Por José Manuel Castillo
Iglesia de Nuestra Señora de La Merced, o Las Mercedes como se le conoce popularmente, primer convento de religiosos mercedarios de Caracas.
“El primer convento de religiosos mercedarios de Caracas (orden fundada en 1218 por Jaime I de Aragón, San Pedro Nolasco y San Raimundo de Peñafort, para la redención de cautivos) fue instalado por licencia en 1638 en una hospedería que se hallaba en la actual parroquia San Juan, que entonces era un despoblado, en el camino a los valles de Aragua. Nuestra Señora de las Mercedes ha sido reconocida Virgen Redentora de cautivos, patrona de la mariana ciudad de Caracas, por el Cabildo de Venezuela en 1638. Se la invocó como patrona de la ciudad, en una célebre plaga de la ahorra del cacao, deliberando el Cabildo “que convenía tomar y elegir un Santo por abogado que interviniese por Dios N. S. en las plagas”. Desde esa época existía la llamada limosna o diezmo del cacao que todos los agricultores aportaban de sus cosechas, costumbre que ha caído en desuso.
El terremoto de 1641 arruinó la hospedería y sobre las ruinas se quiso levantar una iglesia; obras que fueron interrumpidas por no tener las licencias, por orden del Ilmo. Sr. Don Fray Mauro de Tovar, Obispo. En 1642 se recibieron las licencias, pero no se empezó a construir el convento hasta en 1651, en un arrabal de la ciudad. En 1681 se trasladó el convento a la represa del Catuche, en la prolongación de la calle de San Sebastián. El 21 de octubre de 1766, la veleidosa naturaleza temblaba de nuevo a las 4 de la mañana, pero no pereció ningún habitante, lo que se atribuyó a especial protección de la Virgen, cuya imagen se encontraba de visita en la Catedral.
Esta imagen era la primitiva llamada “La Guaricha”. Después de las reparaciones en el templo, fue llevada a su iglesia y el Cabildo regaló una hermosa plancha o tarjeta de plata con labores doradas, estilo barroco, que se coloca todos los años a los pies de la Virgen en la fiesta conmemorativa. Desde 1766 la Virgen de las Mercedes es reconocida además Patrona de los terremotos. Antes de 1812, el templo era el mejor de Caracas y el edificio era llamado “Casa Grande”. Constaba de tres naves y diez altares. Por esa época Don Andrés Bello visitaba con frecuencia el convento donde hizo sus estudios de humanidades con las lecciones de Fray Cristóbal de Quesada. Sabido es que su tío materno Don Ambrosio López era mercedario.
El terremoto de 1812 produjo la muerte de la mayor parte de los frailes. Las ruinas persistieron hasta que se demolieron completamente y desde entonces se separaron la iglesia, la residencia y los jardines. La reconstrucción del templo se debe a los esfuerzos del Pbro. Jacinto Madelaine que no tuvo la dicha de ver terminada su obra, pues murió en 1856 y el edificio fue abierto al público en marzo de 1857. El padre Madelaine fue enterrado a los pies del altar de la Virgen.
Otras obras se realizaron por disposición del 21 de setiembre de 1883, del general Antonio Guzmán Blanco, según planos del arquitecto señor Juan Hurtado Manrique. En dicha disposición se ordenaba la compra de sillas, ternos, araña de 24 luces, de un órgano, del altar mayor y de otras imágenes de Nuestra Señora de las Mercedes y de Jesús Crucificado.
El general Joaquín Crespo también dispuso que un altar que se había traído de París fuese destinado a la Catedral y el que había en ésta, se instalase en Las Mercedes. El que había en esta última fue llevado a la iglesia del Corazón de Jesús. Las torres fueron construidas en 1886. En cuanto a la primera imagen, leemos en Arístides Rojas que “aguijoneados los caraqueños por la vanidad, se cansaron de la antigua imagen y resolvieron adquirir una escultura cuyo modelo fuese caraqueño, estimando que ninguna imagen traída del extranjero debería ser reverenciada, sino otra fabricada en el suelo patrio. Fue entonces cuando se colocó la imagen llamada “La Grande” y la primitiva confiada a la señora Mercedes Toro de Jugo Ramírez. El altar de estilo bizantino constaba de cuatro columnas y las cuatro virtudes teologales. En 1891 se autorizó a los PP. Capuchinos su entrada en Venezuela para la civilización de los indios de la Goajira y Guayana. Vinieron a iniciativa del Iltmo. Sr. Uzcátegui y les fue cedido el rectorado de la iglesia. En 1895 se les cedía la iglesia misma con sus dependencias, siendo superior el R. P Francisco de Amorabieta.
Ruinas de la iglesia de Las Mercedes, tras el terremoto de 1812. Óleo sobre tela, Ferdinand Bellerman. Colección Museo Estadales, Berlín, 1844.
En 1898 Caracas sufrió una intensa epidemia de viruela y los Capuchinos dieron una muestra más de su constante celo, mereciendo que el Gobernador les diese un solemne voto de gracias, así como a las Hermanas de San José de Tarbes, por la asistencia personal eficaz y graciosa cooperación prestada al Gobierno. En 1893 y 1898 se ejecutaron diversas reformas y se aumentó la colección de imágenes con otras traídas de Barcelona de España: San José, regalo del doctor Rojas Paúl; el Nazareno con su Cruz, bellísima escultura regalada por doña Manuela Gorrondona de Power; Santa Teresa de Jesús, regalo de la señora Pilar de Sabater; San Lorenzo de Brindisi, donación de la familia Cabrera.
En 1899 se hicieron mejoras en el interior y el decorado fue ejecutado bajo la dirección del señor Corrado.
La construcción de la gruta de la Virgen de Lourdes fue decidida en 1898 por el R. P. Baltasar de Lodares, Superior de la Residencia. Fue construida por Pedro Barnola, maestro de obras y Terciario franciscano, bendecida el 30 de octubre de 1898, ensanchada en 1900 por cesión del terreno que hizo el Concejo Municipal. La verja exterior fue armada en 1900.
En 1909 se restauró la fachada. El pintor Agüin fue el autor del cuadro de grandes dimensiones representando el Tránsito de N. S. P. San Francisco que se encontraba en el presbiterio. Una nueva imagen de las Mercedes fue colocada, regalo del doctor Márquez Bustillos. La actual fachada es de estilo Renacimiento, con 8 columnas dóricas, un escudo de la Merced en el tímpano y dos torres estilo corintio.
Hay un cuadro del “Sermón de la Montaña” ejecutado por Antonio José Carranza; otro sin terminar, “El Misterio de la Anunciación”, por Mauri; otro de “La Huída a Egipto”. Otros cuadros representan a San Ignacio, San Francisco de Paula, la Magdalena, Santo Domingo de Guzmán. El órgano fue traído de Francia, regalado por la señora Rosaura de Santana, y fue consagrado el 17 de septiembre de 1914 por el Obispo del Zulia doctor Arturo Celestino Álvarez.
En el templo han sido sepultados, además del R. P. Madeleine, en 1872 Don José Rafael Revenga y otras personas de su familia, Don Gerardo Monagas, hijo del general José Gregorio Monagas, el general Francisco Conde, el General José María Otero Padilla. En las torres hay cuatro campanas de 1754 y 1799 del primitivo convento y dos modernas. En la biblioteca de los Padres se cuentan más de 4.000 volúmenes y un hermoso museo de Historia Natural. En esta iglesia se han verificado siempre grandes solemnidades, una de las más señaladas es la de la Virgen del Valle. Los PP. Capuchinos fundaron la V. O. T en 1894. También tuvo lugar en esta iglesia el primer homenaje en Caracas a Santa Teresita del Niño Jesús el 30 de septiembre de 1925. La estatua en la parte superior del frontis es de singular belleza. LA iglesia está actualmente vacía por reformas completas del interior”.
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