Roberto Ball

2006 - 2008

“En la cámara asumimos un rol protagónico frente a la reforma constitucional"

“Los gremios son una forma de representar los intereses legítimos de las empresas”.

Roberto Ball Zuloaga es miembro de una familia que siempre estuvo involucrada con los gremios, y su padre y abuelo fueron presidentes de Cámaras, así como su hermano, de manera que lleva en las venas la convicción de la importancia de participar en organismos sectoriales o regionales, en especial cuando se dirige una compañía, pues es su opinión, los asociaciones son una forma de representar los intereses legítimos de las empresas.

Ball, economista egresado de The American University en Washington DC, ingresó a la directiva de la Cámara de Industriales de Caracas alrededor de 1998, tras haber participando en otras cámaras sectoriales como la Cámara de Fabricantes de Productos Médicos (CAFAME), donde fue Presidente y fundador.

En el año 2003 lo eligen Presidente de la Cámara de Industriales y junto con Nicolás Vegas y Alejandro Chumaceiro, le tocó negociar y concretar la fusión con la Cámara de Comercio de Caracas, tema que se había hablado por mucho tiempo pero no se había logrado, y cuyo primer presidente a partir de la fusión fue Alejo Planchart. En 2006 fue su turno y asume la presidencia del nuevo gremio constituido como Cámara de Comercio Industria y Servicios de Caracas.

“El proceso de fusión de las dos cámaras no fue fácil y en un momento dado pensé que no se iba a lograr, pues había personas de la vieja escuela que aún pensaban que los intereses del sector industrial no podían conciliarse con los del sector comercio. Yo siempre he creído en el libre comercio y estaba convencido de que, ante la nueva realidad del país, había que unir esfuerzos”.

     Estando al frente de la Cámara de Caracas, le tocó enfrentar varios momentos difíciles, uno fue cuando el referendo constitucional, cuyas reformas planteadas suponían una seria amenaza al derecho de propiedad, que es un derecho en su opinión, tan fundamental como la vida.

“En la cámara asumimos un rol protagónico en oponernos a la reforma, incluso sacando un comunicado por la prensa donde advertíamos que esa nueva constitución sería totalmente ilegítima, sin importar el número de votos a favor que pudiera sacar en el referendo. Esa posición me costó momentos muy desagradables y tensos”, señaló.

Influencia limitada

Tradicionalmente, el éxito de un gremio se mide por el valor que le da a sus afiliados, pero lamentablemente en las últimas décadas la influencia de éstos sobre las políticas públicas, tanto nacionales como regionales, ha sido muy limitada.

Roberto Ball afirmó que durante su gestión, un poco forzados por las circunstancias, se dedicaron a liderar la defensa de principios y valores sin los cuales la actividad privada es imposible. La Cámara de Caracas al ser la más antigua del país tenía un rol que debía asumir y se procuró emprenderlo de manera efectiva.

A nivel personal, Roberto Ball quien se ha desempeñado a nivel profesional en la comercialización internacional de productos de alta tecnología para la salud, manifestó que su paso por la Cámara de Caracas fue una experiencia muy grata, fundamentalmente porque tuvo la dicha de contar con una Junta Directiva y un equipo gerencial compuesto por hombres y mujeres íntegros y valientes, que compartían la misma visión y los mismos valores.

Asumir la dirección de una institución tan importante le dejó muy buenos recuerdos al poder compartir esas vivencias y aprendizaje con un magnífico Comité Ejecutivo y un equipo gerencial de primera que lo acompañó durante dos años, que en ese momento se constituyó con el apoyo de Diana Droulers y Víctor Maldonado.

Perdurar en el tiempo

Hoy con una mirada desde afuera como ex presidente de la Cámara y habiendo integrado además el Comité Ejecutivo de Conindustria, el Directorio de Fedecámaras, el Consejo Nacional de Economía y haber sido director de la Asociación Venezolana de Distribuidores de Equipos Médicos, del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico (CEDICE) y miembro del Consejo de Fomento de la Universidad Simón Bolívar, considera que le corresponde a la dirigencia actual de la Cámara de Caracas definir su fututo y si lo considera pertinente, formular cambios y mejoras para seguir siendo la respetada y reconocida institución gremial más antigua de Venezuela.

Con más de 13 décadas de fundada, la Cámara sigue siendo digna merecedora de congratulaciones, no solo por perdurar tantos años, haber crecido y transformarse durante el curso del tiempo, sino porque se ha adaptado constantemente a las nuevas realidades del país.

Por ello “deseo que mantenga esa capacidad de perdurar en el tiempo, con el apoyo de sus afiliados; de manera de que pueda cumplir el rol fundamental que le tocará en el momento en que las cosas cambien para mejor y llegue la hora de refundar al país y de retomar el camino de la prosperidad y el desarrollo dentro de un contexto de derechos de propiedad, libertad de mercados, reglas claras y competencia”.

“Soy hijo del Valle” y Caracas es el único sitio en el mundo donde realmente me siento en mi casa. En mi vida profesional he tenido que viajar por toda América Latina y realmente creo que Caracas, a pesar de todos sus problemas, sigue siendo una de las ciudades más imponentes y bellas del hemisferio”, afirmó con la nostalgia de querer a su ciudad y sólo vivirla como visitante.

Por Letizia Buttarello Lavarte

Loading
Abrir chat
1
Contacta a nuestro equipo.
Escanea el código
Contacta a nuestro equipo para aclarar tus dudas o solicitar información.