NUESTROS PRESIDENTES
1982 – 1983 1984 – 1985 1986 – 1987 1988 – 1989 1990 – 1991 1992 – 1993 1994 – 1995 1996 – 1997 1998 – 1999 2000 – 2001 2002 – 2004 2004 – 2006 “La ciudad tiene un deterioro pero es consecuencia del deterioro del país, pero todos los que aún estamos, tenemos la esperanza de cambios electorales y en las instituciones”. Carlos Alberto Bernárdez Lossada, quien fuera presidente de la Cámara de Comercio de Caracas durante el período 1990-1991, se incorporó a la Junta Directiva de la institución como representante del sector bancario pocos años antes de llegar a presidirlo. Su ascenso fue relativamente rápido, pues Enrique Sánchez cuando fue presidente en el año 1978, tomó la medida de no aprobar la reelección de los presidentes, sino que permanecieran únicamente por un año, y eso aceleró la rotación de los cargos y su promoción a presidir el gremio. Es así que en 1990 tomó las riendas de la Cámara, tras ser sucesor de Luis Fernando Sánchez y contar con el respaldo de un grupo de directores, conformado por profesionales muy valiosos y destacadas personalidades que han sido claves en la construcción del país. Bernárdez, de profesión abogado con diversas especializaciones en negocios y gerencia en la Universidad de Harvard, cuando tomó las riendas de la Cámara estaba en la directiva del Banco de Venezuela y contaba a con una amplia trayectoria en instituciones financieras. Su experiencia laboral lo había llevada ocupar el cargo de presidente en el Fondo de Inversiones de Venezuela (FIV); director de la Corporación Andina de Fomento (CAF): director de la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (CANTV) y del Fondo OPEP. Para el experto en sistemas financieros, su gestión se enmarcó en momentos difíciles para Venezuela, sin embargo, está consciente que en el país siempre ha habido tiempos mejores que otros y aseguró que en su período no hubo alguna circunstancia especialmente negativa ni horrorosa. Señaló que quizá lo más importante en esa ápoca era mantener una junta directiva rotativa, medida que se mantuvo por unos diez años, y donde era relevante el cambio continuo de los integrantes del directorio de la institución. En aquel tiempo no se fomentaba reuniones con funcionarios del gobierno y tampoco había muchas relaciones con el Ejecutivo, salvo con el Ministerio de Hacienda, mientras que sí había un intercambio permanente y relaciones activas con otros gremios, más que con el propio gobierno. Bernárdez, quien tras su paso por la Cámara de Comercio siguió la ruta institucional, considera que estar al frente del legendario organismo fue una experiencia muy útil, y aunque para ese momento aún no había llegado a presidente del Banco de Venezuela, fomentó contactos que luego le sirvieron de mucho para su larga carrera profesional de casi 30 años en el banco y siete de ellos como presidente. Asimismo, durante toda su vida se mantuvo en el mundo gremial y llegó a presidir a la Asociación Bancaria de Venezuela; el Banco de Venezuela Internacional; el Dividendo Voluntario para la Comunidad; la Cámara Venezolana Japonesa; Seguros Venezuela; Fundación Blandín; la Federación Venezolana de Golf y ser director de otras organizaciones como el Consejo Bancario Nacional; Fundación IESA; Cámara Venezolana Británica; Centro Médico Docente la Trinidad; Universidad Metropolitana (UNIMET); Envases Venezolanos; el Centro Ejecutivo de Conciliación y Arbitraje (CEDCA); Bancaribe Curacao Bank y Fundación Buena Voluntad, entre otros. Aseguró que de toda la infinidad de juntas directivas de las que ha sido parte, la que más le ha gustado es la de Cámara de Comercio de Caracas y del Dividendo Voluntario, porque son instituciones que se manejan en un estilo y manera parecida. Actualmente Bernárdez Lossada se ha ido retirando y prefiere estar jubilado, pues considera que “uno no debe quedarse por mucho tiempo en las posiciones”, por lo que decidió retirarse del Consejo Superior Universitario de la UNIMET donde estuvo por 35 años, así como de otras actividades; sin embargo, sigue como asesor de Bancaribe y es parte de los ex presidentes y del Consejo Consultivo de la Cámara de Caracas. Reveló que para él Caracas representa mucho, y siendo hijo de diplomático una época vivió en Guatemala, y como hablaba tanto de su ciudad, le pusieron el apodo de “Caracas”. “Es la ciudad que me atrapa, donde he vivido toda la vida y aunque mis hijos están afuera, sigo aquí, retirado (…). La ciudad tiene un deterioro pero es consecuencia del deterioro del país, pero todos los que aún estamos tenemos la esperanza de cambios electorales y en las instituciones (…)”, sentenció. “Espero que en la Cámara se mantenga siempre la rotación y siga siendo útil para la gente, y mientras tanto, yo sigo siempre disponible y participando en las reuniones de directivas que me convocan”. Por Letizia Buttarello Lavarte “El paso por la Cámara además de consolidar vínculos y amistades que aún perduran, fue una de las experiencias más rica, al ver renacer a una institución que tenía más de cien años de fundada y haber contribuido a preservarla y enrumbarla hacia el futuro”. Alejo Antonio Planchart Cuervo llegó a la Cámara de Caracas en representación de Empresas Polar, tras acumular experiencia gremial, desempeñarse en diversas comisiones de Conindustria, y al aceptar la invitación que le hiciera Germán García Velutini por el año 2000, durante el período que presidía Rafael Alfonzo. Para ese momento la institución enfrentaba escasez presupuestaria y poca participación por parte de la junta y afiliados, hecho que se repetía también en otras organizaciones, lo que llevó al planteamiento por parte de los directores de una posible fusión entre la Cámara de Comercio de Caracas y la Cámara de Industriales de Caracas. “Ya no había razón de la separación que obedecía a momentos históricos en que había una pugna entre las necesidades de los importadores y las solicitudes de protección por parte de los industriales. Esa brecha tradicional entre industriales y comerciantes se había cerrado y muchas industrias importaban algunos de sus productos cuya manufactura era problemática en el país, al tiempo que muchos comercios habían establecido centros de manufactura”. “Financieramente ambas cámaras tenían los mismos donantes y casi los mismos miembros. Conversamos con Roberto Ball, presidente de la Cámara de Industriales y bajo la dirección de Gustavo Romero, constituimos un comité conjunto de las dos cámaras conformado por Romero, mi persona, Ball y Federico Vegas con la guía constante de Rafael Alfonzo y Germán García, que redactó los estatutos de la Cámara fusionada y que fue registrada el 30 de junio de 2004 en la que se me nombró presidente. De modo que me tocó una breve presidencia toda vez que uno de los dos ejercicios que me tocó presidir fue de medio año”, expresó. Planchart quien estuvo al frente durante el lapso 2004-2006, dijo que una de las principales tareas fue conseguir un Director Ejecutivo, cargo que ocupó Víctor Maldonado como eficiente colaborador de la reestructuración, así como un personal de primera línea con capacidad de análisis y presentación de soluciones. Luego, le tocó al difícil tarea de convencer a algunos directores muy conservadores que no estaban de acuerdo con integrase en una sola Cámara. De inmediato se elevó el número de directores y se implantó realizar las reuniones de Junta un día determinado y fijo cada mes para que todos lo agendaran sin necesidad de convocatoria y que incluyera el almuerzo, lo que aumentó considerablemente la asistencia, comentó con satisfacción. Como principales logros, Planchart quien posee un PhD en Ingeniería industrial y quien ha estado al frente de la producción y operaciones de compañías como Shell de Venezuela y Empresas Polar, resaltó el éxito en la reestructuración de la Cámara; el involucramiento de los afiliados en los diversos Comités de trabajo, como el de Asuntos Jurídicos y en la Junta del Centro de Arbitraje; mejora en las relaciones con el gobierno municipal encabezado en el momento por Juan Barreto; revisión y adecuación de los cánones de arrendamiento del edifico de la Cámara de Comercio; instauración de la nueva página web de la Cámara y más presencia mediática. Sin embargo, expresó que le hubiera gustado incluir a la mediana y pequeña empresa en la membresía del gremio, pero no encontró la forma de hacerlo sin convertir a la Cámara en una asamblea multitudinaria con intereses diversos. El Dr. Planchart quien actualmente reside fuera de Venezuela, asegura que su paso por la Cámara, además de consolidar vínculos y amistades que aún perduran, ha sido una de las experiencias más rica al ver renacer a una institución que tenía más de cien años de fundada y haber contribuido a preservarla y enrumbarla hacia el futuro. Agregó que como presidente tiene muchos recuerdos, entre ellos la conformación de un equipo de trabajo unido, coherente y motivado que fue la base de la renaciente institución; ver cien por ciento de asistencia en las reuniones de juntas directivas; y el diseño del logotipo de la Cámara que conllevó unir el ala que distingue los pies alados del Dios griego del Comercio, Hermes (Mercurio para los romanos), con la rueda dentada de la industria y el león de la ciudad de Caracas. Satisfecho con lo alcanzado en beneficios para afiliados y empleados, así como con lo positivo de la transformación, comentó que podría mejorase “el perfil elitista” de las empresas que la integran y seguir incorporando a jóvenes en las distintas actividades, como lo ha venido haciendo la directiva actual. Planchart, hombre que ha sido parte de importantes instituciones de Venezuela como Conapri, Conindustria, Caveface, Cámara de Caracas, Cania, Fundación Amigos del Teresa Carreño, Fundación Opportunitas, Dividendo Voluntario para la Comunidad, Iesa, Cavidea, Consejo de Empresarios Venezolano Americano, Cámara Latinoamericana de Cerveza, Lagunita Country Club y otras tantas que demuestran su dedicación y apego a la institucionalidad, es un fiel creyente de su país, donde ve futuro, esperanzas y mucho por construir. Para él “Caracas es mi ciudad. Adonde mejor me siento y que (lamentablemente) cada día se me está haciendo más desconocida. Es la ciudad de la eterna primavera, que espero se mantenga como tal y no deje de ser la ciudad descrita en este poema”. ¡Caracas allí está; sus techos rojos, “De esto sólo se mantienen incólumes las faldas del Ávila empinado. Ya no hay ni techos rojos, ni blanca torre, ni azules lomas y las palomas han sido sustituidas, afortunadamente por coloridas guacamayas”. Por Letizia Buttarello LavarteHenrik Blohm
Luis Augusto Vegas Benedetti
Gustavo Roosen P.
Luis Fernando Sánchez H.
Carlos Bernardez Lossada
Francisco Aguerrevere
Eduardo Gómez Sigala
Pedro Manuel Arcaya
Germán García Velutini
Rafael Alfonzo Hernández
Gustavo Romero Blohm
Alejo Planchart Cuervo
Carlos Bernárdez: “Espero que la Cámara siga siendo útil para la gente”
Una vida en el mundo gremial
“Si me convocan voy”
Alejo Planchart, la satisfacción de reestructurar dos cámaras en una.
Un personal clave para presentar soluciones
El equipo: la base del renacimiento
Mi Caracas
su blanca torre, sus azules lomas,
y sus bandas de tímidas palomas
hacen nublar de lágrimas mis ojos!
Caracas allí está; vedla tendida
a las faldas del Ávila empinado,
Odalisca rendida
a los pies del Sultán enamorado.
2006 – 2008 2008 – 2010 2010 – 2012 2012 – 2014 2014 – 2016 2016 – 2018 2018 – 2020 2020 – 2023 “La Cámara de Caracas es mi casa y de allí no me puedo salir….” Diana Mayoral, quien tuvo el reto de ser la primera mujer en presidir un gremio netamente masculino, llegó a la Cámara de Comercio de la mano de Robert Bottome cuando Germán García pasaba el mando a Rafael Alfonzo y empezó a hablarse la fusión entre la Cámara de Comercio de Caracas y la Cámara de Industriales de Caracas. Directora administrativa de un sólido grupo de empresas del área automotriz, graduada de Ingeniero de Computación (USB) con diplomado en Docencia de Idiomas Extranjeros (Unimet), formación en Teología (UCAB) y planificación financiera, Mayoral fue tesorera del gremio durante dos períodos y tras la propuesta que le hiciera Roberto Ball de asumir las riendas de la institución, dio un salto directo a la presidencia de la Cámara de Comercio Industrias y Servicios de Caracas. Fue así que entre 2008 y 2010 encabezó la Junta Directiva en un período donde comenzaron las restricciones eléctricas en Venezuela y los cortes de luz programados, que obligó a comercios, empresas e instituciones a regirse por horarios limitados de operaciones. Durante esos años no hubo gestiones ni actividades entre el sector privado y el gobierno central, porque había una línea de ambas partes que hacía muy difícil las relaciones, y sólo se logró acercamientos con la Alcaldía Metropolitana de Caracas y su alcalde Antonio Ledezma. “Era un período donde había posiciones encontradas marcadas por el radicalismo político y la diferencia de intereses, lo que también dificultó las relaciones con los otros gremios”. Con una sensibilidad especial por la capital, su historia y su gente, la cual no se cansa de recorrer y descubrir, siempre consideró que su labor frente al gremio la obligaba a hacer un paneo diario del acontecer noticioso para estar siempre preparada por algún pronunciamiento, pues su mensaje implicaba mucha responsabilidad, la representatividad del sector y el criterio de la Cámara de Caracas. La ex presidenta quien siempre se ha enriquecido del intercambio con personas de las distintas áreas, asegura que relacionarse es recompensante por los conocimientos y siempre valoró el apoyo del Comité Ejecutivo de la Cámara, en el momento de tomar decisiones para asumir posiciones gremiales. Diana Mayoral ha desarrollado su carrera en el mercado automotriz y de talleres, y en el campo administrativo elaborando sistemas y procedimientos para el manejo de las operaciones de ventas y servicios. Ademàs, acumula una amplia experiencia gremial en la Asociación de Concesionarios General Motors de Venezuela, en la Cámara de Comercio de Caracas, en el Consejo Nacional del Comercio y los Servicios( Consecomercio) y ha sido invitada a trabajar con Fedecámaras, la Cámara Venezolana Americana (Venamcham) y la Cámara de Industriales Metalúrgicos (AIMM), entre otros. Como ex presienta de la Cámara de Caracas mantiene un vínculo y asesoría permanente, además de ser parte del Consejo Consultivo e intervenir para asuntos relevantes cuando se le requiera. Mayoral celebra la renovación generacional que se ha integrado con una nueva visión e ideas a la directiva, conduciendo un cambio acorde con las demandas y nuevas realidades del país. “Con Juntas directivas que se eligen cada dos años y cuya mitad se renueva con frecuencia anual, siempre se preservan algunos para mantener la tradición, pero se reorganiza con el nuevo ímpetu que aporta la llegada de gente nueva”. Considera que la Cámara por ser el gremio más antiguo de Venezuela, debería tener un puesto de honor dentro de las cúpulas gremiales que estuviera establecido dentro de los respectivos estatutos. “La vida gremial es muy sacrificada… para ser presidente de un gremio hay que tener tiempo y dinero, pues te quita todo el tiempo de tu trabajo propio y debes estar dispuesto a poner, porque hay que costear muchos gastos (…) la época que nos tocó vivir ha sido difícil” puntualizó la ex presidenta. Por Letizia Buttarello Lavarte “Se decidió tratar de hacer una política centrada en servir de caja de resonancia para lograr conciliar”. Con la experiencia institucional y formación que le da ser parte del Grupo Blohm desde 1985, Gaston Sardi, llegó a la Cámara de Caracas en representación de Sumindu, compañía del mismo consorcio, integrándose primero en las comisiones de la Junta Directiva por 8 años y en 2012 al Comité Ejecutivo, donde pasó de segundo vicepresidente directamente a presidir la Cámara en 2014, como sucesor de Fernando Eseverri Para Sardi, “desde adentro de la Cámara” se va comprendiendo su rol e influencia en las políticas públicas y conformación de leyes, y el papel de conciliar teniendo de base un protocolo empresarial, en procura de la mayor prosperidad. “Uno se da cuenta que el 80% de los problemas son comunes y la tarea es buscar soluciones que sirvan para todos, y allí es cuando comenzamos a involucrarnos los diferentes sectores y tratamos de armonizar con la ciudad en ciertas actividades que permitan además de fomentar el comercio y las empresas, desarrollar ciudadanía”. Durante su gestión, le tocó enfrentar una Venezuela complicada, donde se desató una galopante hiperinflación, empezaron los problemas con el suministro de materia prima para las empresas, las restricciones de importaciones, una serie de trabas a causa del control de cambio, y muchas transnacionales ante las imposibilidades de sacar sus capitales, comenzaron a cerrar su oficinas, lo que ocasionó una desinversión en el país. La presencia de Cadivi que llevó a una distancia entre el tipo de cambio oficial y el paralelo, generó una distorsión que fomentó la desconfianza del gobierno en el sector privado y a la larga fue resquebrajando las relaciones. A pesar de las buenas intenciones, fue difícil en ese período entablar relaciones con alcaldías y el Ejecutivo, y había una ciudad prácticamente dividida, donde el este era oposición y el centro gobierno y como Cámara “queríamos una Gran Caracas a la cual se le dedicó mucho tiempo”, -aseguró. El ex presidente quien estuvo al frente de la institución entre 2014 y 2016, reveló que otra de las acciones que fomentaron fue el acercamiento con las Embajadas y delegaciones internacionales, logrando cierta cooperación, sin embargo, había mucha incertidumbre y la sanciones contra el gobierno comenzaban a asomarse pero no de manera tan severa, ocasionando ya algunas trabas en las importaciones y en materia de comercio internacional. Gastón Sardi destacó que en su período hubo una serie de logros importantes, entre ellos la continuidad de lo que se había venido haciendo en las gestiones previas, donde el hilo conductor se mantuvo a nivel gubernamental; se restituyeron las relaciones con los organismos cúpulas, logrando potenciar y darle a la Cámara de Caracas un enfoque con mucha institucionalidad, producto de la labor continuada, donde se decidió “tratar de hacer una política centrada en servir de caja de resonancia para lograr conciliar” . Una de esas políticas fue transformar la celebración anual en un evento que interrelacionara a los jóvenes con los empresarios, de allí el “Encuentro Empresarial” con el cual se buscaba sembrar de alguna manera esperanzas y tratar de parar esa diáspora que apenas comenzaba. Otra acción fue el tema cultural, con niños y apoyo al arte a través de exposiciones en el edifico sede, además del fomento de relaciones con organizaciones del comercio informal (Atraem) y con Cedice Libertad, en un momento de la historia en el que los venezolanos requerían esperanzas. “Han pasado años y se han visto cambios en el país, marcados por una diáspora, hiperinflación, deterioro empresarial (…) y todo evoluciona y sigue avanzando (…) a pesar del leve respiro y detenida del decaimiento”. “Para un país 20 años es nada, pero para una persona es parte importante de su vida productiva (…) los países se levantan y no me preocupa, peros sí me duele, porque tengo fe de que se puede aprender de las situaciones y si se trabaja con constancia, una nación se puede volver a levantar”. Con otra visión que sólo deja el haber presidido el gremio, Sardi considera que es necesario siempre seguir un hilo conductor y mejorar siempre hacia adentro, y con una gran satisfacción reitera la importancia de dedicarle tiempo a la comunidad y retribuirlo a través de las instituciones. “Un orgullo haber representado a la Cámara de Caracas y prestigio haber cumplió con la tarea” -afirmó. Para este caraqueño que se mantiene al frente de Sumindu e integra las directivas de diversas empresas hermanas de la compañía, además de mantener vínculos gremiales con Conindustria, Cedice y la Cámara de Caracas, la capital venezolana hay que recorrerla y conocerla, y como ciudad que ama y en la cual quiere seguir, espera vuelva a ser un destino de progreso para los venezolanos, al que regrese toda esa diáspora llena de conocimientos y otras perspectivas. “Caracas debe ser ejemplo para toda Venezuela, y sin poder obviar las diferencia y necesidades, en la medida que se entienda que hay que buscar mejoras y ser productivos, hay también que dar soluciones para que mejore el país”. La Cámara de Caracas tiene muchos caminos y acciones para estar presente en la ciudad y deberán aprovecharse las etapas de aperturas de acercamientos entre instituciones para tratar de hacer sinergia y apoyar el desarrollo del país, que si bien es cierto, arranca por Caracas. Por último el ex presidente le regalaría a la Cámara esperanzas y tenacidad, para que proyecte y rescate valores que están intrínsecos y que son modelo para muchas empresas y ciudadanos, “hay que rescatar la memoria histórica y los valores que hicieron que el tránsito de la Cámara fuera posible. Por Letizia Buttarello Lavarte Claro en sus objetivos y centrado en la defensa de las libertades empresariales y económicas como norte, asegura que los presidentes de la Cámara nunca deben olvidar que el derecho a cambiar lo establecido “siempre será limitado”. Darío Salas, convencido que el paso por una institución con más de cien años es circunstancial en el tiempo, asegura que parte de la labor de ser presidente es justamente “ser guardián de los principios y valores de la Cámara”. Salas, ingeniero de Sistema, empresario y dedicado al área administrativa, financiera y de planificación de sus negocios, se integró a la Cámara por una invitación de Germán García Velutini, quien buscaba gente motivada para incorporarla a la organización. A partir de 2002 Darío Salas se sumó y preparó haciendo labores de director y en el Comité Ejecutivo hasta el momento que le tocó dirigir el gremio (2010-2012), tarea que como reitera, no es nada sencillo por la diversidad de sectores que participan y en particular, porque hay que tener mucho cuidado con las cosas que ese hacen, pues los tiempos cambian y las exigencias son otras y hay que recordar que “ser presidente es un cargo circunstancial” que no da derecho a modificar algo que está establecido en los valores y principios de la creación de la Cámara. A su juicio, el peso que tiene la institución gremial más antigua y pionera de Venezuela, que dio pie a la creación posterior de otras organizaciones y que acumula el legado de muchos presidentes y juntas directivas que por más de 13 décadas han mantenido la Cámara, señala un norte que debe mantenerse, y a pesar de las circunstancias, la persona que esté al frente, tiene el derecho limitado de hacer las cosas. Salas quien tuvo que enfrentar una Venezuela que demandaba cambios y en la que el empresariado atravesaba una persecución política, centró su gestión en un trabajo de unificación política de los partidos de la oposición, logrando reunir a todos los dirigentes y cabezas de partidos para buscar soluciones y brindarles apoyo en la definición de políticas públicas. “Si bien la tarea del gremio no es política, en ese momento hubo la necesidad de vincular las acciones con los objetivos de la Cámara en temas como la libertad empresarial y las libertades personales, pues había una situación país en el que el empresariado debía dar la cara”, explica. “Esa posición generó tensiones con el gobierno y hubo que hacer constantes pronunciamientos, pues la Cámara de Caracas es un organismo regional, formador de opinión que busca orientar, asesorar e involucrarse en la definición de políticas públicas sin ser políticos, así como en la defensa de los principios de las libertades empresariales”, agrega. Uno de los logros más satisfactorios y positivos de Salas fue cambiar la tradicional fiesta anual de afiliados a un “Encuentro Empresarial” dirigido a los jóvenes que buscaba acercarlos a los empresarios y emprendedores de los diferentes sectores, porque en ese momento –antes de la diáspora- habían estudiantes y una juventud entusiasmada con la Venezuela empresarial y política, que querían hacer país y saber cómo ser un empresario exitoso. Fue un evento muy importante que se celebró por varios años consecutivos y en el que cada edición duplicaba la asistencia y gozaba de alta demanda con participación de estudiantes de las diversas universidades del país. Darío Salas quien considera que la presidencia es un trabajo de equipo y donde tuvo el además el apoyo de Víctor Maldonado, Director Ejecutivo a quien le asignó la vocería durante su mandato, asegura que la Cámara tuvo acercamientos importantes con representantes de la economía informal porque en el momento comenzaba a regularse al sector, empezaron a surgir problemas de seguridad y comenzó el tema de la defensa de las empresas y propiedad privada, que siguió luego con la debacle de los años 2013 y 2014. Durante su gestión un aspecto que lamenta no haber podido atacar, fue centrar la recaudación de impuestos locales debido a la falta de consenso con la Alcaldía Libertador para descentralizar las alcabalas y liberar las cargas tributarias al empresariado. De aspecto sereno, poco hablar y muy apegado a sus valores, Salas reafirma que haber estado al frente del legendario organismo le ha dejado contactos importantes; una nueva forma de ver la diversidad dentro de las instituciones, cada una con personalidad propia, y aprender a manejarse entre la tolerancia y confianza “hasta darse cuenta que estamos en el camino con una Cámara bien fundamentada y con principios correctos”. Este ingeniero ya retirado de la actividad gremial a la que dedicó 12 años, pero siempre dispuesto a apoyar si es requerido, celebra que la Cámara sea conducida por un profesional con tradición familiar en empresas, que lleve sangre empresarial y emprendedora y que posea en su ADN enfoque y actitud. “Algo que no es fácil porque se puede ser empresario pero no emprendedor, pero la razón de ser es trabajar, crear patrimonio, puestos de trabajos y multiplicar, justo el enfoque que debe tener quien esté a la cabeza de la Cámara de Caracas, para defender los principios de libertad empresarial plasmados”. Para Darío Salas, Caracas lo lleva a una conexión emocional muy fuerte, porque es la ciudad donde nació y donde ha tenido una vida con altos y bajos, “de la que nunca más sale sin pasaje de regreso”. “Caracas es donde espero con esperanza que mis hijos que se fueron regresen (…) y aunque es un lugar complicado, me siento privilegiado”. “A Caracas le regalaría mucho porque le falta todo, pero sobretodo responsabilidad ciudadana porque todo se ha vuelto una anarquía, la gente perdió el respeto por la gente, hay falta de autoridad, falta de conciencia y lamentablemente, se perdió la manera de convivir”, precisó.. Por Letizia Buttarello Lavarte “Como siempre digo la Cámara es una señora joven y moderna porque se reinventa cada dos años cuando elije un nuevo Presidente y a su Directiva, nutriéndola de nuevas ideas, de programas innovadores y nuevos brios para defender los principios y valores que sus fundadores les dieron”. Con la estructuración de una agenda de trabajo para los 125 años de la Cámara de Caracas, comenzó la gestión de Haydée Cisneros de Salas, abogada quien desde el año 2000 se involucró como directora de la institución como representante de Telcel. Su llegada a la Cámara de la mano de Germán García, Rafael Alfonzo y Roberto Ball le brindaron la oportunidad de ser parte del equipo que lideró la fusión de la Cámara de Comercio de Caracas y de la Cámara de Industriales de Caracas, lo que implicó colaborar en todas las gestiones de consensos y de elaboración de nuevos Estatutos. Su primer logro fue la integración del sector Servicios como parte de los tres sectores representados por la nueva institución capitalina. Desde la Junta Directiva impulsó algunos proyectos como el concurso de periodismo “Caracas desde la mirada del periodismo” - premio “Un reportaje para Caracas”, del cual se hicieron 14 ediciones patrocinadas por Telcel y Telefónica que resultó un acercamiento muy importante a los medios y un reconocimiento al trabajo que hacían en pro de Caracas. Asimismo fue parte de la creación del concurso de dibujo infantil “Píntame a Caracas” que se realizó por tres ediciones, y que resultó una manera de aproximarse a la comunidad, e incluso hubo una categoría que premió a niño especiales. Como 1era vicepresidenta durante el período de Pedro Pacheco, tuvo una experiencia muy interesante y a partir de allí aceptó asumir la presidencia de la Cámara de Caracas para el lapso (2018-2020). Al frente del gremio y con la aprobación expresa de la Directiva emitieron comunicados y notas de prensa con recomendaciones para la creación de políticas económicas que permitieran el desarrollo de país y de la gente; denunciaron los problemas con los servicios públicos que impendían el desempeño eficiente de los sectores representados; denunciaron intervenciones de empresas y de la banca e hicieron énfasis en el tema Tributario. Asimismo, comenzaron el proceso de revisión de los estatutos y la reestructuración interna de la plantilla gerencial para dar mejores y oportunos servicios a los afiliados y brindarles soportes para su mejor desempeño y se designó a Adriana Borrego como Directora Ejecutiva de la Cámara de Caracas. Con la filosofía de lograr una verdadera interacción entre los afiliados, basada en la experiencia de cada uno de ellos, se preparó una amplia programación de cursos y capacitaciones por temas específicos y área de trabajos, que atendían y dictaban directivos, asesores y colaboradores de las empresas afiliadas, este programa más tarde abrió paso a la creación de las comisiones de trabajo. Asimismo, se reorganizó la estructura, el programa administrativo y el reglamento del Centro de Arbitraje, y se designó a la Dra. Diana Trias como su Directora. En atención a la mejora de la infraestructura y su restauro, se realizó una auditoria técnica del edificio y propiedades con la finalidad de detectar reparaciones y soluciones importantes y urgentes, así como evaluar los cánones de arrendamiento de las oficinas, y se concedió el arrendamiento a una empresa especializada el manejo del estacionamiento y adicional se revisaron las condiciones de uso y alquiler del auditorio ubicado en el sótano del edificio. Salas quien acumula una amplia trayectoria gremial tras haber dirigido otras organizaciones e integrado diversos directorios, implementó acciones como convocar a los ex presidentes, atraer a nuevos afiliados, de manera de aprovechar la suma de experiencias invalorables de cada uno de quienes se sentaban en la mesa de Junta, en especial por los pequeños empresarios, por ello la estrategia fue compartir ese valor agregado y traspasarlo, así como hacer muchos cursos con empresarios, empleados y miembros afiliados para compartir el conocimiento y fomentar acercamientos. La agenda presentada en la primera junta de su gestión que fue plenamente aprobada por consenso, tomó cuerpo, se reajustó y dio pie a nuevos temas y proyectos que se fueron desarrollando, uno de ellos el Torneo de Golf del 125 Aniversario de la Cámara de Caracas, así como diversas iniciativas que fueron cambiando el ambiente de la institución. La ex presidente reveló que empezaron siendo promotores de la trasformación digital y lograron organizar un exitoso evento con expositores nacionales e internacionales de gran nivel, pero la segunda edición debió suspenderse por la pandemia, lo que modificó los planes e inversiones proyectadas y hubo proyectos que cambiaron, otras que dejaron de hacerse y algunas que comenzaron, como la recuperación, arreglos y remodelaciones del edifico, oficinas y auditorio gracias a la política de continuidad de la siguienteJunta presidida por Leonardo Palacios. Orgullosa de ser la segunda presidenta, Salas aseguró no haber sentido en su desempeño gremial diferencias por ser mujer, y siempre ha asumido su vida profesional trabajando muy duro, por lo que el género nunca ha sido su preocupación; sin embargo, considera que es un buen ejemplo inspirar a otras mujeres. “Me siento contenta de haberla presidido y siempre le agradecerá a Telcel y Telefónica haber sido su Embajadora ante los gremios, y también agradezco a las cámaras haber podido representarlas ante las empresas donde trabajé, porque es un papel que te realimenta y es importante para apoyarse mutuamente y que los gremios puedan existir”. “Mi relación con la Cámara ha sido siempre tan especial, cuando fundamos Cedice, Yuto Vegas que era en ese entonces presidente de la Cámara de Comercio, nos dio en comodato el sótano del edificio de la Cámara para que fuera la sede de Cedice. Y por supuesto aprovechamos esa gran oportunidad, y eso se lo agradecerá siempre a la Cámara”, recordó con agrado. Haydée Cisneros de Salas, una mujer con amplia trayectoria en gremios e instituciones y gran ejemplo a seguir, ha sido fundadora, directora, gerente, miembro de juntas directiva e integrantes de comisiones de Cedice, Consecomercio, Fedecámaras, Cámara de Industriales de Caracas, Conindustria, Casetel, Alacel, Conintel, Cavecom-e, Conapri, Voces Vitales de Venezuela, Universidad Monte Ávila y ha pertenecido o asesorado a un grupo de empresas privadas y fundaciones como Telcel, Telefónica, Banco Consolidado y Editorial Notitarde, Sol Comunicaciones, entre otros . Con cierta nostalgia por haber pasado y quedando en la agenda objetivos que no pudieron alcanzarse en dos años, impera en ella la satisfacción por la labor cumplida y la alegría de la continuidad después de su gestión al frente de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Caracas. Esta dama con vacación institucional, al dejar la presidencia le tocó representar a la Cámara de Caracas por dos años ante Conindustria, lo que consideró una gran experiencia y oportunidad de conocer a fondo el tema industrial, y en calidad de ex presidenta, es consultada constantemente, se integra a algunas camisones y siempre está presta a dar su total apoyo. Por Letizia Buttarello Lavarte “Los gremios son una forma de representar los intereses legítimos de las empresas”. Roberto Ball Zuloaga es miembro de una familia que siempre estuvo involucrada con los gremios, y su padre y abuelo fueron presidentes de Cámaras, así como su hermano, de manera que lleva en las venas la convicción de la importancia de participar en organismos sectoriales o regionales, en especial cuando se dirige una compañía, pues es su opinión, los asociaciones son una forma de representar los intereses legítimos de las empresas. Ball, economista egresado de The American University en Washington DC, ingresó a la directiva de la Cámara de Industriales de Caracas alrededor de 1998, tras haber participando en otras cámaras sectoriales como la Cámara de Fabricantes de Productos Médicos (CAFAME), donde fue Presidente y fundador. En el año 2003 lo eligen Presidente de la Cámara de Industriales y junto con Nicolás Vegas y Alejandro Chumaceiro, le tocó negociar y concretar la fusión con la Cámara de Comercio de Caracas, tema que se había hablado por mucho tiempo pero no se había logrado, y cuyo primer presidente a partir de la fusión fue Alejo Planchart. En 2006 fue su turno y asume la presidencia del nuevo gremio constituido como Cámara de Comercio Industria y Servicios de Caracas. “El proceso de fusión de las dos cámaras no fue fácil y en un momento dado pensé que no se iba a lograr, pues había personas de la vieja escuela que aún pensaban que los intereses del sector industrial no podían conciliarse con los del sector comercio. Yo siempre he creído en el libre comercio y estaba convencido de que, ante la nueva realidad del país, había que unir esfuerzos”. Estando al frente de la Cámara de Caracas, le tocó enfrentar varios momentos difíciles, uno fue cuando el referendo constitucional, cuyas reformas planteadas suponían una seria amenaza al derecho de propiedad, que es un derecho en su opinión, tan fundamental como la vida. “En la cámara asumimos un rol protagónico en oponernos a la reforma, incluso sacando un comunicado por la prensa donde advertíamos que esa nueva constitución sería totalmente ilegítima, sin importar el número de votos a favor que pudiera sacar en el referendo. Esa posición me costó momentos muy desagradables y tensos”, señaló. Tradicionalmente, el éxito de un gremio se mide por el valor que le da a sus afiliados, pero lamentablemente en las últimas décadas la influencia de éstos sobre las políticas públicas, tanto nacionales como regionales, ha sido muy limitada. Roberto Ball afirmó que durante su gestión, un poco forzados por las circunstancias, se dedicaron a liderar la defensa de principios y valores sin los cuales la actividad privada es imposible. La Cámara de Caracas al ser la más antigua del país tenía un rol que debía asumir y se procuró emprenderlo de manera efectiva. A nivel personal, Roberto Ball quien se ha desempeñado a nivel profesional en la comercialización internacional de productos de alta tecnología para la salud, manifestó que su paso por la Cámara de Caracas fue una experiencia muy grata, fundamentalmente porque tuvo la dicha de contar con una Junta Directiva y un equipo gerencial compuesto por hombres y mujeres íntegros y valientes, que compartían la misma visión y los mismos valores. Asumir la dirección de una institución tan importante le dejó muy buenos recuerdos al poder compartir esas vivencias y aprendizaje con un magnífico Comité Ejecutivo y un equipo gerencial de primera que lo acompañó durante dos años, que en ese momento se constituyó con el apoyo de Diana Droulers y Víctor Maldonado. Hoy con una mirada desde afuera como ex presidente de la Cámara y habiendo integrado además el Comité Ejecutivo de Conindustria, el Directorio de Fedecámaras, el Consejo Nacional de Economía y haber sido director de la Asociación Venezolana de Distribuidores de Equipos Médicos, del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico (CEDICE) y miembro del Consejo de Fomento de la Universidad Simón Bolívar, considera que le corresponde a la dirigencia actual de la Cámara de Caracas definir su fututo y si lo considera pertinente, formular cambios y mejoras para seguir siendo la respetada y reconocida institución gremial más antigua de Venezuela. Con más de 13 décadas de fundada, la Cámara sigue siendo digna merecedora de congratulaciones, no solo por perdurar tantos años, haber crecido y transformarse durante el curso del tiempo, sino porque se ha adaptado constantemente a las nuevas realidades del país. Por ello “deseo que mantenga esa capacidad de perdurar en el tiempo, con el apoyo de sus afiliados; de manera de que pueda cumplir el rol fundamental que le tocará en el momento en que las cosas cambien para mejor y llegue la hora de refundar al país y de retomar el camino de la prosperidad y el desarrollo dentro de un contexto de derechos de propiedad, libertad de mercados, reglas claras y competencia”. “Soy hijo del Valle” y Caracas es el único sitio en el mundo donde realmente me siento en mi casa. En mi vida profesional he tenido que viajar por toda América Latina y realmente creo que Caracas, a pesar de todos sus problemas, sigue siendo una de las ciudades más imponentes y bellas del hemisferio”, afirmó con la nostalgia de querer a su ciudad y sólo vivirla como visitante. Por Letizia Buttarello LavarteRoberto Ball
Diana Mayoral
Darío Salas
Fernando Eseverri
Gaston Sardi
Pedro Pacheco
Haydée Cisneros de Salas
Leonardo Palacios
Diana Mayoral: la primera presidenta
Un enriquecimiento personal
Celebrar el relevo generacional
Gaston Sardi: la institucionalidad para desarrollar ciudadanía
El lado bueno
Sinergias para el desarrollo
Darío Salas: ser presidente es “un cargo circunstancial”
“Querían hacer país”
“Estamos en el camino”
Haydée Cisneros de Salas: De la mano con el gremio
Segunda “Presidenta”
Nuevos aires
“La Cámara de Caracas es la Cámara”
Roberto Ball: En la cámara asumimos un rol protagónico frente a la reforma constitucional
Influencia limitada
Perdurar en el tiempo