Leonardo Palacios

2020 - 2023

“Déjenme soñar y permítanme ejecutar"

“Veo con beneplácito que todos los que llegan a presidentes tienen un empuje para dar lo mejor de sí, y en 131 años cada gestión tiene su impronta, su legado y cada presidente se constituye en un referente (…), con la intención de dar lo mejor a la Cámara”.

Leonardo Palacios, abogado y experto tributario, tuvo sus primeros acercamientos con el sector gremial cuando se desempeñó como director de fiscalización y rentas del Consejo Municipal de Sucre, y a partir de allí, comenzaron los vínculos con las cámaras y comercios que se consolidaron luego con el proyecto de reforma tributaria, y lo llevaron a trabajar con las diversas instituciones de industriales, entre ellas Conindustria, Consecomercio y la Cámara de Comercio de Caracas.

Palacios recuerda sus dos primeros acercamientos con la Cámara: el primero en una reunión con el Ministerio de Hacienda por la reforma tributaria, y el segundo, haciendo una presentación “ante todos los capitanes de empresa sentados en ese gran mesón”, donde hubo un intercambio estrecho.

 

Años más tardes, por el impulso del abogado Manuel Torres asumió su representación como director, hasta que Haydée Salas lo invitó a ser su vicepresidente, pero sin esperarlo, le propusieron asumir la presidencia, cargo que aceptó en 2020 bajo circunstancias bien difíciles por el comienzo de la pandemia.

Su gestión emprendió en un momento atípico y estuvo un año más del período estatutario, pero en esos tres años logró el relanzamiento de la Cámara de Caracas, que la gente la conociera y se centraron en actividades para los afiliados a través de la creación de los comités.

Con un balance de más 200 actividades, gran parte durante la pandemia y ejecutadas a distancia, la Cámara se vinculó con diversas universidades, la Academia de Ciencias Políticas y Sociales, la Academia de la Historia e iniciaron los acercamientos con el gobierno nacional, la Alcaldía de Caracas y el Parlamento, y se empezó con la formación sobre todo de gente joven, para ir preparando los relevos.

Reorganizar y modernizar

El principal objetivo que se planteó Palacios fue la institucionalización, consolidación y proyección de la Cámara y su entorno, para hacerla cercana y dejarla a un equipo joven que diera paso a las nuevas generaciones.

Como abogado, durante su gestión hizo hincapié en la renovación y relanzamiento del Centro de Arbitraje de la Cámara de Caracas, acciones que comenzó cuando era vicepresidente con la conformación de un equipo, y que siguió después con el Programa de Estudios Avanzados de Arbitraje en la universidad Monteávila; la renovación de los reglamentos; la participación de árbitros y el adelanto de un Programa de Mediación y Conciliación propuesto por la Cámara.

“Déjenme soñar y permítanme ejecutar”, fue lo que pidió Palacios al llegar, y eso le permitió llevar a cabo el proceso de renovación, aumentar la presencia en las redes sociales, digitalizar las memoria y boletines, y reconstituir la memoria histórica de la cámara, donde se atesora parte de la historia económica de Venezuela. Esa digitalización comenzó durante el confinamiento y se logró avanzar en actividades de reorganización, mejora física del edificio, recuperación de áreas comunes y algunas modernizaciones importantes.

Palacios complacido con lo alcanzado, sólo lamenta la falta de recursos para haber dejado totalmente saneada la Cámara y mejorar espacios como el auditorio, sin embargo, desde el punto organizativo se modificaron los contratos con los arrendatarios, los servicios para los afiliados y se recuperaron espacios importantes.

“Cámara para rato”

Leonardo Palacios es de la idea que con un buen equipo se logra todo, y siente satisfacción de haber cumplido con lo que se propuso, como haber reestructurado al equipo interno, generar sensibilidades importantes en los lideres empresariales y crear 10 comités de trabajo que llevaron a un crecimiento profesional desde el punto de vista de la institucionalidad empresarial

“Veo con beneplácito que todos los que llegan a presidentes tienen un empuje para dar lo mejor de sí, y en 131 años cada gestión tiene su impronta, su legado y cada presidente se constituye en un referente (…), con la intención de dar lo mejor a la Cámara”.

Incansable y siempre activo, Palacios ha sido un hombre que no ha parado de trabajar y que ha estado vinculado en sus distintas etapas profesionales con actividades públicas, sociales, tributarias, sintiendo una pasión especial por la historia, sólo espera que la Cámara tenga la oportunidad de seguir contando con sus directores y comités gerenciales, porque eso implica el compromiso de lucha que garantiza que “haya cámara para rato”.

“Caracas es mi pasión y mi todo, es el espacio vital de un muchacho que comenzó en una zona de la ciudad, se formó en otra, dio sus primeros pasos profesionales en otra parte de la capital, y se consolidó en otra, de manera que he sido parte de todos los lugares donde he estado, y ellos constituyen un rompecabeza y espacios de vida. Soy caraqueño absolutamente”.

Por Letizia Buttarello Lavarte

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