Orígenes de la rivalidad Caracas-Magallanes – Parte II

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Orígenes de la rivalidad Caracas-Magallanes – Parte II

Royal en la cúspide

 

     Ante la posibilidad de que se reanudara la serie de primera división, con la dura experiencia de haber sucumbido frente a los muchachos del Royal, la directiva del equipo Magallanes decidió emprender la búsqueda de refuerzos provenientes de equipos de la provincia. Fue así como consiguieron que el equipo Latinos de la ciudad de Valencia les cediera al lanzador Balbino Inojosa, al receptor Manuel Malpica y al antesalista Gustavo Coronel.

     En octubre de 1929, Magallanes retó al Royal a jugar una serie de cinco encuentros, pero Corao les respondió que “primero debían alargarse los pantalones”. El conjunto de Sarria elevaba cada día más la popularidad gracias a sus frecuentes éxitos con jugadores venezolanos. Por esos días se disponían a estrenar nuevos uniformes, encargados a una tienda en Estados Unidos y en los que por primera vez exhibía el nombre Royal Criollos en la camiseta. Magallanes entonces no tuvo más remedio que buscarse otro rival. Fue así como retaron al Santa Marta de La Guaira, otro equipo de buenas credenciales en la época, que se preparaba con algunos refuerzos extranjeros. Los litoralenses aceptaron jugar dos encuentros en el Stand Nacional los días 15 y 28 de noviembre. Magallanes ganó los dos partidos, con sobresaliente desempeño monticular de Inojosa en ambas oportunidades. “El Indio” de Puerto Cabello ponchó a 10 y conectó de 4-3 con dos remolcadas en el primer choque y en el segundo juego lanzó blanqueada de dos hits, fusiló a 14 enemigos y bateó de 4-2. Eso le dio elementos a Lord para destacar, a ocho columnas, en la sección deportiva de El Nuevo Diario, el siguiente titular: “INOJOSA BBC”.

     Desde luego que esta actuación animó a jugadores y directivos magallaneros a lanzarle un nuevo reto al Royal Criollos.

     El cual fue aceptado por Corao en los siguientes términos: “En virtud de haber arrendado el antiguo Stand Nacional, que en lo adelante se denominará Stand Royal, no tenemos ningún inconveniente en aceptar el reto que nos lanzó el Magallanes. El Royal tan solo exige que los cinco partidos se efectúen en su feudo”.

Magallanes sobrado

 

      El equipo de Catia necesitó cuatro juegos para despachar al Royal Criollos en la serie y llevarse a su vitrina el hermoso trofeo donado por los señores Felipe Landáez y Andrés Hasen, dueños de la Sastrería Londres.

     El domingo 12 de enero de 1930 se jugó el único partido en el Stand Royal. El hermético pitcheo de Inojosa y un jonrón del puertorriqueño Benito Torrens “Juey”, fueron suficientes para que el Magallanes se impusiera con marcador de 2 carreras por 0.

     El segundo encuentro se fijó para el domingo 2 de febrero, pero desde varios días antes se dio a conocer que, debido al alto interés despertado en la fanaticada capitalina, la serie se trasladaba al Stadium San Agustín y que los organizadores se veían obligados a cobrar entrada para controlar la cantidad de público. Nuevamente Inojosa sobresalió desde el montículo y con el madero para llevar al Magallanes a imponerse por tremenda paliza de 10 carreras a 2. AVJota en tono sarcástico, deslizaba en su crónica que el agua de la laguna de Catia había “sacado la mabita” (pava) del cuerpo de los peloteros del Magallanes, mientras que, a propósito del segundo revés, Lord atribuía al mal estado del campo de San Agustín la segunda derrota de los de Sarria.

Aviso juego Royal Criollos vs. Magallanes, 1932

     El domingo 9 de febrero Royal Criollos ganó por primera vez en la serie, gracias a la excelente labor del pitcher Francisco Hernández y al bate del camarero Manuel Arratia, quien sonó par de dobles, anotó dos veces, remolcó dos carreras y se robó dos bases para conducir a los del equipo de Sarria a victoria de 6 por 4. Balbino Inojosa perdió por primera vez con la camisa del Magallanes.

     El domingo 16 de febrero los de Catia le pusieron fin a la serie. Unas 12 mil personas se dieron cita en los grounds de San Agustín para ver a Inojosa nuevamente sobrado en la lomita. En esta ocasión el carabobeño aceptó apenas dos hits y se apuntó su segundo blanqueo de la serie para alzar orgullosamente la Copa Londres y alargar los pantalones de un Magallanes que se ganaba el corazón de muchos aficionados y con este resultado daba gran empuje a la naciente rivalidad con el Royal Criollos de Sarria.

Reseña del primer juego entre Royal y Magallanes, publicada en El Nuevo Diario, 22 de julio de 1929

     La serie sirvió también de preparación a ambos elencos para la que sería su primera competencia de envergadura, ya que por primera vez, entre abril y septiembre de 1930, se verían las caras en el campeonato de Primera División. La única diferencia estaría en que, gracias a la audacia de Jesús Corao, Inojosa pasaría a las filas del Royal Criollos, atraído por un contrato de 300 bolívares mensuales.

     El sábado 19 de abril de 1930, Magallanes se impuso 5 carreras por 1 al Royal en el primer encuentro entre ambos equipos en la Serie Nacional de Primera División. El puertorriqueño Francisco “Pancho” Coimbre superó a Inojosa en gran duelo monticular. Los de Catia consiguieron el primero de los dos títulos que obtuvieron en ocho incursiones de la categoría y dividieron 2-2 en los cuatro compromisos que sostuvieron ante los de Sarria.

Debut como “eternos rivales”

     La atracción por los encuentros entre Royal Criollos y Magallanes continuó creciendo. Al punto que la Asociación Venezolana de Base Ball (AVB) decidió abrir el calendario de la temporada de 1931 con un derbi entre estos equipos.

     El 26 de abril de 1931, Magallanes triunfó 2-1 en tremendo duelo en el que “Nestico” Sánchez doblegó a Balbino Inojosa. Este juego tuvo la particularidad de ser el primero en transmitirse a través de la radio en el país. Correspondió al narrador cubano Esteban Ballesté perifonear las incidencias a través de la emisora Broadcasting Caracas YV1BC, en tanto que Tommy Bitter, cronista de la revista Stadium, acuñó por primera vez el calificativo de “eternos rivales” a esos dos elencos. La serie de ese año 1931 finalizó 2-1 a favor del Royal, conjunto que ganó el primero de sus tres gallardetes en los campeonatos de primera categoría.

     Para 1932, las fanaticadas de Sarria y Catia se llenaron de apasionada expectativa por la oportunidad que tenían sus divisas de llevarse la corona para probar la superioridad del uno sobre el otro. Pero inesperadamente el Royal se retiró del torneo por problemas económicos debido a que perdió el respaldo del coronel Gonzalo Gómez, quien acababa de fundar su propio equipo, Águilas del Concordia.

     Para sorpresa de muchos, ni Royal, ni Magallanes, ni Concordia consiguieron titularse. Entre los diez clubes participantes ̶ cifra récord ̶ sobresalió el equipo Caribes, en el que destacaron los cubanos Manuel “Cocaína” García y Pelayo Chacón.

     En la serie de 1933 reapareció el Royal. Los de Sarria ganaron sus dos encuentros ante Magallanes, y este conjunto de Catia, agobiado por las deudas, se retiró.

     En enero de 1936, un mes después del fallecimiento del general Juan Vicente Gómez, Magallanes y Royal trataron de reanimar el ambiente deportivo capitalino con una serie amistosa. Balbino Inojosa retornó a las huestes de la divisa de Catia, en tanto que con los del equipo de Sarria debutaba la joven promesa barloventeña Vidal López, pitcher que condujo al Royal Criollos a ganar 4-0. Ese día aceptó apenas un hit que se lo conectó Inojosa. La serie de cuatro juegos quedó pareja 2-2.

     En 1940 intentaron reanimar la rivalidad Magallanes-Royal una vez más con un encuentro destinado a recaudar fondos para la selección nacional que se disponía a asistir por primera vez al Campeonato Mundial Amateur, en La Habana, Cuba. El domingo 25 de agosto, el club de Sarria se impuso 5-1 en lo que fue el último choque en la historia de estos dos equipos.

Rivalidad reanimada

 

     El 31 de octubre de 1942 ̶̶ por iniciativa de Jesús Corao, animado por rescatar la pugna de los años 30 entre Royal y Magallanes y como parte de la preparación para el torneo 1942- 43 de Primera División ̶, en el Stadium San Agustín se produjo el primer encuentro entre el Magallanes y el equipo Cervecería Caracas, recién fundado por Martín Tovar Lange, y en cuyo plantel estaba buena parte de la selección nacional que ganó la Serie Mundial Amateur de 1941 en Cuba.

     Ese sábado Magallanes ganó 4 a 0, gracias a la labor monticular de Vidal López, quien facturó lechada de cinco hits. En la lomita contraria, Alejandro “Patón” Carrasquel fue castigado con 10 imparables y regaló cuatro pasaportes.

     Casi dos meses más tarde, en el marco de la eliminatoria del torneo de máxima clasificación, se produjo la primera confrontación entre ambos elencos.

Fanáticos en un juego Royal Criollos vs. Magallanes, en el estadio San Agustín, 1930

    Ya Corao había convencido a López para que se incorporara a las filas lupulosas. Desde donde logró blanqueada de 3-0 ante sus ex compañeros del Magallanes. Y, de paso, como cuarto bate, ligó de 4-3 y pisó la goma en par de oportunidades.

     En total, entre 1942 y 1945, Magallanes y cervecería se midieron en 14 ocasiones en encuentros de la primera división con balance de 8-6 a favor del conjunto de Catia.

     La historia continuó a partir del 24 de enero de 1946. En el primero de más de 800 juegos que han disputado estos clubes en las últimas ocho décadas, el Cervecería Caracas se impuso 8-6.

     El balance entre enero de 1946 y enero de 2021 arroja que en temporada regular los eternos rivales han jugado bien parejo en las eliminatorias de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP). De 809 juegos Magallanes ha ganado 402 y Caracas se ha impuesto en 393, mientras que 14 choques han terminado empatados. De 67 series, Magallanes se ha impuesto en 33 y Caracas en 29. Y Magallanes se ha coronado en dos de las tres finales que han protagonizado los eternos rivales.

 

Orígenes de la rivalidad Caracas-Magallanes – Parte I

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Orígenes de la rivalidad Caracas-Magallanes – Parte I

     Los clubes Royal Criollos y Magallanes iniciaron en 1928, a través de las páginas deportivas de dos diarios capitalinos, lo que se considera como la máxima expresión de la pasión por la pelota en Venezuela. Ahí está el embrión de la pugna que hoy día sostienen Leones y Navegantes. Rivalidad deportiva que mayor pasión y entusiasmo produce en Venezuela, vale decir, el entusiasmo y locura que se genera en el país cada vez que se enfrentan los equipos Caracas y Magallanes en la pelota profesional, está muy cerca de llegar a un siglo.

     Mucha gente se pregunta por el origen de las hostilidades entre estos dos clubes, es decir, ¿cómo se dieron los primeros enfrentamientos que generaron tanto ánimo y locura en la fanaticada?

     Para conocer la leyenda de la bien llamada eterna rivalidad es necesario revisar muchos diarios y revistas, hay que ir un poco más atrás del nacimiento del club Cervecería Caracas, surgido en el año 1942, al calor de la victoria que consiguió la selección nacional en la Serie Mundial Amateur de La Habana, en octubre de 1941.

     El punto de partida de la investigación está en el año 1928, cuando abrió sus puertas el legendario Stadium San Agustín. Con la inauguración de esa primera gran catedral de la pelota caraqueña, los amantes del béisbol de máxima categoría aseguraron que el interés por esta disciplina deportiva se desbordaría por completo, más del que se generaba unas cuantas cuadras hacia el norte, en el Nuevo Circo de Caracas, cada vez que se presentaba una atractiva corrida de toros.

     Pero el elemento político se atravesó para afectar los planes, ya que por los días previos a la apertura del nuevo estadio se produjo una manifestación, encabezada por jóvenes líderes del movimiento estudiantil universitario, como Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba, Raúl Leoni y Guillermo Prince Lara, entre otros, quienes reclamaban cambios a la dictadura del general Juan Vicente Gómez, quien ordenó una cruel ola de represión que condujo a varios de estos muchachos a la cárcel.

     Esta manifestación, cuyos convocantes fueron conocidos como la Generación del 28, obligó a paralizar por varios meses las actividades deportivas, culturales, de entretenimiento y las reuniones públicas en las principales ciudades del país.

     No fue hasta el mes de mayo de 1928 que comenzó a moverse nuevamente la actividad de la pelota en San Agustín, pero sin la presencia del club Royal, divisa que había nacido en el año 1918 por iniciativa de Fernando Pacheco, un año después del nacimiento del Magallanes. Ambos equipos desaparecieron casi inmediatamente y volvieron a surgir en la década de 1920: Royal en 1922 y Magallanes en 1927.

Bolas y strikes en los periódicos

     Con la revuelta del año 28 fueron a parar a los fríos y lúgubres calabozos de la cárcel caraqueña de La Rotunda varios peloteros del Royal. Entre ellos Jesús Corao, mientras que otros se vieron obligados a huir del país, por lo que el equipo quedó completamente desmantelado.

     De igual manera, el Magallanes trataba de reclutar talento con la intención de volver a retar al Miranda, que entonces se ufanaba de ser el mejor equipo del oeste de la ciudad, al cual logró vencer por primera vez, por paliza de 31 a 2, el 29 de julio, con extraordinario pitcheo de Carlos Alvarado. De esta manera Magallanes comenzó a ganar prestigio. La victoria ante el Miranda de Pagüita alborotó a otros buenos equipos de la zona de Catia, como el Sucre de Caño Amarillo, para alzar la copa Las Tres Lunas y ganarse el principal titular de la página deportiva del diario La Esfera ̶ periódico caraqueño de intereses generales ̶ , en su edición del 11 de septiembre de 1928.

     El cronista Juan Antillano Valarino (AVJota) llamó entonces al Magallanes, club por el que  comenzaba a mostrar cierta inclinación, como “Ídolo de Tres Parroquias”: Caño Amarillo, Pagüita y Camino Nuevo. De inmediato, el 12 de septiembre de 1928, los lectores fueron testigos de la respuesta de Luis Manuel Hernández (Lord), jefe de la sección deportiva de El Nuevo Diario, el rotativo de más alta circulación del país e identificado hasta los tuétanos con el régimen gomecista, quien señaló lo siguiente: “hay que ser bien neófito en el béisbol para afirmar que ese esperpento de equipo llamado Magallanes, es ídolo de no sé qué cosa. De nada, ese club no es ídolo de nada. Aquí el único equipo que se ha ganado el amor de los venezolanos es el Royal, novena que hoy, desafortunadamente, duerme la siesta, pero que pronto despertará para darnos nuevamente grandes satisfacciones en los campos de pelota. Así me lo informaron recientemente algunos antiguos integrantes de esa novena. Amanecerá y veremos”.

     Tres días después, en la edición de La Esfera del 15 de septiembre de 1928, AVJota le respondió a su colega Lord: “Eso de alabar muertos es pavoso. Magallanes es un ídolo que viene en ascenso. Comenzó siendo el amuleto de tres esquinas: Camino Nuevo, Solís y Marcos Parra, para convertirse en el ídolo de tres parroquias: Agua Salud, Caño Amarillo y  Pagüita. Esa es la verdad, duélale a quien le duela. Lo demás es pamplina de aficionado embriagado”.

Reseña del primer juego entre Royal y Magallanes, publicada en El Nuevo Diario, 22 de julio de 1929

     Tres días después, en la edición de La Esfera del 15 de septiembre de 1928, AVJota le respondió a su colega Lord: “Eso de alabar muertos es pavoso. Magallanes es un ídolo que viene en ascenso. Comenzó siendo el amuleto de tres esquinas: Camino Nuevo, Solís y Marcos Parra, para convertirse en el ídolo de tres parroquias: Agua Salud, Caño Amarillo y  Pagüita. Esa es la verdad, duélale a quien le duela. Lo demás es pamplina de aficionado embriagado”.

     El contrapunteo entre los dos cronistas de los más importantes periódicos caraqueños de finales de los años veinte, se hizo cada vez más frecuente y ácido. Lord llegó a calificar al Magallanes como un “equipo de medio pelo”, mientras que AVJota respondía llamándolo “hablador de pamplinas y defensor de un club que estaba muerto”.

La gran popularidad del Magallanes se debe, en gran medida, al estelar lanzador carabobeño Balbino Inojosa

Primer juego Royal-Magallanes

 

     En medio de esta polémica ventilada en las páginas deportivas de los diarios caraqueños, reapareció el Royal con el apoyo de Jesús Corao, quien al abandonar la prisión de La Rotunda se propuso reorganizar el equipo y convertirlo en una maquinaria conformada de jugadores venezolanos.

     En los primeros meses de 1929 se dedicó Corao a reclutar el mejor talento criollo disponible. Convenció a muchachos de varios clubes para que se incorporaran a las filas del Royal y fue probando a los aspirantes en juegos amistosos o de fogueo. Uno de esos choques preliminares fue contra el Magallanes, el domingo 29 de julio de 1929, en el Stand Nacional de Sarría, sede del club royón. En esa oportunidad consiguieron contundente victoria de 11 carreras por 6 ante la novena de Catia.

     Este primer desafío entre el Royal y el Magallanes renovó la polémica entre los cronistas en las páginas de El Nuevo Diario y La Esfera. Lord hizo chanza en su comentario al decir que Magallanes había perdido con la sombra del Royal, debido a que el conjunto de Corao presentó puros novatos en su nómina y los jugadores magallaneros eran muy experimentados. Incluso le recomendó a los magallaneros que se fueran a descansar al parque de El Calvario, tras pasar todo el encuentro corriendo detrás de la bola y que luego se dieran un baño en la laguna de Catia para ver si se sacudían la pava.

     El 1° de agosto AVJota respondió en La Esfera: “Un traspié lo da cualquiera. Magallanes tiene una gran virtud, sabe perder y lo que es más grande aún, sabe respetar”.

Carpentier desarrolló en Venezuela gran parte de su obra literaria

Carpentier desarrolló en Venezuela gran parte de su obra literaria

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Carpentier desarrolló en Venezuela gran parte de su obra literaria

     Alejo Carpentier, escritor cubano nacido en Suiza en 1904 fallecido en Francia en 1980, vivió exiliado en Venezuela junto con su esposa Lilia durante 14 años (1945-1959).

     Al arribar a Caracas en 1945 contaba con 35 años de edad, originalmente llegó a trabajar en la agencia de publicidad ARS, animado por su amigo Carlos Eduardo Frías.

     Durante su permanencia en nuestro país desarrolló una de las etapas más fecundas de su vida intelectual; ejerció como periodista, crítico musical y editor de cuentos. Escribió en diarios y revistas. En el periódico caraqueño El Nacional mantuvo durante muchos años una muy leída columna titulada “Letra y Solfa”, en la cual dio a conocer importantes estudios musicales, costumbres, folklore, arte popular, expresando su admiración por la capacidad creadora del venezolano.

     En Caracas, en marzo de 1948, termina de escribir, luego de quince años, su primera gran novela: El reino de este mundo, la cual será publicada en México, en 1949. En el prólogo de esta excelente obra literaria, Carpentier ensaya por primera vez su teoría de lo real maravilloso, considerado como el antecedente del realismo mágico del colombiano Gabriel García Márquez

Carpentier desarrolló en Venezuela una de las etapas más fecundas de su vida intelectual

     Alejo Carpentier, escritor cubano nacido en Suiza en 1904 fallecido en Francia en 1980, vivió exiliado en Venezuela junto con su esposa Lilia durante 14 años (1945-1959).

     Al arribar a Caracas en 1945 contaba con 35 años de edad, originalmente llegó a trabajar en la agencia de publicidad ARS, animado por su amigo Carlos Eduardo Frías.

     Durante su permanencia en nuestro país desarrolló una de las etapas más fecundas de su vida intelectual; ejerció como periodista, crítico musical y editor de cuentos. Escribió en diarios y revistas. En el periódico caraqueño El Nacional mantuvo durante muchos años una muy leída columna titulada “Letra y Solfa”, en la cual dio a conocer importantes estudios musicales, costumbres, folklore, arte popular, expresando su admiración por la capacidad creadora del venezolano.

Carpentier escribió en Venezuela una de sus grandes obras, Los pasos perdidos, 1952

     En Caracas, en marzo de 1948, termina de escribir, luego de quince años, su primera gran novela: El reino de este mundo, la cual será publicada en México, en 1949. En el prólogo de esta excelente obra literaria, Carpentier ensaya por primera vez su teoría de lo real maravilloso, considerado como el antecedente del realismo mágico del colombiano Gabriel García Márquez.

     También como residente de la capital venezolana creó otras de sus tres grandes obras: Los pasos perdidos, 1952, inspirada en la geografía venezolana; El acoso, 1956 y El siglo de las luces, que terminó en 1958, pero fue publicada en 1962.

     A lo largo de su estancia en Venezuela publicó más de dos mil trabajos en sus columnas de El Nacional, al tiempo que tomó parte activísima en la vida intelectual del país. Junto a Miguel Otero Silva y Arturo Uslar Pietri, integró el jurado del concurso de cuentos patrocinado por este diario desde 1952 y participó en la organización de las primeras ediciones del Festival de Música Latinoamericana de Caracas. También fue conferencista y profesor de la Universidad Central de Venezuela.

     A mediados de 1959, tras el triunfo de la revolución comunista cubana, liderada por Fidel Castro y Ernesto “Che” Guevara, regresa a su país y ocupa altos cargos en el sector cultural hasta que es nombrado embajador en Francia, en 1966, cargo que desempeña hasta su desaparición física.

     En 1978, un par de años antes de su muerte, le conceden el Premio Cervantes, máximo galardón de las letras hispanas, en reconocimiento a su significativo aporte a la literatura latinoamericana.

     Una muestra elocuente del conocimiento que tuvo sobre la realidad cultural venezolana lo constituye el siguiente escrito, publicado en El Nacional, en la edición del viernes 14 de diciembre de 1951.

AGUINALDOS Y PARRANDAS

Por Alejo Carpentier

 

     Venezuela es el País que puede mostrarse orgulloso de haber conservado, con sorprendente vitalidad y carácter propio, la tradición encantadora de los villancicos, aguinaldos y parrandas, que en un tiempo acompañaron, en todo el mundo cristiano, las festividades pascuales. Y digo que “en un tiempo acompañaron…”, porque sorprende, en verdad, que una costumbre tan grata, fuente de la más tierna invención melódica, propiciadora de las coplas y pastorelas de una deliciosa poesía, haya desaparecido tan completamente de ciertos países donde esa tradición existió hasta fines del siglo pasado. No hablemos ya de muchas naciones europeas donde el villancico se ha vuelto una cosa erudita, remozada cada año con gran trabajo, sobre manuscritos nada dicen ya al pueblo. (Debe reconocerse que los ingleses, en cambio, fueron excepcionalmente hábiles en conservar y hacer cantar, como una suerte de rito pascual colectivo, sus “ChristmasCarol´s). Lo raro es que ciertos países de nuestro continente, que recibieron el villancico de mano de los conquistadores y escucharon coplas de Juan del Encina en los tempranos días de la colonización, hayan perdido, de modo tan absoluto, la tradición de los aguinaldos y parrandas. Es inexplicable, por ejemplo, que, en un país como Cuba, tan rico en fuerzas creadoras de música popular, el villancico haya desaparecido totalmente, sin dejar rastro. Es probable que algún sacerdote músico haga cantar coplas pascuales en algún templo en la Habana o en alguna vieja iglesia colonial, en noche de Navidad. Pero no encuentra ecos realmente en la memoria del hombre de la calle, ni haya resonancia en el holgorio arrabalero de lechón asado y plátano verde. Y, sin embargo, mis investigaciones realizadas en la catedral de Santiago me pusieron sobre la pista de una serie de manuscritos maravillosos, de villancicos compuestos, a mediados del siglo XVIII, por el maestro de la capilla de música que era criollo. Lo que demuestra que allí la tradición fue tan observada como en México o Venezuela. ¿Por qué se perdió,entonces?… ¿Y por qué se perdió en tantos otros países de nuestra América? …

– ¡Tun, tun!

– ¿Quién es?

– ¡Gente de Paz!

      Para que un furruco empiece a sonar no se sabe dónde y en un coro salido del norte, sur, añada a compás, y en la melodía exacta:

-Ábrannos la puerta

Que ya es Navidad.

El escritor cubano Alejo Carpentier vivió exiliado en Venezuela durante 14 años

     La conservación, anotación, difusión, de los aguinaldos, villancicos, y cantos pascuales, donde todavía perdura su tradición en América, es labor que incumbe a los músicos de nuestro continente- Labor en la que el maestro Sojo ha dado orientaciones y ejemplos fecundos. Aún los espíritus más irreligiosos conocen la emoción del canto pascual, que es una de las manifestaciones más auténticas y puras del alma popular (“Villancico” era, originalmente, “Villanela”, canción “a lo villano”, campestre, rústica).

     Suerte tiene, pues, Venezuela, de conservar una tradición que le viene de muy lejos, y haber tenido músicos que a tiempo se aplicaron a anotar, armonizar, editar, lo que el debilitamiento de una tradición oral ha dejado de perderse, irremisiblemente, en otros países.

Crisis de combustible requiere soluciones urgentes y permanentes, no pañitos calientes ni improvisaciones

Crisis de combustible requiere soluciones urgentes y permanentes, no pañitos calientes ni improvisaciones

Crisis de combustible requiere soluciones urgentes y permanentes, no pañitos calientes ni improvisaciones

     Ante la falta de diésel, Leonardo Palacios, presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios, La Cámara de Caracas, advierte que el colapso, por la paralización la producción de bienes y la prestación de servicios para el bienestar de los venezolanos, no aguanta mucho más de un par de semanas, por lo que son urgentes medidas a largo plazo.

     Reiteró que el gobierno no puede transferir al sector privado su responsabilidad en la resolución de las fallas en el suministro de combustible, que agravan lo que Palacios denomina “pandemia económica”.

     “Es al gobierno al que corresponde atender la crisis de combustible, que no puede resolverse con pañitos calientes, con el traslado de costos adicionales, transaccionales y financieros de importación de producto en un marco regulatorio que se hace muy complejo para tales fines. Debe haber una respuesta oficial contundente a todas aquellas exigencias, que no son más que el clamor de todo el sector privado productivo, para beneficiar a la ciudadanía en general, y evitar que la pandemia sanitaria se siga solapando con la pandemia económica, causando mucho más estragos en la situación del país y específicamente en la afectación del derecho fundamental de los venezolano de acceder a bienes y servicios para satisfacer sus necesidades”.

     Palacios recordó que el pasado mes de marzo, la institución que preside se pronunció junto a las cámaras regionales, representantes del sector comercial e industrial, exigiendo una pronta solución y que la respuesta, ofrecida para un plazo que no genera credibilidad ni tranquilidad por tardía, no puede circunscribirse única y exclusivamente a pasar esa responsabilidad a los empresarios, cuándo es el Gobierno el que debe dar de manera clara y transparente al suministro de diésel.
Insiste en que los eslabones de la cadena productiva requieren respuestas urgentes acordes a la situación crítica que vive el país, agudizada con la pandemia, y que el Plan de 60 días propuesto por el gobierno, no atiende el problema con la inmediatez que se requiere.

     El presidente de la Cámara de Caracas considera que el país no aguanta mucho más días la falta de diésel, por una crisis que refleja la incapacidad del gobierno de articular una política producción y distribución de combustible “evidenciando lo que ha sido la implosión de la industria petrolera en el país”.

     “Los venezolanos tienen no solamente derecho al tránsito libre por todo texto nacional, a acceder a bienes y servicios, sino también a no ser víctimas de un mercado negro, que perjudica la producción económica y encarece los productos, y que el gobierno debe evitar a mediante la sujeción plena al bloque de la legalidad (Constitución y las leyes)”.

Promoción y fortalecimiento de la justicia arbitral

Promoción y fortalecimiento de la justicia arbitral

Promoción y fortalecimiento de la justicia arbitral

     Este 21 de abril comenzó la II Cohorte del Programa de Estudios Avanzados de Arbitraje, PREAA, iniciativa del Centro de Arbitraje de la Cámara de Caracas con apoyo de la Universidad Monteávila y del Centro de Investigaciones y Estudios de Resolución de Conflictos, CIERC. La continuidad de esta experiencia educativa, es prueba del éxito de este programa que sirve para la divulgación y .promoción del arbitraje en Venezuela.

     Como parte de esa difusión de los medios alternativos para la resolución de conflictos fue realizada la videoconferencia “Egresados de la I Cohorte del PREAA”, con la moderación de la Dra. Diana Trías, directora ejecutiva del CACC, quien expresó su orgullo y alegría por el desarrollo del programa, que para la segunda cohorte cuenta también estudiantes de México, Estados Unidos y República Dominicana.

     El encuentro comenzó con palabras del Dr. Eugenio Hernández-Bretón, decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Monteávila, Dr. Leonardo Palacios, presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Caracas y del profesor Fernando Sanquírico, director del CIERC.

     Palacios, quien ha impulsado la realización del PREAA, ve en este plan educativo una forma de consolidar espacios institucionales para la defensa del Estado de derecho en Venezuela y a sus estudiantes como agentes fundamentales para la divulgación de los medios alternativos de solución de controversias y el fortalecimiento institucional del sistema de justicia a través de los mismos, cuya previsión es de carácter constitucional.

     Hernández-Bretón está convencido de que el éxito del futuro del arbitraje comercial en Venezuela, está exclusivamente en manos de los abogados del foro venezolano.

     Sanquíico considera que lo más importante del PREAA son sus estudiantes y el que puedan compartir lo aprendido para el ejercicio positivo del arbitraje, de su libertad y su profesión.

     En la actividad seis abogados a través de interesantes ponencias, presentaron diversos puntos relacionados con la justicia arbitral. Todos coincidieron en expresar su satisfacción por los aportes que a sus carreras han dejado los estudios avanzados sobre arbitraje.

     Déninso Márquez expuso sobre “El uso del arbitraje en línea como medio idóneo para la resolución de controversias a distancia y su aplicabilidad en Venezuela”, que ha sido ampliado a raíz de la pandemia de la COVID-19.

     Fidel Castillo habló de “La arbitrabilidad de la tacha de falsedad de instrumentos públicos” y explicó los elementos del acuerdo arbitral y cómo puede ser convocado el Ministerio Público a un proceso arbitral.

     Rosnell Carrasco y Pablo Trivella disertaron sobre “Control Constitucional del Laudo. Justicia Constitucional y el Arbitraje”. Carrasco precisó que la naturaleza propia del arbitraje, como un medio privado de resolución de conflicto, es totalmente contraria a la naturaleza pública de un tribunal.

     Trivella se refirió al amparo constitucional y en particular a como la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia nunca puede usurpar la competencia de los árbitros para decidir el fondo de un caso.

     Ariana Cabrera en su ponencia trató sobre un caso de derecho internacional y arbitraje de inversión, la “Aplicación del artículo 149 de la LOTTT en el caso Smurfit Kappa: Protección de inversiones según el Tratado Venezuela-Reino de los Países Bajos”

     Rito Prado presentó los argumentos a favor y en contra de “La renuncia al recurso de nulidad del laudo arbitral” e Indicó que los reglamentos tanto del Centro Empresarial de Conciliación y Arbitraje, CEDCA, como del Centro de Arbitraje de la Cámara de Caracas contienen disposiciones para la aclaratoria y corrección del laudo arbitral, que pueden ser usadas por las partes.

     La videoconferencia está en nuestro canal de Youtube: Cámara de Caracas, al cual los invitamos a suscribirse.

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