de integración necesario para poner en práctica un programa mínimo, conveniente a los intereses nacionales, en que todos están de acuerdo.
Los pro y los contra de ad
–Mucho se ha dicho que cualquier reestructuración política llámese Amplio Frente Nacional o désele cualquier otro nombre, tiene por único objeto derrotar a Acción Democrática en las próximas elecciones. Personalmente no considero que el problema político nacional pueda o deba plantearse en términos de simpatía o de oposición al partido Acción Democrática o al gobierno que ejerza, por haber triunfado en las últimas elecciones. Ese partido ha cumplido labor útil a favor del país que debe reconocérsele. A sus esfuerzos se debe la consagración constitucional del sufragio universal y del voto directo para la elección del presidente de la república. Junto con otras respetables fuerzas políticas entre las cuales corresponde modesto aporte a AVI, ha logrado la estabilidad constitucional y la vigencia del sistema democrático, el más conveniente a pesar de todas las imperfecciones que actualmente presenta, en nuestra convulsionada Venezuela.
Sin embargo, la etapa histórica en que le tocó a ese partido ejercer papel preponderante está llegando a su natural terminación. Logradas las conquistas institucionales antes señaladas, el país aspira ahora alcanzar metas de progreso y bienestar que resultarían en un esfuerzo coherente y constante del desarrollo integral. Los hombres de Acción Democrática no han demostrado vocación ni capacidad para esa nueva gran tarea y es normal, dentro de proceso de renovación del sistema democrático a cuya implantación en Venezuela han dedicado ellos tan eficaz labor y tantos abnegados sacrificios, que, a través de los procedimientos electorales previstos en la constitución, sean eventualmente sustituidos por quienes pueden mejor conducir al país hacia los nuevos objetivos de la colectividad. El momento en que a través de la vía electoral sea sustituida Acción Democrática en el ejercicio del poder, después de haber cumplido con honor la misión histórica que ella misma se asignó, representará la culminación de su obra y podrán sus dirigentes sentirse satisfechos de que no solo fueron factor determinante en la consolidación del sistema democrático en Venezuela, sino que además han sido capaces de dar el más elocuente ejemplo de fidelidad a sus instituciones.
Toda nueva reestructuración política que se intente debe tener signo positivo. No debe ir en contra de un grupo, sino a favor del país. Sus objetivos no pueden jamás ser exclusivamente electorales. La vida de un país no depende exclusivamente de los resultados de los próximos comicios, por importantes que éstos sean en la determinación de nuestro futuro. Lo que debe perseguirse es buen gobierno. Adecuar la gestión pública a las necesidades reales actuales del desarrollo nacional. Buscar soluciones prácticas y concretas a nuestros grandes problemas sociales. Colaborar con quienes gobiernan en todo lo que sea útil a la colectividad y constituir un freno a todo lo que implica demagogia y mala utilización de nuestros recursos.
Casi no me atrevo a contestar la pregunta que me hace en relación con mis posibilidades como candidato presidencial. Solamente el hablar de ello y negar la posibilidad me parece marcadamente inmodesto. Hay en Venezuela hombres con mucho mayores méritos, mucho mayor experiencia, capacidad y vocación comprobada por el servicio público, a quienes corresponde ese honor. El mayor papel que aspiro jugar es el de leal colaborador de aquél que por lograr aglutinar el mayor número de voluntades represente la esperanza de unidad de los venezolanos en los próximos comicios. Quiero aclarar que al decir “leal colaborador” no implica esto tampoco la aspiración o condicionamiento de mi esfuerzo a una promesa de un cargo público. Creo que muchas veces la mejor colaboración puede darse desde la posición de ciudadano preocupado por su país.
La política petrolera
–Siendo el petróleo la sangre para los pulmones de la economía venezolana, no nos debemos olvidar de él. Mucho se ha dicho acerca de la política de no concesiones. ¿Ud. no c ree que basta con los contratos de servicio?
–La actual política petrolera, de la cual uno de los elementos fundamentales es la declaración enfática de no otorgar concesiones, fue formulada en el año 1959, o sea, hace ya más de siete años. La situación en esa época del mercado petrolero internacional y del mercado energético internacional, era bastante diferente a la actual. En 1959 la situación mundial del petróleo y en especial del petróleo venezolano, era mucho más favorable. Estábamos beneficiándonos todavía de las consecuencias de una serie de graves perturbaciones ocurridas en el Medio Oriente tales como la nacionalización del Canal de Suez, la nacionalización de la industria petrolera de Persia por el gobierno de Mossadebh y de un clima general de inestabilidad e inseguridad en esa zona. Posteriormente la situación fue cambiando. El Medio Oriente fue adquiriendo mayor estabilidad relativa y solucionando sus problemas. El gobierno egipcio llegó a acuerdos racionales para la indemnización de la compañía propietaria del Canal de Suez y se normalizó el transporte de petróleo por esa importante vía. También el gobierno persa, después de la pérdida de prestigio de la irracional posición de Mossadegh, llegó a acuerdos satisfactorios para la indemnización justa de la empresa nacionalizada y contrató dentro de nuevas modalidades la explotación y mercadeo de su petróleo. En cambio, hubo un deterioro en el clima de inestabilidad política de toda América Latina, que tuvo su más intensa repercusión en los países del área del Caribe. Con la toma del poder de Fidel Castro en Cuba en 1958, se inicia un proceso de comunización de esa hermana república que luego trata de exportar su revolución a los países latinos del continente. El impacto de esa acción subversiva se sintió muy fuertemente en Venezuela y originó en nuestro país un período difícil donde por primera vez bajo influencia ideológica y con propósitos abiertamente xenofóbicos, se inició la voladura de fábricas y oleoductos y en general de atentados contra lo que representara actividad económica extranjera en el país. El surgimiento de las guerrillas, rurales y urbanas, la presencia de un clima de violencia y la consolidación en Cuba de un régimen abiertamente sometido a la internacional comunista, le restaron a Venezuela gran parte de las ventajas comparativas que le otorgaba su mayor estabilidad frente a los países del Medio Oriente.
En Valencia analizaremos
Ante este panorama hubo una tendencia orientada hacia la búsqueda de diversificación de las fuentes de suministro. Se desarrollaron nuevas fuentes productoras que resultaron de alto rendimiento y bajo costo. Vemos entonces cómo se incorpora aceleradamente al mercado petrolero el Norte de África, nuevos productores africanos como Nigeria y nuevos productores en el Mediano Oriente, como Abu Dabi y Oman. La abundancia relativa del petróleo se incrementa cada día y en vez de irse convirtiendo éste en producto cada vez relativamente más escaso, por efecto de la producción, se convierte en relativamente más abundante por el descubrimiento acelerado de nuevas reservas. A esto contribuye también de manera decisiva el proceso de revolución tecnológica que está viviendo el mundo, gracias al cual se facilita el descubrimiento y la explotación del petróleo en áreas tales como las que se encuentran bajo aguas profundas, que antes resultaban de difícil explotación en condiciones económicas competitivas.
La misma revolución tecnológica va acentuando las posibilidades competitivas de los sucedáneos del petróleo en el mercado energético. Los costos de producción del carbón se logran bajar gracias a una intensa mecanización, a niveles que lo hacen competitivo con el petróleo. El gas natural se sigue desarrollando en gran escala y se encuentran depósitos cuya explotación puede hacerse a bajo costo en zonas muy cercanas a los grandes centros de consumo industrial, tales como el gas de Holanda y el recientemente descubierto en el Mar del Norte que tendrán indudablemente una influencia determinante en el mercado energético europeo.
Todos estos cambios indican claramente que es indispensable efectuar una nueva evaluación de la situación actual del mercado internacional del petróleo y del mercado internacional de la energía, para poder determinar cuál es la posición que debe asumir Venezuela para lograr el mayor aprovechamiento de su más importante recurso natural. Esta reevaluación debería efectuarla el Consejo Nacional de la Energía, organismo consultivo creado para este fin por el Ejecutivo Nacional en 1960, pero que lamentablemente tiene muchos años que no se convoca y por lo tanto no ha podido cumplir su función fundamental. La Federación de Cámaras en su asamblea de Valencia va a hacer un análisis de la política petrolera. Este análisis tratará de ser objetivo y sincero y se basará en una Ponencia que están presentando conjuntamente la Cámara de Comercio de Caracas, la Cámara de Industriales de Maracaibo, la Cámara de Comercio de Maracaibo, la Cámara de la Industria Eléctrica Privada y la Unión Patronal del Comercio. En este análisis se enfoca el problema petrolero en su aspecto económico para ver si estamos actuando en pleno conocimiento de la realidad del mercado, y en el sentido que más favorezca a los intereses de Venezuela.
En materia petrolera se están agitando, con fines demagógicos, falsas banderas nacionalistas. Se pretende a veces crear la impresión de que todo el que no apoye en forma incondicional la actual política petrolera del Gobierno le está haciendo el juego a intereses extranjeros. Esta posición es inaceptable y no corresponde a la manera propia de funcionar del sistema democrático. La actividad petrolera es una actividad económica y no puede estar orientada por normas rígidas e inmutables. Pedir que se introduzcan en la misma modificación que se deriven de un estudio serio de la nueva realidad del mercado, es ser nacionalista y desear que el petróleo sea manejado en la forma más conveniente al interés nacional.
Allí tienen ustedes el pensamiento político de un hombre que, a los 38 años de edad, es una de las figuras más sólidas y más sobresalientes de la Venezuela estudiosa”.
FUENTE CONSULTADA
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Élite. Caracas, 21 de mayo de 1966.
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