Fernando Eseverri
2012 – 2014
"Todos tenemos que aportar"
A pesar de que su experiencia gremial era poca, aceptó involucrarse y escalar en la Junta Directiva de la Cámara, porque consideró importante “contribuir con su granito de arena”.
Fernando Eseverri Indave tuvo su primera relación con la Cámara de Comercio de Caracas a comienzo de los ochenta, cuando la Siderúrgica del Orinoco (Sidor), involucró a los distribuidores de acero en la institución por sugerencia de Gustavo Romero, quien propuso afiliar a ese sector a la Cámara para ayudarlos con la negociación de los precios del acero.
Fue a partir de ese momento y durante la presidencia de Manuel Arcaya, que Eseverri en representación de la empresa Maploca, se integró a la Junta Directiva sólo por un período, sin embargo, luego de algunos años, Roberto Ball Zuloaga, secundado por Darío Salas, lo llama para que se reincorpore a la institución y así regresó para y “entrar en la escalera de la Junta Directiva”.
La experiencia gremial era poca, pues sólo había estado en la Cámara de Industriales de Caracas cuando fue presidente Luis Enrique Vegas Chumaceiro, pero decidió involucrarse y consideró importante contribuir con su granito de arena.
Entre 2012-2014 asumió la presidencia de la Cámara de Caracas, hecho que le fue difícil porque es una persona discreta y le gusta pasar desapercibido, por lo que uno de sus principales retos profesionales fue superarlo y exponerse como figura pública, a pesar de la timidez y de ser una época en la que no era conveniente por el tema de la inseguridad y los secuestros en el país.
Presencia activa
Eran tiempos complejos, pero se logró mantener la presencia activa de la Cámara y participar en muchas reuniones, acercarse a los alcaldes y lograr sólo algunas reuniones con personajes secundarios del Distrito Capital, pues era un momento muy puntual y difícil donde los vínculos con el gobierno eran impenetrables, aunque esa situación luego cambió con los años.
“Otros de los aspectos que preocupaba durante ese tiempo fueron las expropiaciones de las empresas y la seguridad personal. Había empezado un control cambiario, comenzaron los ingresos petroleros fuertes y hubo un crecimiento económico, pero ésa fue la última etapa del boom que después terminó y dio paso al descenso”.
El arte vincula
Como hombre vinculado a la cultura y al arte, Eseverri inició una serie de actividades culturales en la Cámara que comenzaron con la exposición en el lobby del edifico sede del artista venezolano Javier León, quien exhibió una muestra de piezas sobre Caracas creándose el concepto de la “Galería de la Cámara”, que luego siguió más allá de su gestión con otras exposiciones de artistas plásticos individuales y colectivas.
Nació también el concurso de pintura para niños “Píntame a Caracas” y siguió apoyando el Premio de periodismo “Caracas a través de la mirada del Periodismo”, actividades que considera deben tener continuidad y mantenerse porque vincula con las distintas comunidades, medios de comunicación y públicos externos.
El ex presidente comentó que entre sus gestiones se dio apoyo al Centro de Arbitraje y promovieron sus servicios, incluyendo una cláusula para que los afiliados a la Cámara mediaran a través del Centro de Arbitraje de la Cámara de Caracas.
“Nos propusimos visitar a nuestros miembros en sus oficinas, como una forma de acercamiento y de ofrecerles los servicios de la Cámara”, y comentó que las vistas se hacían al menos una por mes, para que las empresas vieran el interés por mantener la comunicación y la cercanía de la institución.
Asimismo, recuerda como actividades importantes y muy enriquecedoras los Encuentros Empresariales con los estudiantes universitarios (que luego incluyó a los de quinto año de bachillerato), la cual representaban una valiosa oportunidad de mostrarles el lado positivo del país a través de experiencias exitosas (o fracasos) de los propios empresarios.
Para el economista, durante su presidencia quedaron en el camino algunas acciones por concretar y objetivos que no lograron cumplirse, como ampliar y captar como miembros de la Cámara a todos los comerciantes y emprendedores de los mercados populares, porque la idea era atraerlos a la Cámara y aunque algo se logró a través de Atraem (comerciantes de Catia), considera faltó muchísimo por hacer.
Quedan los amigos y gratificaciones
Para Fernando Eseverri, quien pasado los años acumula una amplia trayectoria en las directivas de empresas e instituciones, lo más satisfactorio a nivel personal de haber presidido la Cámara más antigua de Venezuela, fue esa oportunidad de aprendizaje profesional y de superar miedos, además de adquirir experiencias y acercarse a los directores para poder estrechar vínculos y relaciones, que al final le dejó grandes amistades y muchas gratificaciones.
Tras su salida de la institución y haberla representado en la directiva de Conindustria, ha perdido conexión con la Cámara de Caracas por falta de tiempo y compromisos en las Juntas Directivas de otras empresas y organizaciones, así como en algunas fundaciones con las que trabajan el arte y la parte social e incluso se vinculan con poblaciones indígenas, además de actividades culturales, edición de libros y montaje de exposiciones culturales.
“El único plan es Venezuela”
Como caraqueño reveló que su “plan A” es Venezuela y Caracas y su “plan B” es Venezuela y Caracas, y aunque sus hijos y familiares están afuera del país, no tiene proyectos de hacerlo “y si con todo lo que hemos pasado no nos hemos ido, no creo que lo hagamos ahora”, aseguró.
“Venezuela es tremendo país y Caracas tremenda ciudad y tenemos mucho que mejorar y mucho por hacer, pero todos tenemos que aportar”.
Como apasionado al arte y de la estética, considera que la ciudad capital está bastante mantenida, pero en los barrios le falta mejorar el aseo y la limpieza de las zonas populares. Entre tanto, a la Cámara -precisó-, le faltaría una renovación del edificio que trascendiera y fuera permanente.
Por Letizia Buttarello Lavarte