Leonardo Palacios

Leonardo Palacios

Leonardo Palacios

“Déjenme soñar y permítanme ejecutar"

“Veo con beneplácito que todos los que llegan a presidentes tienen un empuje para dar lo mejor de sí, y en 131 años cada gestión tiene su impronta, su legado y cada presidente se constituye en un referente (…), con la intención de dar lo mejor a la Cámara”.

Leonardo Palacios, abogado y experto tributario, tuvo sus primeros acercamientos con el sector gremial cuando se desempeñó como director de fiscalización y rentas del Consejo Municipal de Sucre, y a partir de allí, comenzaron los vínculos con las cámaras y comercios que se consolidaron luego con el proyecto de reforma tributaria, y lo llevaron a trabajar con las diversas instituciones de industriales, entre ellas Conindustria, Consecomercio y la Cámara de Comercio de Caracas.

Palacios recuerda sus dos primeros acercamientos con la Cámara: el primero en una reunión con el Ministerio de Hacienda por la reforma tributaria, y el segundo, haciendo una presentación “ante todos los capitanes de empresa sentados en ese gran mesón”, donde hubo un intercambio estrecho.

 

Años más tardes, por el impulso del abogado Manuel Torres asumió su representación como director, hasta que Haydée Salas lo invitó a ser su vicepresidente, pero sin esperarlo, le propusieron asumir la presidencia, cargo que aceptó en 2020 bajo circunstancias bien difíciles por el comienzo de la pandemia.

Su gestión emprendió en un momento atípico y estuvo un año más del período estatutario, pero en esos tres años logró el relanzamiento de la Cámara de Caracas, que la gente la conociera y se centraron en actividades para los afiliados a través de la creación de los comités.

Con un balance de más 200 actividades, gran parte durante la pandemia y ejecutadas a distancia, la Cámara se vinculó con diversas universidades, la Academia de Ciencias Políticas y Sociales, la Academia de la Historia e iniciaron los acercamientos con el gobierno nacional, la Alcaldía de Caracas y el Parlamento, y se empezó con la formación sobre todo de gente joven, para ir preparando los relevos.

Reorganizar y modernizar

El principal objetivo que se planteó Palacios fue la institucionalización, consolidación y proyección de la Cámara y su entorno, para hacerla cercana y dejarla a un equipo joven que diera paso a las nuevas generaciones.

Como abogado, durante su gestión hizo hincapié en la renovación y relanzamiento del Centro de Arbitraje de la Cámara de Caracas, acciones que comenzó cuando era vicepresidente con la conformación de un equipo, y que siguió después con el Programa de Estudios Avanzados de Arbitraje en la universidad Monteávila; la renovación de los reglamentos; la participación de árbitros y el adelanto de un Programa de Mediación y Conciliación propuesto por la Cámara.

“Déjenme soñar y permítanme ejecutar”, fue lo que pidió Palacios al llegar, y eso le permitió llevar a cabo el proceso de renovación, aumentar la presencia en las redes sociales, digitalizar las memoria y boletines, y reconstituir la memoria histórica de la cámara, donde se atesora parte de la historia económica de Venezuela. Esa digitalización comenzó durante el confinamiento y se logró avanzar en actividades de reorganización, mejora física del edificio, recuperación de áreas comunes y algunas modernizaciones importantes.

Palacios complacido con lo alcanzado, sólo lamenta la falta de recursos para haber dejado totalmente saneada la Cámara y mejorar espacios como el auditorio, sin embargo, desde el punto organizativo se modificaron los contratos con los arrendatarios, los servicios para los afiliados y se recuperaron espacios importantes.

“Cámara para rato”

Leonardo Palacios es de la idea que con un buen equipo se logra todo, y siente satisfacción de haber cumplido con lo que se propuso, como haber reestructurado al equipo interno, generar sensibilidades importantes en los lideres empresariales y crear 10 comités de trabajo que llevaron a un crecimiento profesional desde el punto de vista de la institucionalidad empresarial

“Veo con beneplácito que todos los que llegan a presidentes tienen un empuje para dar lo mejor de sí, y en 131 años cada gestión tiene su impronta, su legado y cada presidente se constituye en un referente (…), con la intención de dar lo mejor a la Cámara”.

Incansable y siempre activo, Palacios ha sido un hombre que no ha parado de trabajar y que ha estado vinculado en sus distintas etapas profesionales con actividades públicas, sociales, tributarias, sintiendo una pasión especial por la historia, sólo espera que la Cámara tenga la oportunidad de seguir contando con sus directores y comités gerenciales, porque eso implica el compromiso de lucha que garantiza que “haya cámara para rato”.

“Caracas es mi pasión y mi todo, es el espacio vital de un muchacho que comenzó en una zona de la ciudad, se formó en otra, dio sus primeros pasos profesionales en otra parte de la capital, y se consolidó en otra, de manera que he sido parte de todos los lugares donde he estado, y ellos constituyen un rompecabeza y espacios de vida. Soy caraqueño absolutamente”.

Por Letizia Buttarello Lavarte

Haydée Cisneros de Salas

Haydée Cisneros de Salas

Haydée Cisneros de Salas

"De la mano con el gremio"

“Como siempre digo la Cámara es una señora joven y moderna porque se reinventa cada dos años cuando elije un nuevo Presidente y a su Directiva, nutriéndola de nuevas ideas, de programas innovadores y nuevos brios para defender los principios y valores que sus fundadores les dieron”.

     Con la estructuración de una agenda de trabajo para los 125 años de la Cámara de Caracas, comenzó la gestión de Haydée Cisneros de Salas, abogada quien desde el año 2000 se involucró como directora de la institución como representante de Telcel.

Su llegada a la Cámara de la mano de Germán García, Rafael Alfonzo y Roberto Ball le brindaron la oportunidad de ser parte del equipo que lideró la fusión de la Cámara de Comercio de Caracas y de la Cámara de Industriales de Caracas, lo que implicó colaborar en todas las gestiones de consensos y de elaboración de nuevos Estatutos. Su primer logro fue la integración del sector Servicios como parte de los tres sectores representados por la nueva institución capitalina.

Desde la Junta Directiva impulsó algunos proyectos como el concurso de periodismo “Caracas desde la mirada del periodismo” – premio “Un reportaje para Caracas”, del cual se hicieron 14 ediciones patrocinadas por Telcel y Telefónica que resultó un acercamiento muy importante a los medios y un reconocimiento al trabajo que hacían en pro de Caracas. Asimismo fue parte de la creación del concurso de dibujo infantil “Píntame a Caracas” que se realizó por tres ediciones, y que resultó una manera de aproximarse a la comunidad, e incluso hubo una categoría que premió a niño especiales.

Como 1era vicepresidenta durante el período de Pedro Pacheco, tuvo una experiencia muy interesante y a partir de allí aceptó asumir la presidencia de la Cámara de Caracas para el lapso (2018-2020).

Segunda “Presidenta”

Al frente del gremio y con la aprobación expresa de la Directiva emitieron comunicados y notas de prensa con recomendaciones para la creación de políticas económicas que permitieran el desarrollo de país y de la gente; denunciaron los problemas con los servicios públicos que impendían el desempeño eficiente de los sectores representados; denunciaron intervenciones de empresas y de la banca e hicieron énfasis en el tema Tributario.

Asimismo, comenzaron el proceso de revisión de los estatutos y la reestructuración interna de la plantilla gerencial para dar mejores y oportunos servicios a los afiliados y brindarles soportes para su mejor desempeño y se designó a Adriana Borrego como Directora Ejecutiva de la Cámara de Caracas.

Con la filosofía de lograr una verdadera interacción entre los afiliados, basada en la experiencia de cada uno de ellos, se preparó una amplia programación de cursos y capacitaciones por temas específicos y área de trabajos, que atendían y dictaban directivos, asesores y colaboradores de las empresas afiliadas, este programa más tarde abrió paso a la creación de las comisiones de trabajo.

Asimismo, se reorganizó la estructura, el programa administrativo y el reglamento del Centro de Arbitraje, y se designó a la Dra. Diana Trias como su Directora.

En atención a la mejora de la infraestructura y su restauro, se realizó una auditoria técnica del edificio y propiedades con la finalidad de detectar reparaciones y soluciones importantes y urgentes, así como evaluar los cánones de arrendamiento de las oficinas, y se concedió el arrendamiento a una empresa especializada el manejo del estacionamiento y adicional se revisaron las condiciones de uso y alquiler del auditorio ubicado en el sótano del edificio.

Salas quien acumula una amplia trayectoria gremial tras haber dirigido otras organizaciones e integrado diversos directorios, implementó acciones como convocar a los ex presidentes, atraer a nuevos afiliados, de manera de aprovechar la suma de experiencias invalorables de cada uno de quienes se sentaban en la mesa de Junta, en especial por los pequeños empresarios, por ello la estrategia fue compartir ese valor agregado y traspasarlo, así como hacer muchos cursos con empresarios, empleados y miembros afiliados para compartir el conocimiento y fomentar acercamientos.

Nuevos aires

La agenda presentada en la primera junta de su gestión que fue plenamente aprobada por consenso, tomó cuerpo, se reajustó y dio pie a nuevos temas y proyectos que se fueron desarrollando, uno de ellos el Torneo de Golf del 125 Aniversario de la Cámara de Caracas, así como diversas iniciativas que fueron cambiando el ambiente de la institución.

La ex presidente reveló que empezaron siendo promotores de la trasformación digital y lograron organizar un exitoso evento con expositores nacionales e internacionales de gran nivel, pero la segunda edición debió suspenderse por la pandemia, lo que modificó los planes e inversiones proyectadas y hubo proyectos que cambiaron, otras que dejaron de hacerse y algunas que comenzaron, como la recuperación, arreglos y remodelaciones del edifico, oficinas y auditorio gracias a la política de continuidad de la siguienteJunta presidida por Leonardo Palacios.

Orgullosa de ser la segunda presidenta, Salas aseguró no haber sentido en su desempeño gremial diferencias por ser mujer, y siempre ha asumido su vida profesional trabajando muy duro, por lo que el género nunca ha sido su preocupación; sin embargo, considera que es un buen ejemplo inspirar a otras mujeres.

“La Cámara de Caracas es la Cámara”

“Me siento contenta de haberla presidido y siempre le agradecerá a Telcel y Telefónica haber sido su Embajadora ante los gremios, y también agradezco a las cámaras haber podido representarlas ante las empresas donde trabajé, porque es un papel que te realimenta y es importante para apoyarse mutuamente y que los gremios puedan existir”.

 

“Mi relación con la Cámara ha sido siempre tan especial, cuando fundamos Cedice, Yuto Vegas que era en ese entonces presidente de la Cámara de Comercio, nos dio en comodato el sótano del edificio de la Cámara para que fuera la sede de Cedice. Y por supuesto aprovechamos esa gran oportunidad, y eso se lo agradecerá siempre a la Cámara”, recordó con agrado.

Haydée Cisneros de Salas, una mujer con amplia trayectoria en gremios e instituciones y gran ejemplo a seguir, ha sido fundadora, directora, gerente, miembro de juntas directiva e integrantes de comisiones de Cedice, Consecomercio, Fedecámaras, Cámara de Industriales de Caracas, Conindustria, Casetel, Alacel, Conintel, Cavecom-e, Conapri, Voces Vitales de Venezuela, Universidad Monte Ávila y ha pertenecido o asesorado a un grupo de empresas privadas y fundaciones como Telcel, Telefónica, Banco Consolidado y Editorial Notitarde, Sol Comunicaciones, entre otros .

Con cierta nostalgia por haber pasado y quedando en la agenda objetivos que no pudieron alcanzarse en dos años, impera en ella la satisfacción por la labor cumplida y la alegría de la continuidad después de su gestión al frente de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Caracas.

Esta dama con vacación institucional, al dejar la presidencia le tocó representar a la Cámara de Caracas por dos años ante Conindustria, lo que consideró una gran experiencia y oportunidad de conocer a fondo el tema industrial, y en calidad de ex presidenta, es consultada constantemente, se integra a algunas camisones y siempre está presta a dar su total apoyo.

Por Letizia Buttarello Lavarte

Gaston Sardi

Gaston Sardi

Gaston Sardi

"La institucionalidad para desarrollar ciudadanía"

“Se decidió tratar de hacer una política centrada en servir de caja de resonancia para lograr conciliar”.

Con la experiencia institucional y formación que le da ser parte del Grupo Blohm desde 1985, Gaston Sardi, llegó a la Cámara de Caracas en representación de Sumindu, compañía del mismo consorcio, integrándose primero en las comisiones de la Junta Directiva por 8 años y en 2012 al Comité Ejecutivo, donde pasó de segundo vicepresidente directamente a presidir la Cámara en 2014, como sucesor de Fernando Eseverri

Para Sardi, “desde adentro de la Cámara” se va comprendiendo su rol e influencia en las políticas públicas y conformación de leyes, y el papel de conciliar teniendo de base un protocolo empresarial, en procura de la mayor prosperidad.

“Uno se da cuenta que el 80% de los problemas son comunes y la tarea es buscar soluciones que sirvan para todos, y allí es cuando comenzamos a involucrarnos los diferentes sectores y tratamos de armonizar con la ciudad en ciertas actividades que permitan además de fomentar el comercio y las empresas, desarrollar ciudadanía”.

Durante su gestión, le tocó enfrentar una Venezuela complicada, donde se desató una galopante hiperinflación, empezaron los problemas con el suministro de materia prima para las empresas, las restricciones de importaciones, una serie de trabas a causa del control de cambio, y muchas transnacionales ante las imposibilidades de sacar sus capitales, comenzaron a cerrar su oficinas, lo que ocasionó una desinversión en el país.

La presencia de Cadivi que llevó a una distancia entre el tipo de cambio oficial y el paralelo, generó una distorsión que fomentó la desconfianza del gobierno en el sector privado y a la larga fue resquebrajando las relaciones.

A pesar de las buenas intenciones, fue difícil en ese período entablar relaciones con alcaldías y el Ejecutivo, y había una ciudad prácticamente dividida, donde el este era oposición y el centro gobierno y como Cámara “queríamos una Gran Caracas a la cual se le dedicó mucho tiempo”, -aseguró.

El ex presidente quien estuvo al frente de la institución entre 2014 y 2016, reveló que otra de las acciones que fomentaron fue el acercamiento con las Embajadas y delegaciones internacionales, logrando cierta cooperación, sin embargo, había mucha incertidumbre y la sanciones contra el gobierno comenzaban a asomarse pero no de manera tan severa, ocasionando ya algunas trabas en las importaciones y en materia de comercio internacional.

El lado bueno

Gastón Sardi destacó que en su período hubo una serie de logros importantes, entre ellos la continuidad de lo que se había venido haciendo en las gestiones previas, donde el hilo conductor se mantuvo a nivel gubernamental; se restituyeron las relaciones con los organismos cúpulas, logrando potenciar y darle a la Cámara de Caracas un enfoque con mucha institucionalidad, producto de la labor continuada, donde se decidió “tratar de hacer una política centrada en servir de caja de resonancia para lograr conciliar” .

Una de esas políticas fue transformar la celebración anual en un evento que interrelacionara a los jóvenes con los empresarios, de allí el “Encuentro Empresarial” con el cual se buscaba sembrar de alguna manera esperanzas y tratar de parar esa diáspora que apenas comenzaba.

Otra acción fue el tema cultural, con niños y apoyo al arte a través de exposiciones en el edifico sede, además del fomento de relaciones con organizaciones del comercio informal (Atraem) y con Cedice Libertad, en un momento de la historia en el que los venezolanos requerían esperanzas.

“Han pasado años y se han visto cambios en el país, marcados por una diáspora, hiperinflación, deterioro empresarial (…) y todo evoluciona y sigue avanzando (…) a pesar del leve respiro y detenida del decaimiento”.

“Para un país 20 años es nada, pero para una persona es parte importante de su vida productiva (…) los países se levantan y no me preocupa, peros sí me duele, porque tengo fe de que se puede aprender de las situaciones y si se trabaja con constancia, una nación se puede volver a levantar”.

Con otra visión que sólo deja el haber presidido el gremio, Sardi considera que es necesario siempre seguir un hilo conductor y mejorar siempre hacia adentro, y con una gran satisfacción reitera la importancia de dedicarle tiempo a la comunidad y retribuirlo a través de las instituciones. “Un orgullo haber representado a la Cámara de Caracas y prestigio haber cumplió con la tarea” -afirmó.

Sinergias para el desarrollo

Para este caraqueño que se mantiene al frente de Sumindu e integra las directivas de diversas empresas hermanas de la compañía, además de mantener vínculos gremiales con Conindustria, Cedice y la Cámara de Caracas, la capital venezolana hay que recorrerla y conocerla, y como ciudad que ama y en la cual quiere seguir, espera vuelva a ser un destino de progreso para los venezolanos, al que regrese toda esa diáspora llena de conocimientos y otras perspectivas.

“Caracas debe ser ejemplo para toda Venezuela, y sin poder obviar las diferencia y necesidades, en la medida que se entienda que hay que buscar mejoras y ser productivos, hay también que dar soluciones para que mejore el país”.

La Cámara de Caracas tiene muchos caminos y acciones para estar presente en la ciudad y deberán aprovecharse las etapas de aperturas de acercamientos entre instituciones para tratar de hacer sinergia y apoyar el desarrollo del país, que si bien es cierto, arranca por Caracas.

Por último el ex presidente le regalaría a la Cámara esperanzas y tenacidad, para que proyecte y rescate valores que están intrínsecos y que son modelo para muchas empresas y ciudadanos, “hay que rescatar la memoria histórica y los valores que hicieron que el tránsito de la Cámara fuera posible.

Por Letizia Buttarello Lavarte

Darío Salas

Darío Salas

Darío Salas

Ser presidente es “un cargo circunstancial”

Claro en sus objetivos y centrado en la defensa de las libertades empresariales y económicas como norte, asegura que los presidentes de la Cámara nunca deben olvidar que el derecho a cambiar lo establecido “siempre será limitado”.

Darío Salas, convencido que el paso por una institución con más de cien años es circunstancial en el tiempo, asegura que parte de la labor de ser presidente es justamente “ser guardián de los principios y valores de la Cámara”.

Salas, ingeniero de Sistema, empresario y dedicado al área administrativa, financiera y de planificación de sus negocios, se integró a la Cámara por una invitación de Germán García Velutini, quien buscaba gente motivada para incorporarla a la organización.

A partir de 2002 Darío Salas se sumó y preparó haciendo labores de director y en el Comité Ejecutivo hasta el momento que le tocó dirigir el gremio (2010-2012), tarea que como reitera, no es nada sencillo por la diversidad de sectores que participan y en particular, porque hay que tener mucho cuidado con las cosas que ese hacen, pues los tiempos cambian y las exigencias son otras y hay que recordar que “ser presidente es un cargo circunstancial” que no da derecho a modificar algo que está establecido en los valores y principios de la creación de la Cámara.

A su juicio, el peso que tiene la institución gremial más antigua y pionera de Venezuela, que dio pie a la creación posterior de otras organizaciones y que acumula el legado de muchos presidentes y juntas directivas que por más de 13 décadas han mantenido la Cámara, señala un norte que debe mantenerse, y a pesar de las circunstancias, la persona que esté al frente, tiene el derecho limitado de hacer las cosas.

Salas quien tuvo que enfrentar una Venezuela que demandaba cambios y en la que el empresariado atravesaba una persecución política, centró su gestión en un trabajo de unificación política de los partidos de la oposición, logrando reunir a todos los dirigentes y cabezas de partidos para buscar soluciones y brindarles apoyo en la definición de políticas públicas.

“Si bien la tarea del gremio no es política, en ese momento hubo la necesidad de vincular las acciones con los objetivos de la Cámara en temas como la libertad empresarial y las libertades personales, pues había una situación país en el que el empresariado debía dar la cara”, explica.

“Esa posición generó tensiones con el gobierno y hubo que hacer constantes pronunciamientos, pues la Cámara de Caracas es un organismo regional, formador de opinión que busca orientar, asesorar e involucrarse en la definición de políticas públicas sin ser políticos, así como en la defensa de los principios de las libertades empresariales”, agrega.

“Querían hacer país”

Uno de los logros más satisfactorios y positivos de Salas fue cambiar la tradicional fiesta anual de afiliados a un “Encuentro Empresarial” dirigido a los jóvenes que buscaba acercarlos a los empresarios y emprendedores de los diferentes sectores, porque en ese momento –antes de la diáspora- habían estudiantes y una juventud entusiasmada con la Venezuela empresarial y política, que querían hacer país y saber cómo ser un empresario exitoso.

Fue un evento muy importante que se celebró por varios años consecutivos y en el que cada edición duplicaba la asistencia y gozaba de alta demanda con participación de estudiantes de las diversas universidades del país.

Darío Salas quien considera que la presidencia es un trabajo de equipo y donde tuvo el además el apoyo de Víctor Maldonado, Director Ejecutivo a quien le asignó la vocería durante su mandato, asegura que la Cámara tuvo acercamientos importantes con representantes de la economía informal porque en el momento comenzaba a regularse al sector, empezaron a surgir problemas de seguridad y comenzó el tema de la defensa de las empresas y propiedad privada, que siguió luego con la debacle de los años 2013 y 2014.

Durante su gestión un aspecto que lamenta no haber podido atacar, fue centrar la recaudación de impuestos locales debido a la falta de consenso con la Alcaldía Libertador para descentralizar las alcabalas y liberar las cargas tributarias al empresariado.

“Estamos en el camino”

De aspecto sereno, poco hablar y muy apegado a sus valores, Salas reafirma que haber estado al frente del legendario organismo le ha dejado contactos importantes; una nueva forma de ver la diversidad dentro de las instituciones, cada una con personalidad propia, y aprender a manejarse entre la tolerancia y confianza “hasta darse cuenta que estamos en el camino con una Cámara bien fundamentada y con principios correctos”.

     Este ingeniero ya retirado de la actividad gremial a la que dedicó 12 años, pero siempre dispuesto a apoyar si es requerido, celebra que la Cámara sea conducida por un profesional con tradición familiar en empresas, que lleve sangre empresarial y emprendedora y que posea en su ADN enfoque y actitud. “Algo que no es fácil porque se puede ser empresario pero no emprendedor, pero la razón de ser es trabajar, crear patrimonio, puestos de trabajos y multiplicar, justo el enfoque que debe tener quien esté a la cabeza de la Cámara de Caracas, para defender los principios de libertad empresarial plasmados”.

     Para Darío Salas, Caracas lo lleva a una conexión emocional muy fuerte, porque es la ciudad donde nació y donde ha tenido una vida con altos y bajos, “de la que nunca más sale sin pasaje de regreso”.

“Caracas es donde espero con esperanza que mis hijos que se fueron regresen (…) y aunque es un lugar complicado, me siento privilegiado”.

“A Caracas le regalaría mucho porque le falta todo, pero sobretodo responsabilidad ciudadana porque todo se ha vuelto una anarquía, la gente perdió el respeto por la gente, hay falta de autoridad, falta de conciencia y lamentablemente, se perdió la manera de convivir”, precisó.

Por Letizia Buttarello Lavarte

Roberto Ball

Roberto Ball

Roberto Ball

“En la cámara asumimos un rol protagónico frente a la reforma constitucional"

“Los gremios son una forma de representar los intereses legítimos de las empresas”.

Roberto Ball Zuloaga es miembro de una familia que siempre estuvo involucrada con los gremios, y su padre y abuelo fueron presidentes de Cámaras, así como su hermano, de manera que lleva en las venas la convicción de la importancia de participar en organismos sectoriales o regionales, en especial cuando se dirige una compañía, pues es su opinión, los asociaciones son una forma de representar los intereses legítimos de las empresas.

Ball, economista egresado de The American University en Washington DC, ingresó a la directiva de la Cámara de Industriales de Caracas alrededor de 1998, tras haber participando en otras cámaras sectoriales como la Cámara de Fabricantes de Productos Médicos (CAFAME), donde fue Presidente y fundador.

En el año 2003 lo eligen Presidente de la Cámara de Industriales y junto con Nicolás Vegas y Alejandro Chumaceiro, le tocó negociar y concretar la fusión con la Cámara de Comercio de Caracas, tema que se había hablado por mucho tiempo pero no se había logrado, y cuyo primer presidente a partir de la fusión fue Alejo Planchart. En 2006 fue su turno y asume la presidencia del nuevo gremio constituido como Cámara de Comercio Industria y Servicios de Caracas.

“El proceso de fusión de las dos cámaras no fue fácil y en un momento dado pensé que no se iba a lograr, pues había personas de la vieja escuela que aún pensaban que los intereses del sector industrial no podían conciliarse con los del sector comercio. Yo siempre he creído en el libre comercio y estaba convencido de que, ante la nueva realidad del país, había que unir esfuerzos”.

     Estando al frente de la Cámara de Caracas, le tocó enfrentar varios momentos difíciles, uno fue cuando el referendo constitucional, cuyas reformas planteadas suponían una seria amenaza al derecho de propiedad, que es un derecho en su opinión, tan fundamental como la vida.

“En la cámara asumimos un rol protagónico en oponernos a la reforma, incluso sacando un comunicado por la prensa donde advertíamos que esa nueva constitución sería totalmente ilegítima, sin importar el número de votos a favor que pudiera sacar en el referendo. Esa posición me costó momentos muy desagradables y tensos”, señaló.

Influencia limitada

Tradicionalmente, el éxito de un gremio se mide por el valor que le da a sus afiliados, pero lamentablemente en las últimas décadas la influencia de éstos sobre las políticas públicas, tanto nacionales como regionales, ha sido muy limitada.

Roberto Ball afirmó que durante su gestión, un poco forzados por las circunstancias, se dedicaron a liderar la defensa de principios y valores sin los cuales la actividad privada es imposible. La Cámara de Caracas al ser la más antigua del país tenía un rol que debía asumir y se procuró emprenderlo de manera efectiva.

A nivel personal, Roberto Ball quien se ha desempeñado a nivel profesional en la comercialización internacional de productos de alta tecnología para la salud, manifestó que su paso por la Cámara de Caracas fue una experiencia muy grata, fundamentalmente porque tuvo la dicha de contar con una Junta Directiva y un equipo gerencial compuesto por hombres y mujeres íntegros y valientes, que compartían la misma visión y los mismos valores.

Asumir la dirección de una institución tan importante le dejó muy buenos recuerdos al poder compartir esas vivencias y aprendizaje con un magnífico Comité Ejecutivo y un equipo gerencial de primera que lo acompañó durante dos años, que en ese momento se constituyó con el apoyo de Diana Droulers y Víctor Maldonado.

Perdurar en el tiempo

Hoy con una mirada desde afuera como ex presidente de la Cámara y habiendo integrado además el Comité Ejecutivo de Conindustria, el Directorio de Fedecámaras, el Consejo Nacional de Economía y haber sido director de la Asociación Venezolana de Distribuidores de Equipos Médicos, del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico (CEDICE) y miembro del Consejo de Fomento de la Universidad Simón Bolívar, considera que le corresponde a la dirigencia actual de la Cámara de Caracas definir su fututo y si lo considera pertinente, formular cambios y mejoras para seguir siendo la respetada y reconocida institución gremial más antigua de Venezuela.

Con más de 13 décadas de fundada, la Cámara sigue siendo digna merecedora de congratulaciones, no solo por perdurar tantos años, haber crecido y transformarse durante el curso del tiempo, sino porque se ha adaptado constantemente a las nuevas realidades del país.

Por ello “deseo que mantenga esa capacidad de perdurar en el tiempo, con el apoyo de sus afiliados; de manera de que pueda cumplir el rol fundamental que le tocará en el momento en que las cosas cambien para mejor y llegue la hora de refundar al país y de retomar el camino de la prosperidad y el desarrollo dentro de un contexto de derechos de propiedad, libertad de mercados, reglas claras y competencia”.

“Soy hijo del Valle” y Caracas es el único sitio en el mundo donde realmente me siento en mi casa. En mi vida profesional he tenido que viajar por toda América Latina y realmente creo que Caracas, a pesar de todos sus problemas, sigue siendo una de las ciudades más imponentes y bellas del hemisferio”, afirmó con la nostalgia de querer a su ciudad y sólo vivirla como visitante.

Por Letizia Buttarello Lavarte

Diana Mayoral

Diana Mayoral

Diana Mayoral

2008 - 2010

“La Cámara de Caracas es mi casa y de allí no me puedo salir….”

Diana Mayoral, quien tuvo el reto de ser la primera mujer en presidir un gremio netamente masculino, llegó a la Cámara de Comercio de la mano de Robert Bottome cuando Germán García pasaba el mando a Rafael Alfonzo y empezó a hablarse la fusión entre la Cámara de Comercio de Caracas y la Cámara de Industriales de Caracas.

Directora administrativa de un sólido grupo de empresas del área automotriz, graduada de Ingeniero de Computación (USB) con diplomado en Docencia de Idiomas Extranjeros (Unimet), formación en Teología (UCAB) y planificación financiera. Mayoral fue tesorera del gremio durante dos períodos y tras la propuesta que le hiciera Roberto Ball de asumir las riendas de la institución, dio un salto directo a la presidencia de la Cámara de Comercio Industrias y Servicios de Caracas.

Fue así que entre 2008 y 2010 encabezó la Junta Directiva en un período donde comenzaron las restricciones eléctricas en Venezuela y los cortes de luz programados, que obligó a comercios, empresas e instituciones a regirse por horarios limitados de operaciones.

Durante esos años no hubo gestiones ni actividades entre el sector privado y el gobierno central, porque había una línea de ambas partes que hacía muy difícil las relaciones, y sólo se logró acercamientos con la Alcaldía Metropolitana de Caracas y su alcalde Antonio Ledezma.

“Era un período donde había posiciones encontradas marcadas por el radicalismo político y la diferencia de intereses, lo que también dificultó las relaciones con los otros gremios”.

Un enriquecimiento personal

Con una sensibilidad especial por la capital, su historia y su gente, la cual no se cansa de recorrer y descubrir, siempre consideró que su labor frente al gremio la obligaba a hacer un paneo diario del acontecer noticioso para estar siempre preparada por algún pronunciamiento, pues su mensaje implicaba mucha responsabilidad, la representatividad del sector y el criterio de la Cámara de Caracas.

La ex presidenta quien siempre se ha enriquecido del intercambio con personas de las distintas áreas, asegura que relacionarse es recompensante por los conocimientos y siempre valoró el apoyo del Comité Ejecutivo de la Cámara, en el momento de tomar decisiones para asumir posiciones gremiales.

Diana Mayoral ha desarrollado su carrera en el mercado automotriz y de talleres, y en el campo administrativo elaborando sistemas y procedimientos para el manejo de las operaciones de ventas y servicios. Ademàs, acumula una amplia experiencia gremial en la Asociación de Concesionarios General Motors de Venezuela, en la Cámara de Comercio de Caracas, en el Consejo Nacional del Comercio y los Servicios( Consecomercio) y ha sido invitada a trabajar con Fedecámaras, la Cámara Venezolana Americana (Venamcham) y la Cámara de Industriales Metalúrgicos (AIMM), entre otros.

Como ex presienta de la Cámara de Caracas mantiene un vínculo y asesoría permanente, además de ser parte del Consejo Consultivo e intervenir para asuntos relevantes cuando se le requiera.

Celebrar el relevo generacional

Mayoral celebra la renovación g*eneracional que se ha integrado con una nueva visión e ideas a la directiva, conduciendo un cambio acorde con las demandas y nuevas realidades del país.

“Con Juntas directivas que se eligen cada dos años y cuya mitad se renueva con frecuencia anual, siempre se preservan algunos para mantener la tradición, pero se reorganiza con el nuevo ímpetu que aporta la llegada de gente nueva”.

Considera que la Cámara por ser el gremio más antiguo de Venezuela, debería tener un puesto de honor dentro de las cúpulas gremiales que estuviera establecido dentro de los respectivos estatutos.

“La vida gremial es muy sacrificada… para ser presidente de un gremio hay que tener tiempo y dinero, pues te quita todo el tiempo de tu trabajo propio y debes estar dispuesto a poner, porque hay que costear muchos gastos (…) la época que nos tocó vivir ha sido difícil” puntualizó la ex presidenta.

Por Letizia Buttarello Lavarte

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