Caracas y las ruinas del terremoto de 1812

Caracas y las ruinas del terremoto de 1812

Apreciaciones del húngaro Pal Rosti, recogidas en su obra “Memorias de un viaje por América”. Rosti fue fotógrafo, naturalista y viajero que visitó Venezuela entre 1856 y 1858.

Pal Rosti, influenciado por la obra “Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente”, de Alejandro de Humboldt, viajó a los Estados Unidos de Norteamérica, Cuba, Venezuela y México entre 1856 y 1859
Pal Rosti, influenciado por la obra “Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente”, de Alejandro de Humboldt, viajó a los Estados Unidos de Norteamérica, Cuba, Venezuela y México entre 1856 y 1859

     Quizá uno de los más citados y cuyos estudios ha sido de mayor profusión entre los analistas sociales se encuentra en el caso de lo configurado y tramado por Pal Rosti, luego de haber visitado una porción del territorio venezolano a finales de la década del cincuenta del 1800, durante los últimos años del mandato de los Monagas. Salió de Francia un cuatro de agosto de 1856. Su destino: América, en especial la visita a los lugares menos explorados por otros viajeros o cronistas que habían pasado por estas tierras.

     Existen tres temas, convertidos en hitos, que los visitantes llegados a Venezuela utilizaron como una especie de corte para la construcción de sus frases narrativas. Ellas fueron la guerra de Independencia, el terremoto de 1812 y la exuberante naturaleza que no dejaron de exaltar, al lado de la censura de actos, hábitos o costumbres que les resultaban extraños y, por tal circunstancia, mostraban repulsión al ser descritos por ellos.

     Sus Memorias de un viaje por América, las inició Rosti con una descripción sobre la situación en la época colonial, el período de la independencia y la edificación republicana, hasta alcanzar lo que experimentó en su estadía en el país en los últimos años del mandato de José Tadeo Monagas, hacia el año de 1857. Al llegar al puerto de La Guaira lo describió como una rada y que las olas del mar eran tumultuosas, donde no era propicio anclar. Los negros eran los encargados de trasladar el equipaje de los viajantes de la embarcación a la orilla, al igual que el traslado de las personas que llegaban a él.

     Es importante indicar que durante el siglo XIX aún se hacía referencia a Sudamérica como un espacio territorial cuya frontera norte comenzaba con el norte de México hasta Cabo de Hornos. 

     El concepto Mesoamérica y América Central se extendió en el 1900. América se describía a partir de una región septentrional, la parte anglosajona, y otra meridional, la española. Por eso es común que los escritos de esta época sólo hicieran referencia a Suramérica y Norteamérica.

     Luego de describir el paisaje que iba observando en su traslado desde La Guaira a Caracas, no dejó de ponderar la exótica y exuberancia de la vegetación por su belleza y variedad. Expresó que al llegar a esta ciudad sintió tristeza o más bien melancolía, cuando comenzó a cruzar “el hermoso valle” y sus largas calles que estaban cortadas en ángulo recto, “que antaño tal vez estuviesen empedradas, más ahora semejan el cauce de un arroyo de montaña”. Sin embargo, puso a la vista del lector el calor sofocante, aunque no como el experimentado en La Guaira, que concitaba a guarecerse de los rayos verticales provenientes del sol y a dormir mientras permanecía la etapa de mayor calor.

     Sus primeras impresiones las redactó así: “Parecía que hubiésemos llegado a la ciudad de los muertos; aquí y allá, cual almas errantes, algunas negras – con largos y blancos velos en sus cabezas, que destacaban más aún la negrura de sus rostros – llevaban silenciosas algunos recipientes de agua o frutas a las casas de sus amas”. Trajo a colación el profundo silencio que se experimentaba en la capital de Venezuela. A esto agregó que acá nunca podía oírse el ruido producido por un coche, “porque el coche y la carreta son allí cosas desconocidas; las personas andan a caballo o en mulas; las cargas y los equipajes los hacen transportar sobre asnos o mulas”.

Durante su estadía en Venezuela, Pal Rosti escribió notas de viaje e hizo las primeras fotografías paisajísticas que se conocen en el país.
Durante su estadía en Venezuela, Pal Rosti escribió notas de viaje e hizo las primeras fotografías paisajísticas que se conocen en el país.

     Hizo un comentario según el cual las calles eran rectas, aunque bastante anchas y que tenían una dirección, en pendiente, de occidente a oriente. Las casas que primeramente observó eran de ladrillos, de un solo piso, con techos de tejas. Agregó que todas las casas eran de reciente construcción y las viejas yacían entre ruinas. “Entre los abandonados muros destruidos de los conventos, iglesias y demás casas altas de antaño, echaron raíces cactos y enredaderas, que acentuaban más el efecto entristecedor que tuvo en mí la ciudad sin vida, recordándome aquel terrible cataclismo del cual son resultados esas ruinas”.

     Agregó a este comentario que la Caracas anterior al movimiento telúrico era suntuosa y hermosa. Puso a la vista de sus lectores que el terremoto de 1812 formaba parte de la historia reciente de la ciudad capital. En este orden de ideas citó a Alejandro von Humboldt quien en su libro Viaje a las regiones equinocciales al Nuevo Continente describió de manera pormenorizada lo acontecido un jueves santo de aquel año. Recordó que la ciudad no se había recuperado del todo de las secuelas de aquel sismo.

     La Caracas que conoció estaba apenas emergiendo de la tragedia y la destrucción urbana. A esto sumó: “las continuas guerras civiles y la triste situación del país no permiten su florecimiento, su renacimiento”. Por eso vio que no había calle que no mostrara restos de construcciones y algunas partes de la ciudad solo estaban ocupadas por ruinas. Había otras construcciones, por lo general sin techo y casi destruidas, que estaban ocupadas por negros y mulatos, “las capas más bajas de la población, en fin, en medio de la mayor miseria”.

     Abrigó un concepto favorable de la vegetación que comparó con una pintoresca vista, similar a una escena de novela. De la Silla de Caracas rememoró su presencia majestuosa. De igual modo, anotó que el río Guaire se abría camino rodeado de olorosos arbustos de Berbería y sauces. Asoció el rocío de la neblina y las sombras provocadas por la luz de la luna con un velo de hada y embrujo. De la ciudad agregó que era un valle rodeado de espléndidas montañas, con un agradable y templado clima, “comparable aproximadamente al de Hungría en el mes de junio”. Recordó que varios denominaban al clima caraqueño como el de la eterna primavera. Agregó que ofrecía condiciones favorables para el desarrollo de cafetos, palmeras, plátanos, naranjas y el cultivo de manzanas, durazno y trigo.

La obra más notable de Pal Rosti se titula “Memorias de un viaje por América”. Fue publicada originalmente en húngaro, luego se realizaron varias ediciones en español e inglés
La obra más notable de Pal Rosti se titula “Memorias de un viaje por América”. Fue publicada originalmente en húngaro, luego se realizaron varias ediciones en español e inglés

     Aunque el clima agradable y templado que experimentó no era regular, “lo que es bastante malo”. Agregó que algunos caraqueños le habían informado que en ocasiones en un mismo día la temperatura variaba de manera considerable y que los cambios eran bruscos. El clima caraqueño era favorable para la irritación del sistema nervioso. Recordó que una noche en Caracas había experimentado las alteraciones climáticas, a inicios del mes de abril, cuando el calor se hizo casi insoportable que el ánimo de él y sus acompañantes fue de tal sofoco que tuvieron que interrumpir la conversación que venían desarrollando.

     Comentó que cuando llegó a Caracas en 1857 el período de lluvias había comenzado en el mes de mayo, aunque a veces se iniciaba en abril. “Durante los tres primeros meses de ese período las lluvias y las tormentas son muy frecuentes, en ocasiones tienen lugar hasta dos o tres tormentas en un mismo día”. Comparó el cultivo de la caña de azúcar en Venezuela con respecto al de Cuba donde había estado antes de llegar a Venezuela. Del producto de ella aprovechada expresó que en Venezuela sólo preparaban azúcar morena, impregnada de una melaza de mala calidad que denominaban papelón. De este expresó que era más barato que la azúcar blanca. Del consumo preferido entre los pobladores de la ciudad era el papelón.

     El fruto de mayor producción entre los agricultores era el café, según su relato. Sumó a sus consideraciones que el viajero europeo que permanecía cierto tiempo en la zona tórrida “queda agradablemente sorprendido, cuando llegando al valle de Caracas encuentra entre la tropical vegetación los árboles frutales de su tierra”. Esto lo refrendó al poner como ejemplo cultivos de mora, melocotón y manzanas. Un dulce que le pareció de excepcional calidad fue el membrillo, golosina preferida por los caraqueños, “quienes gustan – en general – excesivamente de los dulces, pues creen que el agua sólo cae bien cuando antes se ha provocado la sed con ellos”.

     En él el clima caraqueño era muy favorable para la reproducción de la flora, pero no así para los forasteros o extranjeros que se establecían en Caracas. “Las oscilaciones bruscas de la temperatura y la fluctuación frecuente de la traspiración corporal ocasionan diversos catarros y fiebres”. Sin embargo, el europeo que se lograra adaptar a estas fluctuaciones alcanzaría un estado de salud bastante favorable, según puso en evidencia, para el caso de lugares donde la humedad atmosférica no fuese tan brusca como la de la “eterna primavera”. “Por lo que a mi persona se refiere, no puedo quejarme del clima de Caracas, pues pasé un mes en esa ciudad y no me atacó ni el menor mal”.

     Expuso ante sus lectores el caso de la fiebre amarilla. De ésta expresó que era muy común en La Guaira y que atacaba de manera muy fuerte a los europeos que recién se instalaban en Caracas. Aunque ella no atacaba de forma tan fuerte en la ciudad de Caracas y que, por lo general, los contagios se sufrían en el puerto de La Guaira.

     De acuerdo con cifras por él recopiladas Caracas contaba con 40000 habitantes para el año de 1800, 50000 en 1810, 23000 en 1823, 35000 en 1840 y para el momento de su estadía tenía cerca de 40000 personas. Una pequeña porción de lugareños era de “raza” blanca, incluidos los criollos. La mayoría de los nativos eran de “raza mezclada”, es decir, mestizos, mulatos y zambos. Indicó que además se concentraban “innúmeros cruces” de estos últimos, así como los “negros puros, esclavos antaño, libres hoy”.

     Escribió que los indios se habían extinguido “no solo en Caracas y sus alrededores – sino en general en la parte más poblada y culta de Venezuela; únicamente en el interior del país y a orillas del Orinoco y del Apure pueden encontrarse algunos poblados indígenas; y asimismo – en la inmensa selva – aquí y allá ciertas misiones o tribus todavía salvajes, que habitan en míseras chozas y – según sus costumbres ancestrales – se embadurnan el cuerpo y andan desnudos”.

     Por eso anotó que: “A Caracas sólo le quedó de su origen indígena el nombre”.
Rosti dejó una interesante obra relacionada con Caracas y otros lugares que visitó en Venezuela. Estuvo en los Llanos para conocer de cerca a los llaneros a quienes comparó con los caraqueños. Dejó una interesante colección de fotografías. Arte que había comenzado a cultivar cuando estuvo de visita en Francia, antes de su viaje por América.

Julio de 1969

Julio de 1969

REVISTA PRODUCCIÓN

Julio de 1969

Sinopsis

Por: Esther Mobilia

     La edición está dedicada a la industria venezolana de productos alimenticios. Inicia con la presentación de las Gacetas Oficiales de carácter económico publicadas en la legislación venezolana. Se reseña el reconocimiento otorgado al empresario Reinaldo Cervini por su labor. El editorial informa sobre la celebración de la XXV Asamblea Anual de Fedecámaras y el rol de los empresarios venezolanos en la sociedad. Se presenta un artículo sobre la Corporación Venezolana de Fomento y su proyección en las actividades económicas de la región. Luego de ello, se copian las palabras del Dr. Emilio Conde Jahn en el acto de recepción de los delegados latinoamericanos para la Asamblea Anual de Fedecámaras. En ese mismo contexto, se publica el informe presentado por las Cámaras y Asociaciones Industriales al Foro de la Actividad Manufacturera en la XXV Asamblea Anual de Fedecámaras. Luego de ello, se presenta la ponencia de la Cámara de Industriales en el mencionado evento. Más adelante, se informa sobre la posición de Cámara de Industriales de Caracas y la fijación de su posición en el caso de un conflicto entre Concejo Municipal del Distrito Plaza del Estado Miranda con la C.A. La Electricidad de Guarenas y Guatire. Posteriormente se publican las estadísticas de las materias primas utilizadas en la industria de aceites y vegetales. Se incorporan las palabras de William W. Solomon sobre la exportación de enlatados de vegetales y frutas y la variable de los costos. Leopoldo Correa afirma sobre la tarea venezolanista de la industria de aceites y grasas vegetales comestibles. El Dr. A. Ramírez Torres afirma que el alza del costo del dinero no es noticia halagüeña para nadie y es necesario la aplicación de ciertas medidas. Más adelante, el Dr. Oscar Machado Zuloaga afirma que con la elevación de impuestos municipales se interrumpe la instalación de nuevas industrias en Guarenas. De acuerdo con el Dr. Gabriel Pérez Perazzo, Secretario Ejecutivo de la Comisión de Financiamiento a la Pequeña y Mediana Industria, afirma que la entidad debería pasar a realizar una actividad promocional. Miguel Alfonzo Ravard reconoce que en este momento Venezuela está comenzando el desarrollo industrial gracias a la capacidad de producción del sector. Freddy Müller afirma que la industria láctea continúa su trayectoria creciente. 

Si desea visualizar o descargar esta revista puede hacer clic en el siguiente botón

     El ingeniero R. Salas Capriles intervino en la Asamblea de “Alainee” en México a nombre de la delegación venezolana, se copian sus palabras. En el marco del foro manufacturero de la XXV Asamblea de Fedecámaras, el Dr. Argenis Gamboa desarrolla un esquema para el desarrollo de la industria siderúrgica. En temas relacionados con la producción, se presenta un artículo sobre el papel del empaque y la imagen del producto. Luego de ello se presenta el homenaje del diario El Universal a la Asociación Nacional de Anunciantes ANDA. Más adelante se incorporan las declaraciones del Dr. Giménez Landínez sobre las finalidades de la reforma agraria en el encuentro con delegados del Instituto Agrario Nacional. José Vicente Zozaya, presidente de la Asociación de Industriales de caramelos, chocolates y productos similares reflexiona sobre la producción del sector y el contexto venezolano. El periodista J. Sanjuán escribe un artículo de opinión en el que hace un balance de la economía venezolana a lo largo del mes transcurrido. Francisco González D. escribe sobre la necesidad de definir los campos de acción de los sectores público y privado. Se publica un artículo sobre las aplicaciones de los recubrimientos electrolíticos de aleación estaño-níquel.

Más revistas

Noviembre de 1968

El número está dedicado a la industria de la joyería y relojería.

Julio de 1968

Esta edición está dedicada al tema de la integración del desarrollo.

Mayo de 1968 – N192

Esta edición está dedicada a la Asamblea de Fedecámaras y la industria de los alimentos.

Julio de 1969

Julio de 1968

REVISTA PRODUCCIÓN

Julio de 1968

Sinopsis

Por: Esther Mobilia

Esta edición está dedicada al tema de la integración del desarrollo. Inicia con la presentación de las Gacetas Oficiales de carácter económico publicadas en la legislación venezolana. Se presenta un artículo escrito por Rafael García-Planas sobre el tema de la integración del desarrollo. Más adelante se publican algunos datos sobre la industria textil, proporcionados por Alfredo Blohm, presidente de la asociación textil venezolana. Con respecto a la reunión de Bogotá en el marco del Pacto Andino, se reproducen las declaraciones de Armando Branger y la complejidad del proceso de negociación. Más adelante, se reproduce la posición de la Asociación Textil Venezolana con respecto al proyecto de acuerdo conocido como Pacto Andino y la reproducción de las cifras del sector en el año 1966 y 1967. Más adelante, Antonio José González presenta una reseña histórica del desarrollo de la industria textil venezolana. Peter Ongijantzi presenta un artículo sobre la guerra de las fibras sintéticas. Se publica una nota sobre la entrega de los premios de la Asociación Nacional de Anunciantes (ANDA), correspondientes al año 1967. En el marco de la feria de Cúcuta, se reseña el gran éxito de los productos venezolanos. Con respecto a las noticias relacionadas con el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, se presenta una nota sobre el homenaje dado a los periodistas. Se presentan noticias breves sobre el área de recursos humanos y el clima organizacional. En temas de manufactura, Ricardo Suárez reflexiona sobre el exceso de tiempo o tiempo perdido en la producción. Se informa sobre cómo a FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) promueve las actividades pesqueras en el mundo. El periodista J. Sanjuán escribe un artículo de opinión en el que hace un balance de la economía venezolana a lo largo del mes transcurrido. Con el seudónimo de Indargi, se nos presenta un artículo sobre la evolución de las estructuras de cara al progreso científico. Othmar Schurch, subdirector del Banco Cantonal de Berna, escribe una nota sobre el sistema suizo de financiación de exportaciones. Se extrae un fragmento del artículo del Dr. Enrique Sánchez titulado Por qué la Productividad beneficia a los Trabajadores, y se pasa a desarrollar el tema de la ley de bienestar material. 

Si desea visualizar o descargar esta revista puede hacer clic en el siguiente botón

     Luego de ello se reproduce un artículo sobre el papel de la industria venezolana en el desarrollo económico y luego otro sobre los cambios que deben promoverse en el sector industrial. P. Mendes France reflexiona sobre el desarrollo regional y la industrialización. Culmina la edición con las direcciones y los contactos de los asociados a la Cámara de Industriales de Caracas.

Más revistas

Mayo de 1968 – N193

Esta edición está dedicada a la industria de la construcción.

Septiembre de 1969

El número está dedicado a los sectores textil, confección, joyería y relojería.

Abril – Mayo de 1992

El titular de la edición reseña el tema del contrabando y el ilícito aduanero.

Boletín – Volumen 92

Boletín – Volumen 92

BOLETINES

Boletín – Volumen 92

Sinopsis

Por: Dr. Jorge Bracho

     La edición que corresponde al primero de julio de 1921 abre su página 1097 con “Contribución al centenario de la batalla de Carabobo” en que advierten la publicación de escritos relacionados con Venezuela y la conmemoración que se llevaría a cabo. En la misma página aparece “Situación mercantil” en la que se anuncia que la situación económica continuaba siendo complicada. En “Asamblea Ordinaria de la Cámara de Comercio de Caracas” (Pp. 1097-1100) se ofrecen pormenores de este encuentro. Entre otros asuntos se anotó que el Boletín se publicaba cada mes, tal como se había aprobado en 1919. También se trataron asuntos como los: fiscales, administrativos, mercantiles, convenios internacionales, relación con otras Cámaras del interior y del exterior del país, así como gastos, fondos existentes y un balance de gastos y ahorros.

     Entre las páginas 1100 y 1104 se puede leer “El ferrocarril a nuestros Llanos”, suscrito por Germán Jiménez, en que se crítica a quienes sostenían que las vías ferrocarrileras en Venezuela no eran necesarias por la escasez de población.

Boletín 92

Si desea visualizar o descargar este boletín puede hacer clic en el siguiente botón

     Sin embargo, se adujo que ellos constituyeron un elemento civilizador en sus fronteras. La conclusión, que el mejor sistema de transporte para los Llanos era la vía férrea y no las carreteras. Para ratificar esta aserción se presenta un cuadro de cabezas de ganado existentes en 1839 y 1920, del que se deriva que en ochenta años no se había duplicado el número de reses existentes. Entre las causas de esta situación se establecieron las siguientes: las guerras civiles, la falta de agua, las pestes y el deterioro de las vías de comunicación.

     En la página 1105 y 1108 se puede ubicar “Sobre inmigración. Puntos primordiales de la ley de la materia que interesan al país y a los inmigrantes”. En el mismo se argumentó la necesidad de inmigrantes para un país casi despoblado. Se consideran, además, los lugares adecuados donde ubicar a los inmigrantes. Luego se lee “El chocolate y el Chorote. Estudio histórico” (Pp. 1109-1111). Luego le sigue otro artículo de corte histórico “La primera Bolsa de Caracas en 1805” (Pp.1112-1114) de Manuel Landaeta Rosales. Por otro lado, se presenta “Comercio de cabotaje del Puerto de La Ceiba” (Pp.1114-1115). La página 1115 mostró “Voz de alarma” donde se advertía el peligro del bolchevismo para el porvenir de la humanidad.

     Entre las páginas 1115 y 1116 se incluyó “Revista de los principales productos del territorio Delta – Amacuro”, entre los que destacan las cosechas de cacao, maíz, plátanos, ocumos, café, la explotación del balatá, así como del pondare, las maderas, el oro y algunos minerales. De seguidas, se lee “Informe sobre la pesca de peces y la región de Cumanacoa del estado Sucre”, preparado por el gobernador de la entidad, el general Juan Alberto Ramírez.

     Desde la página 1116 hasta la 1123 se insertó “Sobre inflacionismo. Juan Law y su sistema (1716-1720)”. Le continúa “Situación de Inglaterra y consideraciones sobre las huelgas y uniones del trabajo” (Pp. 1123-1124). Se insertaron, también, unas cartas redactadas en 1828 por Pedro Briceño Méndez relacionadas con asuntos de Hacienda y la situación de la agricultura para este año (Pp. 1124-1129). Como parte de la conmemoración se insertó “Un capítulo del `Viaje a la parte oriental de tierra firme en América Meridional”, escrito por Francisco Depons (Pp.1129-1141). En este mismo orden, se incluyó “Primer Acto de la patria en favor de la agricultura y el comercio” (P. 1141). Le sigue, “El comercio y la Navegación entre España y las Indias en época de los Habsburgo” (Pp. 1141-1151).

     En la página 1151 aparece “Exportación de café en Puerto Cabello en mayo de 1921”, en la 1152 “Exportación de cacao por Puerto Cabello en el mes de mayo de 1921”, “Exportación de pieles de chivo en Puerto Cabello en mayo de 1921”, “Café exportado de Maracaibo en mayo de 1921”, en la 1153 “Resumen de la estadística agrícola del estado Monagas”, en la 1154 “Resumen de la estadística pecuaria del estado Monagas”, “Resumen de la estadística mercantil del estado Monagas”, “Tipos de cambio en Caracas sobre el exterior en junio de 1921”, en la 1155 “Movimiento de valores públicos en la Bolsa de Caracas y en la de Maracaibo en junio de 1921”.

Más boletines

Boletín – Volumen 129

Este número apareció el 1 de agosto de 1924 en cuyas páginas iniciales se lee “Situación mercantil”.

Boletín – Volumen 119

Situación mercantil

Boletín – Volumen 91

Situación comercial

Loading
Abrir chat
1
¿Necesitas ayuda?
Escanea el código
Hola
¿En qué podemos ayudarte?