Atomización de la Economía Venezolana

Atomización de la Economía Venezolana

Atomización de la Economía Venezolana

Abg. Juan Cristóbal Carmona Borjas
Especialista en Derecho Financiero

 

     El evidente debilitamiento del Estado venezolano que arrastra consigo al proyecto político iniciado por Hugo Rafael Chávez Frías, ha obligado a su sucesor Nicolás Maduro a buscar oxígeno en fórmulas que involucran al sector privado nacional y extranjero al que tanto adversó por años.

     La destrucción del sector de los hidrocarburos líquidos y gaseosos, la depredación del sector minero, la devastación del parque industrial local, el repudio a la inversión privada extranjera y la exterminación del sistema monetario patrio, con la consiguiente pérdida del poder adquisitivo del venezolano, son algunas expresiones de la lamentable gestión que en el ámbito económico registra el llamado Socialismo del Siglo XXI.

     Tan dañinos resultados se alcanzaron a través de numerosas actuaciones gubernamentales al margen del estado de derecho, destacando entre ellas, una ola de expropiaciones arbitrarias, tornadas en confiscaciones; la estatización y publicalización irracional de numerosos sectores; la extinción del crédito bancario y la hiper-regulación de las actividades económicas, con los abusos de poder que ella supone.

     Esa política, como resulta evidente, percoló el resto de los ámbitos de la vida nacional, generando la mayor abrasión institucional y moral registrada en la historia republicana del país, al punto de conducirnos a escenarios propios de un Estado fallido. Tan lamentable situación generó reacciones de rechazo en buena parte del mundo democrático que se aunaron a las que internamente se habían registrado desde comienzos del “proceso revolucionario chavista”. Fue así como a partir del año 2015 los EE.UU., la Unión Europea y algunos países de la región latinoamericana, adoptaron medidas concretas que se tradujeron en las llamadas “sanciones”, impuestas, por una parte, a individuos considerados violadores de derechos humanos e involucrados en actos de corrupción y, por otra parte, a un gobierno considerado responsable de la mayor crisis humanitaria vivida en la región, cuya más clara expresión la representa la pavorosa emigración de más de cinco millones de compatriotas.

     El proyecto revolucionario implementado en estos últimos veinte años terminó por atomizar al sector productivo nacional, así como a la inversión extranjera existente en Venezuela, lo que obedeció, en opinión de muchos, a un plan premeditado bajo la consigna “divide y vencerás”. No contaban sus propulsores, que terminarían siendo víctima de su propia gestión.

     En la actual realidad venezolana, las labores de exploración y extracción de recursos naturales suponen ingentes inversiones financieras; la recuperación del parque industrial, público y privado, para alcanzar niveles aceptables de productividad y actualización tecnológica, exige igualmente de enormes recursos; el pleno abastecimiento interno en los ámbitos alimentarios y de servicios esenciales, requiere de cuantiosas sumas de dinero. El logro de tales objetivos demanda no sólo de medios financieros, sino también de recursos humanos con conocimiento técnico y confianza en el futuro del país, elementos estos que también ha perdido significativamente Venezuela.

     Dejó de contar nuestro Estado con los recursos que aportaba la actividad petrolera, gracias a los cuales pudieron los gobernantes de estos últimos años conducir el país de manera hegemónica. Tras más de veinte años de gestión, de nada le vale al gobierno seguir haciendo alarde de las potencialidades que representa Venezuela, si no se pasa de la retórica a los hechos.

     Muchos han dado por concluida la etapa del rentismo petrolero que acompañó a Venezuela por más de 100 años y ven en ello la gran oportunidad de la diversificación de la economía nacional. Al respecto, valga precisar que, una cosa es procurar superar el modelo rentista y, otra muy distinta, pensar que no debe ser prioritaria la recuperación de la industria petrolera y hacer de ella, por fin, un real soporte del desarrollo económico, en lugar de una simple plataforma financiera de proyectos políticos y personales. Ese trascendental paso y el resto de los que supone la recuperación de la economía nacional, más allá de recursos materiales y humanos, demanda también de institucionalidad y seguridad jurídica.

     Encontrándose el gobierno actual “entre las cuerdas del ring de boxeo” en que se desplazó por décadas, sin respetar reglas ni referees, ha iniciado un coqueteo con el sector privado, a quien pareciera haber dejado de considerar como su contrincante, para comenzar a verlo como un aliado o quizá, como su única tabla de salvación, aquella a la que no le queda otra opción que abrazarse porque las piernas comienzan a fallar inexorablemente.

     Parecieran ver las autoridades gubernamentales actuales al sector privado, nacional y extranjero, como el capaz de aportar parte de los insumos requeridos para reactivar la economía, ya que procurarlos por intermedio de los organismos multilaterales se torna más remoto, en tanto para ellos, en principio, lo estrictamente comercial pesa menos en la ecuación que lo institucional.

     El verdadero retorno de capitales privados al país dependerá en buena medida de la confianza, esa que se sustenta en la legitimidad de las autoridades y en seguridad que ofrezca su gestión. A ellas también prestan especial atención la mayoría de los particulares. Pasar de la economía de bodegones a la que realmente requiere Venezuela, aquella que construye infraestructura, genera empleo y perdura en el tiempo, demanda mucho más que una oportunidad coyuntural de ganar dinero.

     Los ofrecimientos realizados hasta el momento por el Poder Público Nacional al sector privado se sustentan, entre otras, en medidas a ser dictadas con fundamento en la llamada “Ley Antibloqueo”, la implementación de políticas dirigidas a la compra de productos nacionales, el restablecimiento selectivo del financiamiento bancario y el relajamiento de facto, que no formal, de numerosos controles (cambio y precios). Respecto de la gran mayoría de esas medidas existen fundadas razones para dudar de su constitucionalidad y legalidad.

     A la par de aquellas cuestionables iniciativas, la Asamblea Nacional instalada el 5 de enero de 2021, ha presentado al país una amplia agenda legislativa en la que destacan proyectos de leyes que como los de Zonas Económicas Especiales y de las Ciudades Comunales pretenden crear “oasis” en medio del desierto. Esos espacios territoriales, concebidos en unos casos bajo modelos económicos socialistas y, en otros, capitalistas, implican una alteración de la organización político territorial y del régimen jurídico consagrado en la Carta Magna. Tales medidas, de concretarse, acrecentarán la inseguridad jurídica reinante. Se trataría de modelos diametralmente opuestos entre sí y a la realidad generalizada que impera en el resto del país. La atomización del territorio, la economía, el régimen jurídico y de los venezolanos, lejos de resolver problemas los potenciará.

     Las propuestas efectuadas por el Poder Público Nacional al sector privado nacional y extranjero resultan incompatibles con el discurso conciliador y esperanzador que intenta transmitirse. La recuperación del país amerita de una visión y actuación política global que genere confianza y se mantenga en el tiempo. La seguridad jurídica a esos efectos es condición sine qua non, ella, sin embargo, continúa muy lejos en la propuesta gubernamental.

     Junto a aquel escenario se presenta de nuevo un esfuerzo de negociación entre personeros del gobierno y factores opositores cuyo espectro debe trascender lo estrictamente político-electoral, sin que se desconozca que de ello depende el resto, incluido lo económico. De nada valdrá elegir gobernadores y alcaldes para que a los pocos días de los comicios entre en vigencia la Ley de las Ciudades Comunales, vaciando de contenido los ámbitos competenciales y financieros de las instancias estadales y municipales. De qué valdrá sancionar una Ley de Zonas Económicas Especiales, si el resto del país seguirá ahogado en la anarquía, agobiado con cargas impositivas irracionales y bajo los feroces embates de la hiperinflación.

     Venezuela ha llegado a un punto en el que todas las materias son urgentes y deben ser tenidas en cuenta como una unidad, no sólo por los gobernantes, sino también por el empresariado y la ciudadanía. En la atención de la crisis nacional, seguir atomizando territorios, actores, reglas, materias y procesos para resolver la problemática solo contribuirá a que quienes ocupan el cuadrilátero en el que se ha convertido el país alivien el cansancio de sus desgastados músculos hasta que finalmente los más débiles o desprevenidos pierdan el round o la pelea, además, por nocaut. A estas alturas del combate, las salvadas de campana sólo son un milagro que genera alivios pasajeros y tirar la toalla no es una opción. Es hora de ofrecerle al mundo un espectáculo digno en el que el país deje de ser un escenario en el que unos y otros se golpean, para convertirlo en la pista en la que podamos saltar tan lejos como nos demostró Yulimar Rojas puede hacerse.

La Sociedad Venezolana de compliance promueve la cultura de cumplimiento

La Sociedad Venezolana de compliance promueve la cultura de cumplimiento

La Sociedad Venezolana de compliance promueve la cultura de cumplimiento

     “Nociones básicas del Corporate Compliance” aspectos y beneficios para los empresarios, fue una videoconferencia realizada por nuestro Comité de Asuntos Legales en conjunto con la Sociedad Venezolana de Compliance (SVC). Nos acompañaron Milangela Tachón Scopazzo, asociada de número de la SVC, Samuel Acuña, secretario de la Junta Directiva de la SVC y Carlos Liendo, presidente de la SVC.

     Scopazzo inició su ponencia destacando que la misión de la Sociedad Venezolana de Compliance es promover la cultura de cumplimiento en Venezuela y que seamos un referente internacional. Explicó que el Corporate Compliance abarca el riesgo de sanciones legales o regulatorias, pérdidas financieras o pérdida de reputación que una organización puede sufrir como resultado del incumplimiento de las leyes, regulaciones, normas de autorregulación y códigos de conducta que son de aplicación a sus actividades.

     En materia de Compliance son múltiples los estándares internacionales, como el marco COSO, ISO (3700-3701), US Sentences Guidelines, directrices FCPA y UK Bribery. Todas tienen como objetivo ordenar modelos, tanto genéricos (transversales) como específicos.

     Samuel Acuña, aseguró que algunas instituciones empresariales en Venezuela ya están aplicando las normas del Compliance, lo que es un proceso lento pero con resultados satisfactorios a la hora de hacer negocios con empresas internacionales.

     También diferenció los conceptos de Compliance Regulatorio y Corporate Compliance. En el caso de Compliance Regulatorio se entiende que es un modelo global complemento del Corporate Compliance. Sobre el entorno empresarial, específicamente el Regulatorio, se encuentra enmarcado en el entorno extramercado en el que las empresas sufren las acciones del mercado como el regulador sectorial que rige sus actividades, que son llamadas normas componentes del Compliance Regulatorio.

     Carlos Liendo, presidente de la Sociedad Venezolana de Compliance, insistió en que no hay una una cultura de cumplimiento en Venezuela y vivimos un contexto país para la actividad empresarial complicado. En el país con la creación del Registro Unificado de Sujetos Obligados, una Providencia Administrativa emanada por la Oficina Nacional Contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo, ya es una obligación tener normas de control.

     Liendo resaltó que en la mayoría de los países vecinos de Latinoamérica ya se han adoptado las normas de ética, principios y valores. Hizo hincapié en que “No tener un programa de cumplimiento genera un riesgo reputacional intangible… Es una sentencia de muerte para la organización…Posiblemente es el riesgo que más debe cuidarse y el más perjudicial”

     En nuestro canal de Youtube: Cámara de Caracas puede ver esta videoconferencia.

Acuerdo arbitral y sus patologías

Acuerdo arbitral y sus patologías

Acuerdo arbitral y sus patologías

     “El acuerdo arbitral y sus patologías” fue analizado por la doctora Claudia Madrid, árbitro de nuestro Centro de Arbitraje.

     Un buen acuerdo arbitral bien hecho permitirá que el arbitraje se inicie y conduzca de la mejor manera. Con esta afirmación la doctora Claudia Madrid comenzó su exposición en la videoconferencia en torno al acuerdo arbitral, realizada por el Centro de Arbitraje de la Cámara de Caracas.

     Madrid explicó la importancia de un acuerdo “sano” para el desarrollo del proceso de arbitraje y citó la definición que hace el doctor Ramón Escovar Alvarado, árbitro del CACC, en cuanto a que un acuerdo patológico es aquel que tiene defectos capaces de generar obstáculos para llegar al arbitraje.

     Cuando se presenta este problema dependerá de la voluntad de las partes de cumplir su compromiso de hacer uso de la resolución de conflictos, el poder “curar” el acuerdo, afirma la especialista en Derecho Internacional Privado y Comparado. “La patología per se no genera nulidad, pero la interpretación que se puede hacer en sede judicial puede conducir a la nulidad de estos acuerdos patológicos”.

     Durante su exposición Madrid, quien es profesora del Programa de Estudios Avanzados de Arbitraje, PREAA, que dicta el CACC en convenio con la Universidad Monteávila, hizo referencia a todos los elementos que debe tener un acuerdo para desempeñar su función, y también a las formas de resolver alguna falla que presente.

     Considera que entre las reglas importantes, está utilizar una redacción clara y precisa. Recomienda que si no existe experiencia redactando este tipo de acuerdo, lo mejor es tomar un modelo probado de los Centros de Arbitraje, que han sido hechas por expertos que han sido probadas en la práctica y cuya efectividad no se pone en duda, como por ejemplo la cláusula arbitral del CACC.

     La videoconferencia que tuvo como ponente a la doctora Madrid fue moderada por Diana Trías, directora ejecutiva del CACC, quien destacó que el acuerdo arbitral es un tema medular en la resolución alternativa de conflictos.

     Los invitamos a ver en nuestro canal de Youtube la ponencia de la doctora Claudia Madrid.

¿Cómo hacer periodismo económico en entornos cambiantes?

¿Cómo hacer periodismo económico en entornos cambiantes?

¿Cómo hacer periodismo económico en entornos cambiantes?

     La Cámara de Caracas realizó un conversatorio con destacados periodistas que cubren la fuente gremial a propósito del Día Nacional del Periodista. Los ponentes invitados fueron Adriana Nuñez Rabascall, Ingrid Bravo Balabú, Áryeli Vera, José Gregorio Yépez y Román Lozinski. La moderación estuvo a cargo de Milagros Zambrano.

     ¿Cómo hacer periodismo económico en entornos cambiantes? fue el tema central de la actividad. Leonardo Palacios, presidente de La Cámara de Caracas, aseguró que los periodistas son una figura clave de la sociedad. Hacen de una manera muy sencilla la interpretación de los mensajes abstractos y datos de la fuente económica para que las personas puedan entender el contexto actual del país. “Muchos de ustedes tiene una polivalencia importante, cubren el área económica y cubren el área política, son dos áreas que no son excluyentes sino que son como una suerte de siamesas que van complementadas, y en definitiva una condiciona a la otra” expresó Palacios.

     Milagros Zambrano, periodista de Noticiero Venevisión, inició la moderación de la videoconferencia haciendo reflexión sobre el reto que enfrentan los comunicadores cuando tienen que aprender el significado de términos que van surgiendo en la economía venezolana, como “dolarización de facto”, para poder informar con precisión y claridad, en un entorno en el cual no existe acceso a indicadores oficiales. Destacando el valor de la información para los empresarios y público en general.

     José Gregorio Yépez, periodista del portal digital Contrapunto.com, comenzó manifestando que la forma de comunicación y el cómo el periodista se relaciona con la fuente, dependen de factores como el liderazgo del momento gubernamental y también de las empresas. “Hacer periodismo económico en un país sin cifras, es muy complicado. Entonces comenzamos a construirlos y hacer algunos referentes para tratar de ser lo más serio posible y llevar una información clara a la audiencia, que los ayude a tomar decisiones”.

     Para este periodista de amplia trayectoria en la fuente económica, es clara la diferencia entre la libertad de expresión de los medios de comunicación y la de los periodistas, que en ocasiones batallan para defenderla dentro de la empresa para la cual trabajan. Lo cual, cree, puede manejarse desarrollando habilidades para defender el contenido tanto en el caso de los reporteros como en el caso de los directores. En lo personal considera oportuno “tratar de hacer un periodismo ventana, donde todo el mundo pueda ver”

     Adriana Nuñez Rabascall, periodista corresponsal internacional, habló sobre la generación de periodistas, a la que pertenece, que trabajan a ciegas, sin cifras. Explicó que en este caso recurren a cifras que generan firmas independientes para tratar de entender qué pasa en el país y transmitirselo a las audiencias internacionales.

     Para Rabascall en esta situación hay que poner el acento en cómo lo está pasando la gente, sin la confrontación, sino tratar de entender por qué esto ocurre. Insistió que la economía actual es producto de las distorsiones del país. “Es la economía de guerra que estamos viviendo la que hace que se desencadenan diferentes entornos”

     Ingrid Bravo Balabú, directora de la versión digital del Diario 2001, en su presentación señaló que los periodistas se han visto obligados a buscar fuentes alternas sin sustituir la estatal. Planteó un cambio de paradigma, ahora se trata de contar la noticia, la incidencia y presentar mayores elementos porque la población en redes sociales demanda mayor información. Por ende, es necesario ampliar la vocería.

     Para Bravo Balabú las redes sociales han sido una alternativa para hacer frente a la persecución y la censura. Las plataformas obligan al periodista a ser mejor gracias a la retroalimentación, la inmediatez, en un país con escasos medios de comunicación convencionales y marcos legales que sancionan los masivos.

     Recomendó a sus colegas que en los entornos cambiantes es fundamental adaptar el contenido a las nuevas tecnologías, recabar data dura, incluir historias de vida y observar.

     Román Lozinski, periodista y presentador en Circuito Éxitos, señaló que la economía es transversal y es un tema sensible desde hace varios años. La inmensa mayoría de los venezolanos está afectado por la crisis económica según el nivel de vulnerabilidad, pero igualmente afectado. Comentó que hoy en día Venezuela es un país de ciudadanos expertos en economía.

     Desde su experiencia, el reto es “cómo hacer atractivo el tema, cómo hacerlo sexy, cómo hacerlo útil, cómo ser pedagógico en un entorno donde las cosas poco mejoran, y a ratos empeoran”. Con responsabilidad y respeto, ofrecer luces y soluciones a la audiencia.

     Lozinski presentó como fórmula clave para lograr hacer periodismo económico en entornos cambiantes fundamentalmente hacer la información útil, hacer la elección correcta de la vocería y estar en contacto con la gente. “Tratar de ser el puente entre la información y la gente, las necesidades y la solución a los problemas”

     Áryeli Vera, periodista especialista en desarrollo empresarial y emprendimiento, comentó que el enfoque del periodismo ha ido evolucionando. En un principio el periodismo económico trataba del análisis del entorno, las cifras, la estructura del mercado y la comunicación económica. Ahora es una observación y conocimiento de las tendencias.

     Habló de la economía del comportamiento, como una herramienta importante para hacer periodismo económico en entornos cambiantes. El foco es la conducta de las personas.

     Vera hizo mención a una investigación que ha realizado sobre la Economía Crypto. Una economía basada en nuevas formas tecnológicas financieras. En Venezuela es un tema que empieza a brindar oportunidades. Es el individuo el que está tomando acciones sobre la economía. La Economía Social: el emprendimiento, ha tomado fuerza. Como una solución a los problemas económicos.

     Los invitamos a ver las ponencias de estos destacados periodistas en nuestro canal de Youtube: Cámara de Caracas

Los empresarios velan por los derechos de los venezolanos y el Estado de derecho

Los empresarios velan por los derechos de los venezolanos y el Estado de derecho

Los empresarios velan por los derechos de los venezolanos y el Estado de derecho

     La Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Caracas, realizó su Asamblea General Extraordinaria, durante la cual su presidente Leonardo Palacios destacó el papel del empresario venezolano en estos tiempos y reflexionó sobre el tipo de instituciones que existen y el modelo adoptado por la organización que encabezará hasta el 2023.

     “Los empresarios somos venezolanos, y como tal debemos ser activos cooperantes de la transformación del país, procurar y velar tanto por nuestra rentabilidad como por el bienestar de la sociedad, los derechos fundamentales del ciudadano que son los mismos que los de los empresarios, no solo por ficción jurídica, sino porque como ciudadanos, que damos acción y forma a la empresa como abstracción y entidad económica, debemos velar por los derechos fundamentales y demás corolarios del Estado democrático de derecho, único sistema propicio para el desarrollo de los derechos seminales de libertad y propiedad, del cual penden y derivan todos los demás”.

     Palacios habla de organizaciones con «inteligencia emocional institucional», que propugnan por su reinvención, se afanan por lograr mantener sus espacios tradicionales y conquistar otros ámbitos de actuación. Asegura que el proceder de la organización gremial caraqueña es impulsado por una pasión indescriptible para propiciar los espacios para el diálogo y la crítica; escenarios para la búsqueda de bases consensuales, sin renunciar a su valores primarios y principios originarios.

     La Cámara de Caracas, desde la visión monolítica de su comité ejecutivo, trabaja en defensa de la la empresarialidad y la generación de riqueza, que en situaciones de normalidad y plena vigencia del Estado de derecho, generarían bienestar y desarrollo económico en beneficio de la sociedad y sector público, aumentando la base de imposición, reducción de la evasión fiscal y estabilidad de las finanzas públicas. El organismo gremial apela a la innovación, la creatividad, las alianzas interinstitucionales, la mancomunidad de asociaciones y entidades similares para la cooperación en beneficio de los derechos e intereses de sus afiliados y del país.

     La institución ha formulado críticas con asidero económico, financiero y legal, presentando alternativas en propuestas y proyectos mediante su participación en los procesos de consulta. 

     En algunos de sus pronunciamientos, ha señalado la excesiva regulación, de la cual se originan incrementos en los costos de transacción, inflación, cierres de empresas y una angustiante informalización de la economía, que conduce una descapitalización, desinversión, pérdidas de fuentes trabajo, disminución de la productividad de bienes y servicio con la consecuente escasez de productos, situación que se agrava con la adopción de medidas que estimula el consumo de bienes importados, como por ejemplo, la exoneración del IVA para su internalización, en perjuicio de la industria nacional.

     En la Asamblea General Extraordinaria de la Cámara de Caracas, realizada el 8 de julio, fue juramentado su Comité Ejecutivo para la gestión 2021-2023: Leonardo Palacios, presidente; Diego Romero Rodríguez, vicepresidente; William Ramak, Segundo Vicepresidente; y José Javier García, Tesorero.

     En el evento participaron los líderes de los organismos gremiales del país. Ricardo Cusano, presidente de Fedecámaras; Adán Celis, presidente de Conindustria; y Tiziana Polesel, presidenta de Consecomercio.

La COVID-19 aceleró los procesos de transformación digital

La COVID-19 aceleró los procesos de transformación digital

La COVID-19 aceleró los procesos de transformación digital

     “Tendencias tecnológicas: ¿amenaza u oportunidad?” fue el tema analizado en nuestro Comité de Innovación y Tecnología, por Pedro Pacheco, Socio Principal de PwC Venezuela.

     Pedro Pacheco inició hablando sobre la Cuarta Revolución Industrial y como todos los procesos de cambios generan incertidumbres y temores. Expuso que no tiene porque ser diferente a las otras revoluciones, lejos de destruir fuentes de empleo puede significar nuevas oportunidades laborales.

     Sobre la pandemia y el impacto del COVID-19 en las industrias, señaló que derivó probablemente una de las crisis más asimétricas, porque no afectó a todos de la misma forma. Para las organizaciones que antes del virus tenían planes hacia la transformación digital se tenía un plan inicial, en contraste con las organizaciones que tuvieron que hacerlo de forma rápida en plena contingencia.

     “Muchos aspectos de la humanidad, sociales y organizacionales están cambiando luego de la COVID-19 y es necesario identificar cuáles circunstancias, corrientes, tendencias estarán presentes en el futuro” dijo Pacheco.

     Planteó como un buen escenario, visualizar el presente como un océano de incertidumbres con archipiélagos de certezas y reconoció las megatendencias como esos archipiélagos. Las megatendencias son esos fenómenos que van a ocurrir independientemente del esfuerzo humano como el cambio demográfico y social, el poder económico global, la rápida urbanización y la irrupción de la tecnología.

     Aseguró que la tecnología tiene que estar obligatoriamente en la agenda de todas las empresas. De esta megatendencia, PwC desarrolló un modelo de 8 tecnologías esenciales: el internet de las cosas, la realidad aumentada, la realidad virtual, el blockchain, la inteligencia artificial, la impresión 3D, drones y los robots. Si las organizaciones desean evolucionar deben considerar estas innovaciones.

     Pacheco explicó que es posible que algunas de estas innovaciones eliminen puestos de trabajo, pero también pueden ser fuentes de oportunidades. Sin embargo, es fundamental acortar la brecha entre las competencias y las nuevas habilidades que va a demandar el futuro.

     “Es un tema de actitud”. También de transformación de enfoques en las organizaciones, incluidas las universidades. “Ser resilientes no es suficiente tenemos que ser longánimos, es decir perseverantes en las adversidades, solidarios, fieles a los principios, fortalecer el ánimo, generosidad en la conducta y soportar con paciencia”

     Entre las tendencias para este 2021, las empresas pueden tomar en cuenta cambios que incluyan tecnología como: los asistentes digitales con voz e inteligencia artificial, el internet de las cosas, la automatización de procesos con robótica, inversión en seguridad de datos, entre otras.

     Hizo énfasis sobre la importancia del concepto de desempleo. Para Pacheco, más que desempleo lo que existe son personas que no tienen las competencias que el mercado está demandado. Existen sectores que están en la búsqueda de personal y no se consigue. Por eso es importante analizar las megatendencias y capacitarse con habilidades para desarrollarse en esas áreas.

     Recomendó a las organizaciones tomar en cuenta los pilares para la gestión de costos y efectivo como manejar información confiable, hacer planificación de escenarios, incluir modelos de pronósticos y reconfigurar el área financiera para la automatización.

     En nuestro canal de YouTube puedes ver esta conferencia de nuestro Comité de Tecnología e Innovación, que preside Omar Hokche

Loading
Abrir chat
1
Contacta a nuestro equipo.
Escanea el código
Contacta a nuestro equipo para aclarar tus dudas o solicitar información.