Pedro Pacheco

Pedro Pacheco

Pedro Pacheco

La Cámara debe hacer honor al pasado y conectar con el futuro

“Estar a la cabeza de un gremio requiere escuchar puntos de vista opuestos, pero teniendo siempre en cuenta que representas a una instituciona a la que hay que hacerle honor de un pasado y preservarla en el tiempo, y al final, todo es motivo de orgullo y satisfacción…”

Pedro Pacheco Rodríguez afirma que, aunque su llegada a la Cámara de Caracas fue algo circunstancial, pues no tenía carrera gremial sino venía de presidir una transnacional, la experiencia adquirida, además de disfrutarla, le dejó un interesante aprendizaje de lo que las instituciones aportan a la sociedad, así como un relacionamiento personal de grandes amigos que generan confianza a la hora de construir país e identidad.

Empezó como director en 2012 y tan sólo en 4 años le ofrecieron la presidencia en unos de los años más complicados de Venezuela (2016-2018), marcados por la escasez, las colas, manifestaciones, dificultades para conseguir comida, control de cambio y de precios, una caída del barril de petróleo del 20%, la inflación alrededor de 800% y una hiperinflación que en 2018 marcó récord y llegó a 2.600%.

La situación nacional generó un gran impacto y pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores y fue necesario ocuparse de la defensa de la propiedad privada y las libertades económicas, como parte de los valores de la Cámara.

Dado el entorno complejo y la contracción de la actividad económica de casi 70% en un período de 10 años, con años de caída de alrededor del 10% y 20%, fue complicado gerenciar en un ambiente con esas características, por ello el foco de su gestión estuvo en dar herramientas al sector empresarial para superar la crisis, donde la formación resultó esencial para gerenciar en incertidumbre y maximizar el éxito.

En ese momento fue cuando comenzó a hablarse de resiliencia, concepto que Pacheco integró a su discurso y aplicó como “resiliencia organizacional” para motivar, inspirar y concientizar.

“En 2017 Venezuela hace default y deja de pagar la deuda y eso trastoca a la sociedad. Los sectores empresariales dejan de tener fuentes de financiamiento externo y el entorno se hizo muy complicado, lo que requirió de destrezas y habilidades para solventar el problema, gestión que se me facilitó al contar en la Cámara con una junta directiva en la que cada quien aportó su experiencia para buscar soluciones favorables para todos, siendo ese uno de los grandes valores agregados de la institución”, aseguró.

Reforzar el binomio empresa - universidad

“Más allá de atender lo inmediato, no perdimos la perspectiva de crear futuro y seguimos trabajando por los jóvenes y celebramos los Encuentros Empresariales, espacio que invitaba a estudiantes de diversas universidades a escuchar experiencias de profesionales exitosos, buscando siempre conectar con el futuro”.

El también fundador de la “Marca País”, comentó que se empeñó en promocionar la marca Venezuela en un momento que era necesario acercarse a los jóvenes y enseñarles que, a pesar de las adversidades, hay situaciones que se pueden superar, porque es importante reforzar el binomio empresa – universidad, y conectar la teoría con la praxis para que un país pueda avanzar.

Otro elemento fundamental de su gestión fue el Centro de Arbitraje como elemento diferenciador de la Cámara para resolver conflictos, el cual fue clave para impulsar la confianza en los afiliados y empresarios nacionales.

El experto en liderazgo estratégico y dirección de organizaciones, con sólida formación gerencial y en ciencias administrativas, explicó que en la Cámara de Caracas confluyen 4 elemento que el país debe tener para alcanzar el desarrollo, riquezas nacionales y formación profesional como son: confianza para que la sociedad sea próspera; instituciones; ciudadanía y ética comercial e integral con los empresarios.  “Y trabajar con esos 4 elementos, presentes todos en la Cámara, son un legado que hay que impulsar y mantener en el tiempo para alcanzar un país de progreso “, destacó.

Para el ex presidente siempre está la sensación de que quedó algo pendiente y siente que a su gestión al frente del gremio, le faltó contribuir a reducir los niveles de pobreza, a tener mejores infraestructuras y a concretar mayores compromisos con la educación, porque nunca debe olvidarse la necesidad de “articular con el futuro”.

Un capítulo especial

El paso por la Cámara más antigua de Venezuela, dejó en Pacheco Rodríguez, quien es un hombre que destaca por su labor como promotor de cambios positivos en el desarrollo social y económico del país, un descubrimiento de lo fundamental de las instituciones sólidas, el respeto a las libertades y a la propiedad, un recordamiento constante de los valores, la ética, el relacionamiento, la confianza y la tolerancia.

“Estar a la cabeza de un gremio requiere escuchar puntos de vista opuestos, pero teniendo siempre en cuenta que representas a una institución a la que hay que hacerle honor de un pasado y preservarla en el tiempo, y al final, todo es motivo de orgullo y satisfacción (…), con el apoyo de la junta directiva y gente experta que me ayudaron, me quedan gratos recuerdos y dentro de mi historia profesional, esto tiene un capítulo especial”.

Caracas “la verde esperanza”

Para el defensor del potencial venezolano, los tiempos cambian y las organizaciones también deben hacerlo, por eso sugiere hacer un trabajo de posicionamiento orientado a jóvenes, porque ese sector debe entender que las instituciones son importantes para crear ecosistemas económicos y sociales que sean sostenibles, pero, insiste, hay que modernizar la identidad y darles un atractivo a los jóvenes emprendedores con las empresas tradicionales y estos semilleros de emprendimientos.

Para este caraqueño formado principalmente en la UCV con maestría en el Politécnico Madrid, “la ciudad es una diversidad en los colores. Caracas tiene un verde que no tiene ninguna otra ciudad, pero si lo analizas, ves que las tonalidades de los verdes son infinitas y al final, eso es Caracas. Es la verde esperanza dentro de una gran diversidad que un mismo color puede ofrecer”.

El expresidente sin planes de dejar su ciudad natal, por ser el espacio en el que se siente bien y puede aportar, recordó que siempre “es importante estar en donde se siente que agregas más valor y puedas ser parte”.

Por Letizia Buttarello Lavarte

Fernando Eseverri

Fernando Eseverri

Fernando Eseverri

"Todos tenemos que aportar"

 

A pesar de que su experiencia gremial era poca, aceptó involucrarse y escalar en la Junta Directiva de la Cámara, porque consideró importante “contribuir con su granito de arena”.

Fernando Eseverri Indave tuvo su primera relación con la Cámara de Comercio de Caracas a comienzo de los ochenta, cuando la Siderúrgica del Orinoco (Sidor), involucró a los distribuidores de acero en la institución por sugerencia de Gustavo Romero, quien propuso afiliar a ese sector a la Cámara para ayudarlos con la negociación de los precios del acero.

Fue a partir de ese momento y durante la presidencia de Manuel Arcaya, que Eseverri en representación de la empresa Maploca, se integró a la Junta Directiva sólo por un período, sin embargo, luego de algunos años, Roberto Ball Zuloaga, secundado por Darío Salas, lo llama para que se reincorpore a la institución y así regresó para y “entrar en la escalera de la Junta Directiva”.

La experiencia gremial era poca, pues sólo había estado en la Cámara de Industriales de Caracas cuando fue presidente Luis Enrique Vegas Chumaceiro, pero decidió involucrarse y consideró importante contribuir con su granito de arena.

Entre 2012-2014 asumió la presidencia de la Cámara de Caracas, hecho que le fue difícil porque es una persona discreta y le gusta pasar desapercibido, por lo que uno de sus principales retos profesionales fue superarlo y exponerse como figura pública, a pesar de la timidez y de ser una época en la que no era conveniente por el tema de la inseguridad y los secuestros en el país.

Presencia activa

Eran tiempos complejos, pero se logró mantener la presencia activa de la Cámara y participar en muchas reuniones, acercarse a los alcaldes y lograr sólo algunas reuniones con personajes secundarios del Distrito Capital, pues era un momento muy puntual y difícil donde los vínculos con el gobierno eran impenetrables, aunque esa situación luego cambió con los años.

“Otros de los aspectos que preocupaba durante ese tiempo fueron las expropiaciones de las empresas y la seguridad personal. Había empezado un control cambiario, comenzaron los ingresos petroleros fuertes y hubo un crecimiento económico, pero ésa fue la última etapa del boom que después terminó y dio paso al descenso”.

El arte vincula

Como hombre vinculado a la cultura y al arte, Eseverri inició una serie de actividades culturales en la Cámara que comenzaron con la exposición en el lobby del edifico sede del artista venezolano Javier León, quien exhibió una muestra de piezas sobre Caracas creándose el concepto de la “Galería de la Cámara”, que luego siguió más allá de su gestión con otras exposiciones de artistas plásticos individuales y colectivas.

Nació también el concurso de pintura para niños “Píntame a Caracas” y siguió apoyando el Premio de periodismo “Caracas a través de la mirada del Periodismo”, actividades que considera deben tener continuidad y mantenerse porque vincula con las distintas comunidades, medios de comunicación y públicos externos.

El ex presidente comentó que entre sus gestiones se dio apoyo al Centro de Arbitraje y promovieron sus servicios, incluyendo una cláusula para que los afiliados a la Cámara mediaran a través del Centro de Arbitraje de la Cámara de Caracas.

“Nos propusimos visitar a nuestros miembros en sus oficinas, como una forma de acercamiento y de ofrecerles los servicios de la Cámara”, y comentó que las vistas se hacían al menos una por mes, para que las empresas vieran el interés por mantener la comunicación y la cercanía de la institución.

Asimismo, recuerda como actividades importantes y muy enriquecedoras los Encuentros Empresariales con los estudiantes universitarios (que luego incluyó a los de quinto año de bachillerato), la cual representaban una valiosa oportunidad de mostrarles el lado positivo del país a través de experiencias exitosas (o fracasos) de los propios empresarios.

Para el economista, durante su presidencia quedaron en el camino algunas acciones por concretar y objetivos que no lograron cumplirse, como ampliar y captar como miembros de la Cámara a todos los comerciantes y emprendedores de los mercados populares, porque la idea era atraerlos a la Cámara y aunque algo se logró a través de Atraem (comerciantes de Catia), considera faltó muchísimo por hacer.

Quedan los amigos y gratificaciones

Para Fernando Eseverri, quien pasado los años acumula una amplia trayectoria en las directivas de empresas e instituciones, lo más satisfactorio a nivel personal de haber presidido la Cámara más antigua de Venezuela, fue esa oportunidad de aprendizaje profesional y de superar miedos, además de adquirir experiencias y acercarse a los directores para poder estrechar vínculos y relaciones, que al final le dejó grandes amistades y muchas gratificaciones.

Tras su salida de la institución y haberla representado en la directiva de Conindustria, ha perdido conexión con la Cámara de Caracas por falta de tiempo y compromisos en las Juntas Directivas de otras empresas y organizaciones, así como en algunas fundaciones con las que trabajan el arte y la parte social e incluso se vinculan con poblaciones indígenas, además de actividades culturales, edición de libros y montaje de exposiciones culturales.

“El único plan es Venezuela”

Como caraqueño reveló que su “plan A” es Venezuela y Caracas y su “plan B” es Venezuela y Caracas, y aunque sus hijos y familiares están afuera del país, no tiene proyectos de hacerlo “y si con todo lo que hemos pasado no nos hemos ido, no creo que lo hagamos ahora”, aseguró.

“Venezuela es tremendo país y Caracas tremenda ciudad y tenemos mucho que mejorar y mucho por hacer, pero todos tenemos que aportar”.

Como apasionado al arte y de la estética, considera que la ciudad capital está bastante mantenida, pero en los barrios le falta mejorar el aseo y la limpieza de las zonas populares. Entre tanto, a la Cámara -precisó-, le faltaría una renovación del edificio que trascendiera y fuera permanente.

Por Letizia Buttarello Lavarte

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