CRÓNICAS DE LA CIUDAD

Caracas y la dictadura de Juan Vicente Gómez (1908-1935) – Parte I

Por Ermila Troconis

 

     El 24 de noviembre de 1908 Cipriano Castro se marcha a Europa para someterse a una intervención quirúrgica. Deja encargado del gobierno al vicepresidente y amigo Juan Vicente Gómez. Pero a los pocos días, Gómez encarcela a los castristas y comienza a ejercer el poder autoritariamente: es el inicio de 27 años de dictadura gomecista.

     Al respecto, una cita de Tomás Rourke: “A Gómez no le gustaba Caracas. No podría conquistarla. Se sentía satisfecho gobernándola y, en ocasiones, castigándola”. Y a modo de explicación de este fenómeno, nos dice lo siguiente: “Desde su primera llegada a Caracas, aquella noche en que se quedó en la plaza al lado de la estatua de Bolívar, cubierto con su ruana y en alpargatas, contemplando las luces de los coches que daban vuelta a la plaza, Gómez había quedado desconcertado de aquella ciudad. Había en ella algo que se le escapaba, algo que le irritaba. No podía dominarla, agarrarla, como podía hacerlo con cualquier otra cosa o persona que se encontraba. Era algo demasiado sutil para él. Aquellos caraqueños con su seguridad de sí mismos, con sus chistes demasiado complicados, se le escapaban como de entre las manos”.

     El 20 de diciembre de 1908 se establece el nuevo gobierno al mando personal de Juan Vicente Gómez, el cual tendrá el lema de «Paz, Unión y Trabajo». Este régimen es conocido como la Rehabilitación y fue una absoluta dictadura, bajo el poder y mandato de un hombre que durante 27 años gobernó al país con un régimen de terror político. Para ese momento, Venezuela era aún un país eminentemente agropecuario. Había grandes hatos en los llanos y prósperas haciendas de café y cacao en los Andes y en la costa. El presupuesto nacional se nutría de las aduanas por donde se exportaban los rubros agrícolas. Castro demostró un cierto nacionalismo al enfrentarse a las grandes potencias en beneficio del país. Gómez, por el contrario, favoreció al capital extranjero y suavizó la política con las naciones poderosas.

     En los primeros años de su mandato, de 1908 a 1920, intensifica su interés por el agro y la ganadería y él mismo se transforma en propietario de grandes extensiones de tierra en Maracay y sus alrededores, pues es en esa ciudad donde va a instalarse y a despachar los asuntos de gobierno. Maracay, hoy capital del estado Aragua, dista unos 110 kilómetros de Caracas y fue la ciudad venezolana que obtuvo los mayores beneficios durante el gomecismo.

     La situación geográfica, cercana a Caracas y a la entrada de los llanos, estimuló a Gómez para hacer de ella una importante ciudad: se construyeron urbanizaciones, se estableció un aeropuerto y bases militares que hoy subsisten. Gómez mandó instalar un zoológico, ya que como buen campesino, era gran admirador de los animales. En 1911 se inaugura el hipódromo y en 1912 un circo-teatro. 

     En 1917 la Asamblea Legislativa eleva a Maracay al rango de capital del Estado Aragua. En 1928 queda inaugurado el Teatro Maracay, hoy Ateneo. En 1930 se establece la Línea Aeropostal Venezolana, LAV, la cual comienza a operar en 1931 en la Base de Boca de Río. Otras obras de esa época son la plaza Bolívar y el Hotel Jardín. 

     En las Delicias vivía Juan Vicente Gómez, disfrutando de su residencia campestre. Todo esto en detrimento de Caracas, la  capital, pues, durante esos años de hecho lo fue Maracay. En 1920 Caracas tenía 90.720 habitantes y Maracay 9.311.

     De 1920 a 1935 la situación del país es otra: surge el gran apogeo petrolero y ante esta realidad se producen cambios sustanciales en la política aplicada por el gobierno, como veremos luego.

     En cuanto a la obra material realizada en Venezuela durante el gomecismo destacan el pago de la deuda pública y la construcción de carreteras.

     En 1913 fue decretada la reparación de la carretera entre Villa de Cura y San juan de los Morros y la construcción de otra entre San Juan de los Morros y Uverito.

     En 1916 se inició la construcción de la carretera occidental de los Llanos, la cual fue concluida en 1933, enlazando así a Caracas con San Cristóbal. Gómez se ocupó de hacer vías de comunicación, muchas de las cuales hoy perduran.

     A pesar de que Gómez se ocupó de hacer más obras suntuosas en Maracay que en Caracas, en 1912 se inicia la construcción de grandes colectores que bordeando las quebradas caraqueñas llegaron hasta el río Guaire. Aunque el monumento de La India en la urbanización El Paraíso fue decretado en 1904 bajo el gobierno de Castro, fue en 1911, en la época de Gómez, cuando se autorizó la instalación. La estatua de La India había sido construida con la intención de situarla en el Campo de Carabobo cercano a Valencia, pero alguien resolvió que no era apropiada para conmemorar la batalla de Carabobo la cual selló la independencia de Venezuela y se ordenó colocarla en El Paraíso. Años más tarde fue reubicada en la misma avenida Páez, a la altura de La Vega, donde se encuentra actualmente.

En la época de Gómez se logró la paz, pero con la cárcel y el destierro

     Durante el gobierno de Gómez la única zona caraqueña que recibió ciertos beneficios ornamentales es la urbanización El Paraíso. Allí manda construir la Avenida 19 de diciembre. En El Paraíso vivían los personeros del gobierno y las familias más distinguidas de Caracas.

     En 1910 el gobierno ordenó al ingeniero Alejandro Chataing la reforma y ornamentación del interior del edificio y de la fachada del Panteón Nacional. En esa oportunidad se colocó el pavimento de mármol y los plafones que adornan sus naves. La urna de madera que guardaba los restos del Libertador fue sustituida por una de bronce, fundida con trofeos de la Guerra de Independencia.

     El edificio del Archivo General de la Nación es una de las pocas obras que Gómez ordenó hacer en Caracas.

     Fue concluido en 1912 por Alejandro Chataing: es el primer edificio de más de dos pisos construido con el sistema de concreto armado. Aunque este procedimiento se estaba cumpliendo en varias otras obras, existían reservas que impedían su generalización, sobre todo si la edificación debía soportar un peso considerable. 

     Muy cerca del Archivo, que está situado entre las esquinas de Santa Capilla y Carmelitas, se construyó el edificio para Telégrafos y Teléfonos nacionales (de Santa Capilla a Principal); igualmente se realizó la construcción de la Biblioteca Nacional, respetando la fachada hecha en la época de Guzmán Blanco, en el lado oeste del Palacio de las Academias.

     En 1910 fue reconstruida la Casa de Bolívar. En 1913 la Casa Amarilla se convirtió en sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, haciéndole algunas modificaciones. Como puede observarse, la época de Gómez no fue de gran brillantez urbanística para Caracas. Más que todo, su interés se concretó en mejorar algunos edificios de la época de Guzmán y ciertas obras de carácter utilitario, aparte de la construcción de carreteras en el interior.

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