POR AQUÍ PASARON
Inventario caraqueño de finales del siglo XIX
¿Cómo era la ciudad de Caracas de hace casi 130 años?
El bibliotecario de la Academia Nacional de la Historia, Erasmo Colina, en un interesante artículo publicado en la edición del 15 de julio de 1966, en el diario El Universal, el cual tituló: Aspectos de la Vida Caraqueña 1893-1894, presenta un amplio panorama de la dinámica de la capital venezolana a finales del siglo XIX.
Colina hace un recorrido, más bien, suerte de inventario, por los nombres de las diferentes autoridades, las empresas de alumbrado y teléfonos que prestaban servicios, el transporte, el telégrafo y sus tarifas, los medios de comunicación impresos, los clubes y lugares de diversión, la red bancaria y precisa, entre otras cosas, que la matrícula de la Universidad de Caracas era de poco más de 400 estudiantes.
Disfrutemos pues de la pormenorizada descripción
“Jefe del Poder Ejecutivo de los Estados Unidos de Venezuela, era el General Joaquín Crespo. El Secretario general, Dr. José R. Núñez; Secretarios: Doctores: Alirio Díaz Guerra, Luis F. Castillo y Augusto L. Figueredo. Traductor: Jorge L. Hartmann. Primer Telegrafista, Coronel Pedro María Sucre. 2do Señorita María Carbonell.
El Cuartel de la Policía estaba ubicado al sur de la Plaza Bolívar. El Arzobispo de Caracas y Venezuela era el Ilustrísimo y Revmo. Sr. Dr. Críspulo Uzcátegui. Secretario de Cámara del Arzobispado, Pbro. Dr. Gil Martínez. Provisor y Vicario General y Gobernador del Arzobispado, Dean Pro. Dr. Manuel Antonio Briceño. Teniente Provisor, Pro. Dr. Luis Felipe Esteves. Notario de la Curia Eclesiástica, Dr. Francisco Izquierdo Martí.
Caracas tenía la llamada Empresa de Alumbrado Eléctrico, siendo sus contratistas y empresarios: G. Palacios. La oficina de elaboración estaba en S. 6, al Este del Mercado de San Pablo.
Había para los años 1893-1894 y siguientes, servicio de ambulancias o sea camillas ad hoc para la traslación inmediata de heridos o enfermos y a disposición de quien desgraciadamente las necesitara, en los lugares siguientes: Sacristía de las Iglesias de Catedral, Santa Teresa, Santa Rosalía, Candelaria, San Juan, Altagracia, La Pastora, San José y Las Mercedes; Asilo de Huérfanos, Aserradero de Ramella y Panadería de Las Gradillas, Ferrenquín, Miranda y la de Zamuro.
Las calles de Caracas eran transitadas por coches. Los de alquiler, tenían estaciones: de lujo — Boulevard Oeste del Capitolio, de número —Boulevard Este del Capitolio.
Los coches de plaza estaban libres de patente, y sometidos a la siguiente tarifa: Por cada carrera de la estación o de sus inmediaciones, a cualquier punto de la ciudad, Bs. 1,50. Por cada hora dentro de la ciudad, Bs. 4. Por cada hora fuera de la ciudad, Bs. 5. El recorrido de coches era de 6 de la mañana hasta 10 de la noche. De las 12 en adelante el valor del pasaje era de Bs. 8.
El Gobernador del D. F. era el doctor Juan Francisco Castillo; Secretario, Emilio Conde; Jefe de la Sección Política, Dr. Rafael Salazar Yanes; de la Sección Administrativa, Agustín García Pompa; de la Sección de Obras Públicas, José Cairós y M. 1er Oficial, Juan Pablo Penzo, 2do id., Juan Bautista Silguero hijo, Achivero General, y Encargado de la Estadística, el Coronel Santiago Carías. Portero, Ramón Ávila.
Tenía Caracas agencias funerarias: entre Gradillas a San Francisco, Gran Agencia Funeraria; Torre a Veroes, La Nacional; Esquina de Veroes, La Equitativa.
Estaba encargada del movimiento de vapores y noticias universales la Agencia Pumar. Estaba ubicada entre Principal y Santa Capilla, era su director Carlos Pumar. Existían además Agencias de Mercancías secas; de negocios de seguros, de Repartos (fundada en 1887); de Vapores, y diversas. Había en Caracas, las siguientes fábricas de cigarrillos: “La Legalidad”, “La Libertad”, “El Modelo”, “Chitón”, “Resurrexit”, “Flor de Cuba”, “La Cubana”, “La Fragancia”, “La América”, “La Africana”, “El Cojo”, “La Corona” y “El Espartano”.
Diversiones: el Circo de Toros, ubicado en Oeste 12, N°5. Maderero a Puente Nuevo. Su Gerente: Heraclio de la Guardia. Circo de caballitos “Venezuela”, situado entre Reducto a Glorieta, propietarios: Benítez Hno., Alfredo Dupouy, Luis González y Guinand Fréres. Allí acudía la chiquillería de entonces, acompañada de sus padres o representantes. Al dirigirse a él, saludaban cortésmente a los transeúntes, y daban la acera a los ancianos y les tendían la mano en caso de haber algún estorbo o hueco en la vía. Lo mismo hacían cada vez que iban al Templo, al Colegio o a su hogar.
En Caracas de fines del siglo pasado, según vemos en un Anuario de la época, existían los siguientes Clubs: América, Esq. de La Torre; Alemán, Camejo a Pajaritos; Bolívar, Padre Sierra a La Bolsa; Fénix, igual dirección; Unión, Santa Capilla a Mijares; Jockey, Carmelitas a Llaguno; Venezuela, Principal a Conde.
La Prensa y Boletines en Caracas: Los periódicos que se publicaban para ese tiempo: El Anunciador Filatélico, el Boletín de la Agencia Pumar, el Boletín del Banco Monte Piedad, el Boletín del Ministerio de Obras Públicas, Boletín de la Riqueza Pública, Ciencias y Letras, El Cojo Ilustrado, La Clínica de los Niños Pobres, el Correo de Caracas. El Correo de los Estados, El Cosmopolita, El Deber, La Defensa, El Diario de Avisos, La Época, La Gaceta Forense, La Gaceta Médica de Caracas, La Gaceta Oficial, Guía de Caracas, La Justicia, El Látigo, Lucifer, El Noticiero, El Progreso, La Religión, El Reportero, El Republicano, El Palenque Español, La Revista Mercantil, El Siglo. La Situación, El Sol de América, El Tiempo, Venezuela Postal.
Los relojes públicos existentes en la capital: el de la Torre de la Catedral, (hora oficial); uno en la torre de la Iglesia de San Juan, 12 eléctricos colocados así: uno en cada Plaza: La Pastora, Miranda, Candelaria, Washington, Santa Rosalía, 19 de Abril, del Teatro Municipal; 3 de Salón, en el Palacio Federal, Casa Amarilla y Concejo Municipal y el normal o regulador en la Torre de la Universidad.
En los situados de las plazas, existían termómetros de alcohol con escala de Celcius y Farenheit. Se había encargado al señor Carlos D. Lemoine, para el cuido y arreglo de los relojes de Catedral y San José.
Teléfonos: Había dos compañías: “The Venezuelan Telephone and Electrical Appliances Comp, Limited”. Entre Sociedad y Camejo, y la nueva “American Electric & Manufacturing C.”, de Gradillas a San Jacinto.
El Telégrafo estaba entre las esquinas de Principal a Conde. Por diez palabras cobraban (según tarifa de la época) Bs. 1. De a 11 a 15 palabras, Bs. 1,25. De 16 a 20, Bs, 1,50, y de 21 a 25, 1,75. Por la noche doblaba el precio de los telegramas.
Universidad situada entre Bolsa a San Francisco, con sus dos amplios patios con las estatuas de Vargas y Cajigal, y los bulliciosos jóvenes que acudían a ella a seguir diversos cursos superiores. Era el Rector el Dr. Elías Rodríguez. El Vice-rector Dr. José Manuel Escalona; el Secretario, Dr. Vicente G. Guánchez; Archivero Adjunto, Carlos Toro Manrique; Adjunto a la Secretaría, Pedro A. Guánchez; Recaudador, Manuel H. Camacho. Contaba la Ilustre Universidad 34 Cátedras y más de 400 alumnos.
Bancos: Había en Caracas los Bancos: Caracas, Venezuela, Monte Piedad, de Seguro y Economía.
Tenía la ciudad baños públicos, Bibliotecas Públicas, Billares, Casas de Moneda o Cuño, Colegios, Escuelas, Academias, Boticas, Empresas de Construcción, Ferrocarriles, Dentistas, Doradores, Droguerías, Fábrica de Fósforos, etc.
La gente era muy cortés, afable y según testigos, la gente se preocupaba por la cultura; la buena educación y urbanidad estaban presentes en todos los actos sociales. Había recato en el vestir y ningún menor era capaz de dirigir la palabra a una persona mayor, si no se le permitía o se le preguntaba algo.
Pocos robos, pocos asesinatos y raros suicidios. Por las calles iban los vendedores de granjerías y por las ventanas asomaban lindas caras de las caraqueñitas gentiles. Las flores eran traídas de Galipán y de Gamboa. Era corriente el uso de sombrero y del paraguas.